Paola Passig
Cuando faltan tres días para la segunda Cuenta Pública del Gobierno, el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), pone paños fríos al revuelo que ha generado entre los porteños, y muy especialmente en el comercio, el nuevo horario nocturno en que se dará el mensaje, esto es entre las 20.30 y las 22.30 horas.
- ¿Tiene alguna aprensión respecto de esta cuenta pública?
- Más que aprensión, lo que tengo es la inquietud propia que creo tienen muchos sectores, no sólo la oposición, sino que también el oficialismo, de que el Presidente llega a esta cuenta al debe. Y no sólo por las encuestas, sino que porque los compromisos, los pilares básicos de su campaña presidencial -que fueron crecimiento y seguridad- no han logrado encaminarse hacia alguna solución o materializarse en algún proyecto que logre atenuar la críticas.
- ¿Llega al debe porque tiene poco que mostrar a más de un año de gobierno?
- Hay varios indicadores de acuerdo a instituciones que se dedican a medir el cumplimiento de los compromisos. Y de acuerdo a lo que se ha visto, estamos al debe. Basta hacer una pequeña comparación a lo que fue el primer periodo de Piñera donde, a esta misma altura, ya había una baja importante de la inflación y del desempleo -aunque con empleo precario, pero subió la empleabilidad- y nada de eso se ve hoy. Por lo tanto, esta cuenta es la oportunidad para que el Presidente muestre por qué razón ha ocurrido esto.
- Todo indica que la razón será que culpará a la oposición de obstruccionismo.
- Es imposible que un gobierno en un régimen presidencialista y a un año y algunos meses de haberse instalado responsabilice a la oposición de que haya podido convertir en ley un porcentaje acotado de proyectos. El Gobierno está haciendo anuncios a diario y generando expectativas. Si hasta el empresariado ha manifestado que el problema es que el Gobierno quiere hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Acaba de anunciar el programa Clase Media Protegida y mi pregunta ¿qué es lo nuevo que tiene ese programa? Entonces, el diagnóstico, que es compartido de manera transversal, es que los problemas que el Gobierno está teniendo no es la oposición. Se critica que se haya rechazado la idea de legislar, pero eso ha ocurrido en dos ocasiones en comisiones cuando durante el último gobierno de Bachelet eso ocurrió muchas veces y no sólo en comisiones, sino que en la Sala.
- ¿Descarta que la oposición sea obstruccionista?
- Es que no se puede confundir el disenso con el obstruccionismo. Si a alguien no le gusta el disenso es porque no le gusta la democracia.
- En esta línea, se ha criticado al equipo político de La Moneda. ¿Ha faltado gestión política para avanzar más rápido en materia legislativa?
- Creo que la debilidad es bastante transversal, no sólo del equipo político. Lo que pasa es que hay un Presidente que es omnipresente, que tiene más vocerías de la de cualquier mandatario, que busca estar en todos los planos o participar de todas las jugadas, pero lo goles no llegan. La debilidad del equipo de Gobierno es global y por eso las encuestas muestran que los ministros están evaluados por debajo del Presidente. Ahora, en temas políticos puede haber dificultades, pero los ámbitos sectoriales no quedan fuera del juicio crítico que se ha ido instalando.
- Frente a esta debilidad transversal que menciona, ¿cree que es necesario un cambio de gabinete?
- Bueno, esa es una decisión que le corresponde al Presidente y aquí la pregunta es ¿por qué no se ha hecho? Él maneja indicadores mejor que nosotros, aunque como estamos en terreno, hemos comprobado que la gente se ha dado cuenta que las promesas no se han cumplido.
- Ahora el cambio de horario propiamente tal ha generado bastante revuelo. ¿Cómo cree que puede afectar o impactar en la cuenta?
- Cuando el Gobierno solicitó el cambio antes de visarlo, como mesa consultamos a los comités del Senado y al presidente de la Cámara junto a sus bancadas y comités. Y la verdad es que no creo que eso sea lo central; por eso no me negué cuando recibimos esta solicitud, ya que son aspectos formales. Si el objetivo es que pueda verla más gente, eso sólo lo sabremos una vez que termine la cuenta. Pero creo que están todas las condiciones dadas y nos hemos preocupado de eso para que el Presidente tenga la oportunidad de ofrecer una cuenta pública donde le entregue a los chilenos de manera objetiva todos los antecedentes. Será el país el que juzgue qué es lo que se hizo el último año. A nosotros nos corresponde un rol informal de entregar todas las garantías, pero no creo que el cambio de horario se traduzca en un problema; creo que incluso puede otorgar algunas facilidades a los parlamentarios que se encuentren en sus zonas, porque es semana distrital, y en vez de regresar a la zona central el viernes, puedan hacerlo el sábado al mediodía.
- Sin embargo, en el propio oficialismo hay temor de que la oposición falte a la cita justamente por el horario, porque es sábado y porque es semana distrital.
- Eso no tendría por qué ocurrir. Asistir es una responsabilidad que tenemos todos, independientemente del horario. Todos sabíamos que el 1 de junio caería un sábado. Por tanto, eso no es una excusa si alguien quiere restarse. Es legítimo que en la oposición haya miradas que cuestionen la gestión del Mandatario, incluso el tono que ha usado y que muchas veces no ha sido el adecuado, pero esa disconformidad no tiene nada que ver con ausentarse de una cuenta que es parte de la función legislativa y, por tanto, nuestra responsabilidad.
- Desde los sectores aledaños al Congreso, especialmente el comercio, han criticado el horario ya que temen que los desórdenes asociados a la cuenta se vuelvan inmanejables en la oscuridad.
- Bueno, ante la primera consulta que le hice a los equipos de seguridad del Congreso por el cambio de horario señalaron que no es un factor de mayor riesgo. El cambio de horario no tiene que ver con la posibilidad de organizar una manifestación. Tiene que ver con otros factores que ocurren independientemente del horario, como es si está o no autorizada, el tipo de información que se maneje y el trabajo de las policías. Si los equipos de seguridad me hubieran dicho que el cambio de horario implicaba un riesgo alto, no lo habríamos aprobado, pero ninguna institución policial me indicó algo en esa dirección.
- Pero justamente hay una marcha solicitada por la Confech que no se autorizó.
- Lo que pasa es que marchas y manifestaciones ese día han habido siempre, independientemente de la hora. Yo espero que esta cuenta pueda ser dada en las condiciones de la mayor normalidad posible independiente del derecho de los ciudadanos a poder manifestarse y expresar su punto de vista. En lo que respecta al Congreso, vamos a tomar los resguardos para que la cuenta se haga en las condiciones de máxima normalidad.
- Como presidente del Senado, ¿qué anuncios espera?
- Uno puede tener muchas cosas en la cabeza, pero no sé si alguna de ellas se podrá materializar. Dado que en junio se celebran los pueblos originarios, me gustaría que pudiera anunciar escaños reservados, lo que serviría para mejorar el clima en La Araucanía. Además me gustaría que el Presidente pudiera anunciar urgencia para la ley de tabaco, cuyo consumo se ha transformado en la principal causa de muerte, con más de 40 personas diarias. También me gustaría que el Presidente pudiera mostrar que en materia de agenda de género recogerá los temas de fondo de los movimientos feministas porque, a un año de las tomas y manifestaciones, no se ha avanzado de verdad.
"No creo que el cambio de horario se traduzca en un problema", afirma Jaime Quintana. "El diagnóstico transversal es que los problemas que el Gobierno está teniendo no es la oposición. La debilidad del equipo de Gobierno es global"
"Si los equipos de seguridad me hubieran dicho que el cambio de horario implicaba un riesgo alto, no lo habríamos aprobado, pero ninguna institución policial me indicó algo en esa dirección"