Javier Ossandón

A las 15 horas de ayer fueron citados los padres de 48 conscriptos que cumplían su servicio militar voluntario desde principios de abril en la Brigada "Maipo" del Ejército, ubicada en Playa Ancha. ¿La razón? Sus hijos habían sido dados de baja por no tener las condiciones para hacer uso de armas, lo que fue arrojado por un examen psicológico que se aplicó a nivel país a 9.129 conscriptos, luego del fatídico episodio ocurrido el 16 de marzo pasado en la Escuela de Caballería Blindada de Iquique.

Ese día, el conscripto Marco Antonio Velázquez dio muerte al sargento segundo Fernando Zamorano y al cabo primero Pedro Benavides, para luego suicidarse. Tras esto, la institución militar resolvió llevar a cabo un examen psicológico que finalmente detectó que 1.537 conscriptos no eran aptos para el uso de armas.

Frustración

La frustración de los padres que ayer llegaron hasta la Brigada "Maipo" era evidente, manifestando, a su vez, desazón y molestia por la decisión, tomando en cuenta que sus hijos ya se encontraban cumpliendo su servicio militar, que para ello habían rendido las pruebas de evaluación correspondientes y que en el tiempo que llevaban de instrucción militar ya habían manejado armas, por lo que no daban crédito a la determinación.

"Mi hijo siempre quiso pertenecer a una de las instituciones de las Fuerzas Armadas. Él se inscribió como voluntario para hacer el servicio militar en el Ejército, se presentó, hubo una selección y los que quedaron estaban en condiciones de hacer el servicio militar", reclamó Miguel Núñez, quien explicó que su hijo, de 22 años, "recibió instrucción de armas, él disparó armas de fuego, estaba completamente apto para ello. Y yo, personalmente, le entregué el fusil en sus manos el día de la entrega de armas".

Agregó que "los cabros se ilusionaron. Y mi hijo, como cualquier joven, tiene amistades; y con esto, salir ahora a la calle va a ser complicado, porque van quedar señalados que los echaron del Ejército".

Las consecuencias de este licenciamiento anticipado también son foco de preocupación para Loreto Schramm, cuyo hijo, de 17 años, incluso cursó estudios de enseñanza media en un colegio premilitar, teniendo como horizonte postular a la Escuela de Suboficiales, lo que ahora, teme, pueda verse truncado.

"Si bien se les agradece mucho el test psicológico para evitar futuros problemas, tendrían que haberles dado la oportunidad de hacer un nuevo examen y para ello tendrían que haberlos mantenido haciendo otras funciones", explicó, añadiendo, además, "que ahora estamos a fines de mayo y ya perdieron el año escolar. Él tenía que hacer cuarto medio. Ahora, ¿quién apoya a mi hijo? Exigimos que nos entreguen los resultados".

Valor del examen

Frente a esta situación, el comandante de la Brigada "Maipo", coronel Ángelo Hernández, manifestó entender la frustración de los padres y de los propios conscriptos dados de baja, pero fue categórico en precisar que "el valor del examen psicológico es darle la tranquilidad a todos los demás soldados y a sus familias que tenemos gente que tiene la idoneidad psicológica para portar armas, porque yo mismo le dije a los padres '¿qué pasa si yo hago vista gorda de esta situación y aparece un solo caso como el de Iquique? Yo soy el que tengo que darle la cara a usted y explicarle por qué no tomé la decisión sobre ese joven que le había ido mal en ese examen psicológico y que tuvo una actitud violenta sobre otra persona y le causó daño'".

A su vez, puntualizó que el resultado de este test tiene una validez de seis meses y, por lo tanto, "esto no los priva de que puedan postular a las Escuela de Suboficiales, a la Escuela Militar, Gendarmería o Carabineros, o cualquier otra institución de las Fuerzas Armadas".

Cabe consignar que este licenciamiento anticipado afectó a alrededor del 15% del actual contingente que ingresó este año a la Brigada "Maipo" para realizar su servicio militar.

"El valor del examen psicológico es darle la tranquilidad a todos los demás soldados y a sus familias que tenemos gente que tiene la idoneidad psicológica para portar armas"

Coronel Ángelo Hernández, Comandante Brigada "Maipo"