"Siempre he tenido la sensación de que el DPA puede dar mucho más al deporte local"
Luis Cortez nació en Arica, y allá, en la nortina ciudad, se forjó un nombre destacado en la natación y en el waterpolo, defendiendo en varias ocasiones a la Selección chilena durante una historia de vida ligada al agua y a las disciplinas deportivas relacionadas con ella.
Sin embargo, fue en 1986 que por motivos laborales llegó a Valparaíso. "Al cerro Placeres", recuerda con nostalgia, sin olvidar que de inmediato se propuso buscar en la Ciudad Puerto las instituciones que le permitieran seguir ligado al mar y a la piscina.
"Hubo dos que de inmediato me llamaron la atención", asegura, "el Deportivo Playa Ancha (DPA) y el Bote Salvavidas se cruzaron en mi camino para nunca más alejarme de ellas", agrega. Y fue allí, en la parte alta de Valparaíso, donde conoció las dependencias del DPA y de inmediato se enamoró de cada rincón del recinto deportivo.
Hoy, cuando la histórica institución se apronta a cumplir sus 100 años de vida el próximo 15 de octubre, Cortez repasa sus pasos, alegrías, decepciones y anhelos mientras recorre las calles de la avenida Playa Ancha.
- ¿Cómo fue ese primer contacto con el DPA hace más de tres décadas atrás?
- De inmediato me junté con muchos jóvenes para comenzar a formar escuelas de waterpolo. El DPA en ese momento ya tenía una historia enorme en waterpolo y natación, pero había que rearmar los grupos de trabajo con chicos de 13 y 14 años. Fue una etapa muy bonita, con escuelas de waterpolo, de natación y de nado sincronizado. Formamos selecciones y fuimos a torneos en el norte y a Santiago con bastante éxito. Una etapa que te llena de orgullo porque, por ejemplo, hoy trabajo con los Master del waterpolo y son los mismos chicos que en su momento fueron alumnos de las escuelas.
- ¿Cómo recuerda el DPA de hace treinta años?
- Un club con mucha dinámica, muy despierto y con una enorme cantidad de juventud en cada una de sus ramas. Se realizaban los carnavales, las fiestas de primavera, de verano y había una cantidad de jóvenes que le daba mucha vida a la institución.
- ¿Muy distinto a lo que había vivido en Arica?
- Distinto, porque yo tenía mi grupo en Arica, pero acá era diferente porque estábamos insertos en un cerro, con la gente de Playa Ancha que participaba muy activamente.
- ¿Fue bonito?
- Yo seguí varios años trabajando en las escuelas, pero después vino una baja por diferentes razones y se perdió bastante de lo que se había realizado. Hubo algunos inconvenientes con las nuevas directivas y los noventa fueron complicados, pero hoy estamos trabajando para reflotar lo que se había hecho y creo que estamos caminando muy bien, pues cuesta hacer deporte en Chile ya que hoy los "cabros" tienen otros objetivos.
- El DPA siempre fue reconocido por sus éxitos en deportes acuáticos sin tener las mejores condiciones en su piscina...
- Así es. El club siempre tuvo una falencia muy grande con la piscina porque sólo podíamos entrenar entre noviembre y marzo al ser descubierta. Tampoco habían más recintos y eso es complicado. Nunca se ha podido techar, sale mucha plata y tampoco hemos tenido el apoyo real de la autoridad de turno. Siempre digo que el trabajo que se podría hacer ahí si logramos concretar un polo de los deportes acuáticos, con una nueva piscina, sería importantísimo considerando la enorme cantidad de chicos que transitan por el sector debido a las universidades que están en la cercanía.
- Una nueva piscina sería un buen regalo por el centenario...
- No tengo dudas. Sería el más grande y lindo regalo poder techar esa piscina para toda la comunidad playanchina.
- ¿Cómo se encuentra hoy la actual piscina?
- Con el paso de los años tiene sus deterioros, pero no mayores. Todavía se usa y en el verano trabajamos allí, pues son muchas las generaciones que pasaron por allí como para olvidarla.
- Usted reconoce que deportivamente se alejó del club en los noventa por diversas razones. ¿En qué momento decidió su regreso al trabajo?
- A ver, la verdad es que más allá de mi alejamiento, siempre hubo algo que me unía de manera importante con el DPA, y era que los jóvenes que en su momento habíamos formado seguían dándole vida a la institución. Hace unos cuatro años atrás empezamos a retomar lo que se había perdido en el camino y en eso estamos. Hoy estoy dirigiendo a los Masters del waterpolo y tratando de rearmar la escuela, pues tenemos unos treinta chicos con los que trabajamos los lunes, miércoles y viernes en la piscina del IND en el gimnasio Renato Raggio.
- Luego de todo este tiempo, ¿qué sensación tiene respecto del futuro del DPA a pocos meses de cumplir sus cien años?
- Siempre he tenido la sensación de que el Deportivo Playa Ancha puede dar mucho más al deporte local, por el tipo de club, su infraestructura y la comunidad en que está inserto, estoy convencido de que se pueden hacer más cosas y es el momento para retomar el trabajo más cercano con la gente, con los niños, con los jóvenes y colocar a disposición su infraestructura. Buscar la realización de proyectos y la creación de espacios para el deporte. Ojalá los cien años nos den la posibilidad de despegar.
Bote Salvadidas: su otra pasión
Junto al Deportivo Playa Ancha (DPA), la segunda pasión de Luis Cortez también está ligada al agua. Se trata del Bote Salvavidas, en donde hasta el año pasado fue capitán de la unidad en Valparaíso y actualmente es asesor en términos de rescates. "Trabajo también en una fundación que tiene que ver con la prevención del ahogamiento, porque en Chile ese es un gran problema y que no se trata mucho, pero todas mis actividades siempre se relacionan con el agua", precisó.
"No tengo dudas. Una nueva piscina sería el más grande y lindo regalo para el DPA y para toda la comunidad playanchina" "Es el momento para retomar el trabajo más cercano con la gente... Ojalá los cien años nos den la posibilida de despegar"