34 obras paralizadas dejan sin ejecutar recursos del FNDR por $16 mil millones
REGIÓN. Proyectos licitados por municipios son abandonados por insolvencia o quiebra de las empresas contratistas, trabas administrativas e incluso hallazgos arqueológicos. Algunos llevan casi una década de espera.
Un estudio de la División de Administración y Finanzas (DAF) del Gobierno Regional dio cuenta que existen 34 proyectos aprobados, con cargo al FNDR, que están sin ejecutarse en distintas comunas de la región, algunos de los cuales llevan cerca de una década esperando su finalización, con recursos comprometidos que alcanzan los $ 16 mil millones. La cifra no es menor, ya que equivale al 21% del presupuesto asignado para este año en la región ($75 mil millones) a través del Gore.
La principal causa de la paralización de estos proyectos corresponde al abandono por insolvencia o quiebra de las empresas contratistas, trabas administrativas e incluso por hallazgos arqueológicos.
Consejeros regionales reaccionaron con molestia ante estas anomalías y malas prácticas que se arrastran en el tiempo, ya que los principales perjudicados son las comunidades para las cuales se aprueban estas iniciativas de adelanto o desarrollo.
Las provincias con mayor cantidad de proyectos paralizadas y con término anticipado de contrato son Petorca (10 iniciativas), Valparaíso y San Felipe (6 cada una), Los Andes, Marga Marga, Quillota y San Antonio (todas con 3 cada una).
Las comunas con mayores problemas en materia de ejecución de proyectos adjudicados son Petorca y Valparaíso con 8 y 5 iniciativas, respectivamente.
Construcción de alcantarillados, recintos deportivos, centros de salud y pavimentaciones son los principales tipos de obras entrampadas y sin ser finalizadas.
Respecto a esta preocupante situación administrativa, el presidente de la Comisión de Inversiones del Core, Percy Marín, apuntó a la responsabilidad de los municipios en la licitación y adjudicación de los proyectos, en algunos donde incluso "contrataron a una persona natural que falleció y la iniciativa quedó abandonada, como ocurrió en un caso en Cartagena, donde además la boletas de garantía es de apenas un 5%".
Marín apuntó a la "falta de protocolos para un correcta ejecución, para tener un término de obras y recepción definitiva como corresponde. Además, es necesario una modificación completa al convenio mandato del Gobierno Regional y mejorar las bases de licitación, con una especie de modelo tipo base, donde los municipios, por ejemplo, no prioricen la oferta económica por sobre el respaldo o la seriedad de la empresa que participa en la licitación".
En el último pleno del Consejo Regional (Core) las cifras por la adjudicación de proyectos sin terminar causaron malestar entre los consejeros. La situación de la comuna de Petorca, con ocho proyectos inconclusos, es una de las más críticas.
La consejera Amelia Herrera fue tajante: "A las comunas con obras abandonadas o sin terminar durante años no se le deben traspasar más recursos. No puede ser que sigan pidiendo plata".
Junto con la urgencia de una mayor fiscalización, el core Christian Macaya acusó que "los vecinos de la comuna de Petorca están en estado de guerra, no quieren que le pasemos más recursos al municipio porque están indignados por el derroche de dinero. Ese municipio hace mal las cosas".
Mala práctica
En lo que se ha transformado una mala práctica habitual por parte de empresas en la región, el core Marín cuestionó el actuar de aquéllas. "Hay empresas que se adjudican proyectos porque su oferta económica es la más baja, pero no tienen ningún respaldo. Esas mismas empresas después piden el 10% de aumento presupuestario, el máximo permitido a los municipios para que el proyecto no tenga que ser reevaluado por el Mideso. Eso es prácticamente un patrón común y mala práctica que el Gore debe solventar".
Convenios y quiebra
Respecto a los cambios al convenio mandato, se trata del instrumento en virtud del cual el Gobierno Regional delega sus facultades a la unidad ejecutora, en este caso los municipios, que realizan la licitación y adjudican a las empresas para ejecutar los proyectos aprobados por el Core.
"Estamos prontos a realizar una modificación, que además establezca bases tipo de licitación, que no tenga que priorizarse la oferta económica por sobre lo que es la seriedad de la empresa", sentenció Marín.
Otro comportamiento habituales para el abandono de obras es que las empresas adjudicatarias se declaran en quiebra cuando les falta por recibir el menor monto del pago, lo cual implica que "prácticamente tenemos que hacer un nuevo proyecto, tiene que pasar nuevamente por el Mideso para recuperar la recomendación favorable (RS) y la empresa que gana esta licitación acepta también los riesgos de la mala ejecución del proyecto, con obras que, si se llegan a terminar, no quedan en forma óptima y no cumplen las expectativas que tenían los vecinos", relató sobre esta situación.
Tema que preocupa
Sobre esta problemática que afecta la correcta ejecución y el alto volumen de recursos comprometidos, el intendente regional, Jorge Martínez, reconoce que "es un tema que detectamos apenas asumimos el gobierno el año pasado. Nos preocupa la correcta ejecución de los proyectos, hay licitaciones que se caen y se deben relicitar, por lo que transcurre un lapso de tiempo muy largo, el presupuesto inicial ya no es el mismo y hay que asignar valores adicionales. También hemos tenido muchos proyectos de empresas constructoras que, con cierto avance, se declaran en quiebra o abandonan la obra, obligándonos a hacer una nueva licitación, con nuevos costos iniciales. Ello hace que el proyecto sea más caro, no salga o el tiempo de ejecución sea mucho mayor".
La autoridad recalcó que la clave está en modificar normativas y hacer un mejor seguimiento, "pero en la gran mayoría de los casos son problemas estructurales que ameritan un cambio normativo superior, mayores facultades para los convenios mandato y mayores atribuciones para las licitaciones públicas".
Un caso llamativo es el proyecto de construcción de tres piscinas municipales en la Villa Olímpica de Quilpué por $2.700 millones, proyecto iniciado en junio de 2016. Sin embargo, se liquidó en forma anticipada el contrato por la quiebra del contratista.
La construcción del Centro de Neurociencia, en Valparaíso, se adjudicó en abril de 2018 por $ 7.400 millones. Está paralizado desde octubre de 2018 debido a sucesivos hallazgos arqueológicos y la intervención del Consejo de Monumentos Nacionales. Por ahora no hay fecha para el reinicio de esta emblemática obra en el histórico edificio Severín, emplazado en el barrio patrimonial de La Matriz y entregado en concesión a la Universidad de Valparaíso.
Dos licitaciones fallidas en el Van Buren
Otro caso emblemático de retraso es el proyecto de construcción y habilitación de la Unidad de Cuidados Intermedios del Hospital Carlos Van Buren, por un costo total de $643 millones, que dotaría de 40 nuevas camas a dicho centro asistencial. Pese a la urgencia de contar con esta nueva infraestructura en un recinto asistencial que enfrenta una alta demanda de usuarios, las obras se han licitado en dos ocasiones sin resultados positivos. La primera licitación se paralizó por la insolvencia del contratista y en la segunda, adjudicada en 2018, la empresa abandonó obras, sumado a errores de diseño.
"Los vecinos de la comuna de Petorca están en estado de guerra, no quieren que le pasemos más recursos al municipio porque están indignados por el derroche de recursos"
Christian Macaya, Régimen Interior del Core
29 % de los proyectos paralizados se concentran en la Provincia de Petorca. Consejeros regionales piden una mayor fiscalización.
6 iniciativas financiadas con el FNDR están paralizadas en la provincia de Valparaíso. Igual cifra en San Felipe.
21 % del presupuesto del FNDR 2019 equivalen los 34 proyectos que se encuentran paralizados.