Compatibilidad
¿Se puede compartir la proyectada ampliación de la zona de respaldo (T2) con la necesidad de disponer de un terminal marítimo de cruceros y/o de cabotajes de pasajeros?
Si así fuese, podríamos resolver en buena medida la encrucijada portuaria que presenta Valparaíso con una inversión menor, en menor tiempo y con mayor eficiencia. En los cuatro meses que recibiríamos cruceros sería necesario, cuando se necesite, considerar a San Antonio como puerto alternativo para el movimiento de la carga (carga general y principalmente contenedores).
Con un diseño adecuado del T2 que contemple ambos usos y con una gestión coordinada y eficiente es posible satisfacer el entrampamiento que afecta nuestro puerto, beneficiando dos actividades de primera importancia social y económica para Valparaíso.
Renzo Follegati Ghio
Cuenta Pública
Tengo 59 años. Desde los 10 años que vengo escuchando que somos un país en vías de desarrollo, pero nunca llegamos al desarrollo. "Ningún país en vías de desarrollo pasa al desarrollo haciendo lo mismo, aunque lo haga mejor", frase recurrente en cierto mundo de la economía.
Toda la vida Chile ha seguido haciendo lo mismo. Es verdad que tenemos mejor calidad de vida y más acceso a bienes, pero no somos un país desarrollado. En este mismo lapso de mi vida otros países tercermundistas sí han llegado al desarrollo y con menos riquezas naturales que Chile.
En la Cuenta pública se habló de la droga, de la seguridad, del tren rápido, de la vejez, del cambio climático, pero ¿qué norte distinto se anuncia para dar valor agregado a la riqueza de nuestro país, en todas sus regiones, de manera de cambiar la historia de ser casi sólo exportador de materias primas?
Ciencia y tecnología para darle valor agregado a la inteligencia chilensis y al territorio chilensis. Por ahí debería ir el cambio. La Cuenta Pública y el TPP11 son más de lo mismo.
Gonzalo Ilabaca
Plan B
El Presidente Piñera insiste férreamente que busca lograr un gobierno de acuerdos, pactos y de unidad. Muestra de ello viene siendo gran parte de su discurso en la Cuenta Pública del sábado pasado. En definitiva, busca conseguir cierta armonía política con un Congreso que le es opositor.
Sin embargo, el Mandatario tiene grandes obstáculos para ello: un Frente Amplio atrincherado y obstruccionista y una DC y PR ambivalentes, que entregan más dudas que certezas respecto a su desempeño en el hemiciclo.
Con un país cada vez más alejado y decepcionado de la clase política, ¿no vendrá siendo tiempo de buscar otras alternativas de praxis política y de entregarles a los chilenos un mensaje algo más esperanzador sobre el devenir de nuestra nación?
Nicolás Martins
Cambio curricular I
La tómbola no sólo se utiliza para la selección de estudiantes, además se empleó para definir la malla curricular de terceros y cuartos medios. Historia quedó fuera... la razón de ser de una nación, su legado, su identidad, se reconoce en su historia, conformada no sólo por personas y personajes, sino por un conjunto heterogéneo de acontecimientos simples y complejos que van construyendo el tejido social, político y económico de una país.
Se argumenta desde la autoridad que historia va a seguir en función de las horas de libre disposición (de acuerdo al criterio de cada unidad educativa), así también educación física, argumento que constituye una falacia, pues entonces no habría libre disposición.
Una reforma que partió mal no puede terminar sino que peor. Es el gran mérito de todos los últimos gobiernos: convertir la educación en plataforma de discusiones banales entre cerebros que no entienden lo que es una política de Estado y con menosprecio de los estudiantes y profesores. ¿Alguien me podría explicar qué significa el engendro "Ciencias de la ciudadanía"?
Pedro Osses González
Cambio curricular II
A propósito de los cambios curriculares que promueve el Ministerio de Educación, quizás sería el momento de que un Estado laico y moderno como el nuestro, prescinda de enseñar religión, al menos en las escuelas públicas y liceos. Frente al pensamiento religioso, el Estado debe ser neutro y la formación religiosa de los niños y jóvenes no debería estar dentro de sus preocupaciones. La religión debe estar en el ámbito privado y familiar, en el seno de los hogares y de las iglesias mismas.
Asimismo, por defecto, históricamente el Estado ha enseñado una sola religión, lo que a la luz de los nuevos tiempos aparece como una situación anómala que urge corregir. Esas horas deberían ser reemplazadas por clases historia o educación física, que se eliminarían, o por la incorporación en los currículums de más horas de inglés o clases de ciudadanía, de ética y filosofía, de derechos humanos, de identidad cultural, en fin, de temas y contenidos mucho más relevantes para la sociedad y la formación integral de las próximas generaciones.
Rodrigo Reyes Sangermani