Equipo Crónica

Ni la creciente sobrecarga de trabajo a la que están sometidos los magistrados, ni redactar fallos los domingos sin excepción, ni tampoco el apoyo constante de los funcionarios para intentar agilizar los procesos, han podido resolver el grave problema de retraso en la tramitación de causas por el que atraviesa el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso.

Una situación que se exacerba cada año desde que se implementara el juzgado en 2009 con un ingreso de 2.819 causas, pero que hoy reviste alcances preocupantes considerando que no sólo la cantidad de ingresos representa un 66% más de lo proyectado inicialmente, sino que además el número de jueces no tiene capacidad para asumir más ingresos de los que hoy difícilmente intenta tramitar.

Según el Informe técnico para la implementación del proyecto de ley de los 110 jueces, elaborado por el Departamento de Desarrollo Institucional perteneciente a la Corporación Administrativa del Poder Judicial, la proyección de ingresos para el Juzgado de Letras del Trabajo Valparaíso pasaría de 3.055 causas en 2016 a 3.202 en 2018 y a 3.276 en 2019.

La realidad resulta diferente: el año pasado cerró con 4.842 ingresos y en lo que va del año ya se contabilizan 2.100 causas, lo que hace prever que este año la cifra podría bordear los 5 mil registros.

El panorama no es favorable para funcionarios y magistrados, pero tampoco para los trabajadores que ingresan sus causas al juzgado, ya que la situación se traduce en retrasos en los procesos en contra de sus empleadores. De hecho, la Reforma Procesal Laboral de octubre de 2008 que dio inicio a los Juzgados de Letras del Trabajo contemplaba -por ejemplo- que un proceso de tutela laboral demorara dos meses en su tramitación y resolución, pero hoy el tiempo de demora promedio es de entre 5 y 6 meses.

Proyección errada

Cuando el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso inició funciones en 2009 con 2.819 causas, los tres jueces asignados parecían suficientes para cubrir los ingresos, pero al poco tiempo la situación evidenció lo contrario debido a que el aumento ha sido exponencial con alzas sostenidas cercanas al 10% anual.

Debieron pasar nueve años, muchos oficios y varias instancias en que se solicitó ayuda, para que recién en junio de 2018 se asignaran otros tres jueces para hacer frente a 4.842 causas, considerando los ingresos ya en trámite y, además, las causas nuevas que han ingresado desde mediados del año pasado como resultado de la modificación de la normativa que permitió a los funcionarios públicos iniciar procesos contra sus empleadores.

Pese al esfuerzo, el volumen de causas terminó por poner a prueba cualquier planificación. De hecho, tal como lo plantea la jueza presidenta del juzgado, Mónica Soffia Fernández, "la Corporación Administrativa del Poder Judicial estableció un estándar de 500 causas anuales por juez, pero es evidente que ese estándar se encuentra superado, ya que si bien es cierto que actualmente el Tribunal cuenta con seis jueces titulares, ese ingreso real entrega actualmente a cada juez 806 causas anuales, es decir 67% más de causas por cada magistrado".

Se trata de la cantidad más alta asignada a cada juez en los juzgados laborales del país que presentan problemas similares a los de Valparaíso, como es el caso de Santiago y Concepción, los que al igual que el juzgado porteño se encuentran en una situación de colapso del cual no se vislumbra una solución en el corto ni a mediano plazo.

Efectos colaterales

La magistrada puntualizó que "con objeto de paliar este déficit, se han realizado constantes gestiones desde el año 2013 ante la I. Corte de Apelaciones de Valparaíso con objeto de recurrir a la destinación de jueces; sin embargo, al ser ésta una solución temporal para tribunales con sobrecarga de trabajo, no representa una vía de solución definitiva, ya que además de cumplir con una serie de requisitos que impiden que esta designación sea oportuna, el aumento de causas sigue su tendencia al alza".

Según los cálculos del Juzgado Laboral de Valparaíso se requiere de un aumento significativo en la planta de jueces, que según la proyección estadística debiera ser de al menos 10 jueces para dar cumplimiento a los plazos legales y para que los usuarios gocen de los beneficios de la Reforma Procesal Laboral.

Para el administrador del juzgado laboral de Valparaíso, Jorge Pacheco, el problema estructural responde a la acumulación de juicios en una proporción mayor a la capacidad actual.

"Un efecto de eso es que hoy hay audiencias que están siendo agendados para noviembre próximo, y debieran tener un plazo máximo de dos meses. Esto no es sólo cifras, sino que se traduce en que la demora afecta a trabajadores que esperan una resolución de su caso, por ejemplo, para obtener el pago de una remuneración adeudada o el pago de un finiquito", explicó.

Precisó que una causa promedio está demorando 124 días en tramitarse, esto es 60 días más de lo que debiera durar. Esa demora en la tramitación de las causas debido a déficit de jueces incide, dijo, en que "el control lo tiene el demandado porque la demora le favorece para presionar al trabajador, en el entendido de que puede ofrecerle salidas mientras el proceso sigue en curso y así el trabajador puede aceptar una conciliación que no le es tan beneficiosa".

"La Corporación Administrativa del Poder Judicial estableció un estándar de 500 causas anuales por juez, pero es evidente que ese estándar se encuentra superado"

Mónica Soffia Fernández, Corporación Administrativa P.J.

"Un efecto de eso es que hoy hay audiencias que están siendo agendados para noviembre próximo, y debieran tener un plazo máximo de dos meses"

Jorge Pacheco, Administrador Juzgado Laboral