Con la peor sequía en 60 años y con un limitado anuncio presidencial en materia de embalses en la Región, el tema de la crisis hídrica alarma, pues amenaza al consumo humano y a la producción agrícola.
En su Cuenta Pública el Presidente Sebastián Piñera afirmó que el 83% de las aguas que corren por nuestros ríos se pierden en el mar, las que aprovechadas podrían duplicar la cantidad de hectáreas dedicadas a la agricultura. Y ante esa realidad anunció la construcción de 26 nuevos embalses a lo largo del país. En esa lista sólo uno en la Región de Valparaíso: Las Palmas, Provincia de Petorca, donde la sequía golpea duro.
Para Gustavo Valdenegro, alcalde de la comuna de Petorca, ese embalse "quedó zanjado en el Gobierno de Michelle Bachelet; por lo tanto, que se priorice algo así de avanzado no es novedad ni sorpresa". De cualquier modo, la iniciativa del Gobierno anterior avanza en el actual y las obras ya fueron adjudicadas a un consorcio chino que las iniciará el próximo año para terminarlas en 2025, cubriendo una superficie de riego de 2.895 hectáreas.
Pero si bien el Presidente no anunció nuevas obras de riego, Raúl Fuhrer, seremi de Obras Públicas, recordó que además de Las Palmas están los proyectos Aromos, Catemu y Pocuro, que cuentan con financiamiento para avanzar en los estudios. En el caso de otros tres reservorios, se analiza el financiamiento.
Recuerda además el seremi que el MOP construyó Chacrillas, el primer gran embalse de riego en la Región.
Pero quien dice una verdad del porte de una catedral es Santiago Matta, gerente de la Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del río Aconcagua: "No tenemos suficiente capacidad; por eso cuando hay lluvia, no hay dónde guardarla para cuando la necesitamos". O sea, que podríamos tener un año de abundante lluvia, pero el agua se perdería en las inmensidades del mar.
Insistiendo en el tema de "guardar el agua", el presidente de la Comisión de Recursos Hídricos del Consejo Regional, Iván Reyes, afirma que 800 millones de metros cúbicos de agua del río Aconcagua se pierden anualmente en el océano. Pecado mortal. Su receta es construir un embalse de cabecera en el río Aconcagua.
La realidad es que nos podemos quejar de la sequía, del cambio climático y del Presidente que recicló como novedad algo que no es nuevo, Las Palmas en Petorca, pero el tema de fondo está en el eterno derroche que se hace del recurso hídrico, el que se arrastra por décadas y que se comprueba en la falta de inversión en materia de conservación de las aguas que vienen de las lluvias, que escurren por los ríos o que esconden las napas subterráneas. Ahora, con la soga al cuello, ¿estamos recuperando con seriedad y rapidez el tiempo perdido?