Pamela Boltei
Hugo Espinoza asumió hace un año y ocho meses el cargo de director de Control Interno del municipio de Viña del Mar. En todo este tiempo se han conocido varias cifras complejas para la administración de Virginia Reginato que incluso han derivado en una acusación por notable abandono de deberes contra la alcaldesa, principalmente debido a lo informado en enero pasado en la Auditoría N° 577 de la Contraloría Regional de Valparaíso.
En esa oportunidad se supo de un déficit de más de $ 17 mil millones, monto que, de acuerdo al último informe trimestral entregado por Espinoza, disminuyó notoriamente a sólo $ 11 millones. Hoy hace una evaluación de lo que ha ocurrido durante los últimos meses. "Ha sido bastante intenso".
- ¿Cuál es su objetivo de dar a conocer estas cifras? ¿Hay una agenda distinta, un interés de perjudicar?
- Es uno de los puntos que nacen desde el desconocimiento del rol de las finanzas. Éstas tienen varios objetivos y uno de ellos es entregar la información de la real posición financiera de la institución y eso significa mostrar en forma objetiva todos aquellos guarismos económicos que afecten el futuro desempeño de la institución.
- ¿Cómo vio el informe de la Contraloría Regional y los $17 mil millones de déficit a 2017? ¿Era congruente con las cifras que ustedes manejaban?
- La crisis se venía gestando hace varios años. Uno observa los presupuestos ejecutados de cada año y los gastos iban subiendo a la vista de todos. Esto se agudizó entre 2015 a 2016 con la aplicación de las leyes que mejoraron las remuneraciones en el sector público. Esto era algo deseable, porque las remuneraciones del sector municipal estaban por debajo del sector público, pero en el caso de Viña impactó de mayor forma porque la cantidad de funcionarios a honorarios es muy grande.
- Eso fue cuestionado por la Contraloría Regional. ¿Aún sigue?
- Claro. Las últimas cifras que tengo -que varían todos los meses cuando hay contrataciones- de hace unas semanas eran de 1.009 funcionarios a honorarios, teniendo la contrata completa. Hay, de vez en cuando, tareas nuevas y eso repercute en el número de personal, pero tener mil personas es excesivo en Viña. Quilpué, Villa Alemana y Concón en conjunto no tienen mil funcionarios.
- La cifra del déficit bajó notablemente. ¿A qué se debe?
- En algún momento tenía que empezar a notarse los resultados del ajuste. En obras la ciudad ha estado prácticamente paralizada. Las obras que se ejecutan con fondos propios prácticamente están a nivel muy bajo. Cuando hay un buen manejo se pagan las remuneraciones, los gastos fijos, las subvenciones y le sobra plata, y esa utilidad se reinvierte en la ciudad.
- ¿Pero qué tan fácil es para los municipios obtener esa utilidad?
- Los municipios grandes lo hacen permanentemente. Santiago, Las Condes, Concepción, Antofagasta. Y Viña estaba en ese grupo, pero lamentablemente salió. Y no olvidemos que Viña tiene un Casino Municipal que Valparaíso no tiene. La situación de 2017 hasta ahora ha mejorado en términos económicos, la que ha pagado el costo es la ciudad, porque no han habido obras. Pero me sigue preocupando el futuro porque continúan las contrataciones a honorarios, no tenemos un director de Administración y Finanzas titular. Está subrogando un funcionario de carrera.
- ¿Y qué importancia tiene eso?
- Una de las tareas de las finanzas es poner las restricciones a los gastos, porque se corre el riesgo de un sobregasto, que es lo que ocurrió en Viña.
- Se ha criticado mucho la fórmula de la Contraloría Regional para calcular el déficit...
- La Contraloría se adapta a las circunstancias financieras de cada municipio. Y en el caso de Viña del Mar, esto radica en el tratamiento respecto a las cuentas por cobrar. Las más importantes son las de patentes y publicidad, y cuando tenemos una gran cantidad de incobrables, sucede que esto aumenta y aumenta, y en el caso eso sucedió en los últimos años. Son elevadísimas.
- Ha habido un juicio político al contralor Jorge Bermúdez...
- Han hablado sobre la metodología. Pero ¿usted cree que en Viña del Mar -y en otras comunas también- que tienen una altísima suma de cuentas por cobrar, que supera el 90% del activo, se pueden poner como activo? Eso hace que la Contraloría cambie la fórmula. En el caso de Viña, eran menos de mil millones anuales y este año lo aumentaron a $3 mil millones, cosa que objetamos, varios concejales no aprobaron el presupuesto por eso. Cuando tengamos el estado financiero de junio vamos a poder evaluar si esos $3 mil millones se van a dar, porque si entre enero y junio han cobrado $1.500 millones de morosidad, perfecto; pero si no, la cifra está sobreestimada.
- ¿Eso llevó a la Contraloría a utilizar una fórmula diferente?
- Es la impresión que yo tengo, conociendo el caso de Viña del Mar y el actuar de la Contraloría en este proceso. No consideró las cuentas por cobrar por esto, porque tienen un altísimo grado de incobrabilidad.
- ¿Se utilizó la auditoría de Viña del Mar de forma política?
- No, en ningún caso. Las municipalidades son un ente político y todas las instituciones tienen sus problemas internos; y que el contralor tiene sus dificultades, eso está a la vista, pero en ningún caso creo que ha habido intención de nadie, ni de la Contraloría, de hacer una evaluación política de este caso.
- ¿Cree que el caso de Viña del Mar se intenta utilizar políticamente por la UDI para sacar al contralor Bermúdez, desacreditándolo?
- No puedo calificar intensiones, pero evidentemente que el contralor tiene un problema. Uno observa que aquí hay intereses de grupo (para sacarlo). Evidentemente que Viña está en el ojo del huracán al ser una municipalidad más conocida.
- Pero a su juicio, ¿la auditoría a Viña del Mar está buena o mala?
- La veo como una auditoría hecha en forma seria, responsable.
- ¿Mantiene la confianza de la alcaldesa todavía?
- El contralor tiene que cumplir con lo que la ley orgánica manda y está bien definido su rol. Eso es lo que he hecho y seguiré haciendo. No tengo intención ni ambición personal que no sea cumplir con el rol. Yo respondo a la ciudadanía de Viña que me eligió a través del Concejo.
- Usted trabajó en la Dirección de Finanzas, pero ahora tiene una visión más crítica. El diputado Osvaldo Urrutia lo acusó de no tener objetividad...
- Una cosa es la lealtad que es distinto de la incondicionalidad. Yo trato de hacer las cosas objetivamente y respondo a la ley orgánica, al Concejo que me eligió y a la ciudadanía.
- ¿Tiene usted responsabilidad en la acusación por notable abandono de deberes contra Reginato?
- Soy responsable de lo que hago y digo, pero cumplo con la función que le corresponde al contralor. No puedo ser cómplice de nadie aquí.
"La situación de 2017 hasta ahora ha mejorado en términos económicos, la que ha pagado el costo es la ciudad, porque no han habido obras"
"(La Contraloría General de la República) no consideró las cuentas por cobrar por esto, porque tienen un altísimo grado de incobrabilidad"