A los 96 años muere Zeffirelli, el director de "Jesús de Nazareth"
CINE. El realizador trabajó con estrellas como Elizabeth Taylor, María Callas y Mel Gibson.
El cineasta italiano Franco Zeffirelli, famoso en Chile y el mundo por su película "Jesús de Nazareth", falleció ayer a los 96 años, en Roma. El primer ministro de aquel país, Giuseppe Conte, despidió con "profunda conmoción" al también director de "Romeo y Julieta", mientras que su antecesor en el poder, Silvio Berlusconi, afirmó que "desde hoy (ayer) me siento más solo".
"Profunda conmoción por la partida del maestro Franco Zeffirelli. Embajador italiano de cine, arte y belleza. Un gran director, guionista y escenógrafo. Un gran hombre de cultura", escribió Conte en Twitter, apenas conocida la noticia.
"Desde hoy me siento más solo. (...) Franco, siempre te tendré en mi corazón", afirmó Berlusconi en un comunicado.
"No solo hemos perdido a un gran artista que honró a Italia, sino a un hombre de gran profundidad intelectual, gran valor moral y gran coraje civil", agregó quien inició a Zeffirelli en la política a través del partido Forza Italia, con el cual el director fue senador entre 1994 y 2001, confesándose conservador por "desesperación anticomunista".
El deceso del creador de "Té con Mussolini" fue anunciado por el alcalde de su natal Florencia, Dario Nardella, quien lo calificó como "uno de los grandes hombres de la cultura mundial".
El pasado 6 de abril, la presidenta del Senado italiano, Elisabetta Alberti Casellati, al entregarle el premio "Genio y excelencia italiana" destacó que el también director de ópera "hizo de la belleza su lenguaje".
Trabajar a los 96 años
A pesar de la edad y de estar postrado en una silla de ruedas desde hace algunos años, Zefirelli no dejó de trabajar y el 21 de junio iba a materializar uno de sus sueños, cultivado en los últimos diez años, una nueva puesta en escena de "La Traviata", obra que inaugurará la temporada del Festival lírico de la Arena de Verona.
La obra del dramaturgo inglés William Shakespeare, asimismo, fue inspiración recurrente durante la carrera del italiano, motivo por el cual, en 2004, recibió de manos de Isabel II la Orden del Imperio Británico, en reconocimiento a sus montajes barrocos, excesivos, sorprendentes y muy solicitados en los teatros de todo el mundo.
El emblemático teatro La Scala señaló ayer que Zeffirelli "ha dejado una señal inconfundible y personal en la historia del teatro musical, del cine y de la prosa".
Los premios Oscar le fueron esquivos, ya que estuvo nominado en dos oportunidades, aunque sin obtenerlos: como director por "Romeo y Julieta" y como escenógrafo para "La Traviata". Tampoco hubo un homenaje a su trayectoria.
El director recibirá su último adiós este lunes en el cementerio de Porte Sante, en Florencia, su ciudad natal, donde también será abierta una capilla ardiente en el Palazzo Vecchio para que se le pueda rendir homenaje, aunque en un primer momento se había elegido Roma, la ciudad en que vivió durante toda su carrera.
Amor por la belleza
Zeffirelli nació el 12 de febrero de 1923, en Florencia, con el nombre de Gianfranco Corsi. Quedó huérfano siendo niño y se crió entre mujeres, siendo su niñera, Mary, la inglesa que le enseñó su idioma y la obra de Shakespeare.
Sus primeros pasos en el cine los dio con el director Luchino Visconti ("El Gatopardo"), a quien conoció durante unas pruebas para ser actor. Aunque fue rechazado por su acento toscano, el realizador lo mantuvo en su equipo como asistente gracias a los maravillosos dibujos que llevaba en una carpeta.
Luego, el propio Zeffirelli llevó al cine clásicos de la lírica como "La boheme" (de la ópera de Puccini, en 1965); además de Shakespeare en "La fierecilla domada" con Richard Burton y Elizabeth Taylor, en 1966; y "Romeo y Julieta" con Michael York y Laurence Olivier (1968) y "Hamlet" (1990), con Mel Gibson, Glenn Close y Helena Bonham Carter.
Otras de sus obras fueron el filme sobre San Francisco de Asís "Hermano Sol, hermana Luna" (1971), "Campeón" con Jon Voight, Faye Dunaway y Nicky Schrodeer (1978); "Amor sin fin" con Broke Shields (1981) y "Té con Mussolini" (1999), en la que relató su infancia.
En sus últimos años se dedicó sobre a grandiosas producciones de óperas en los principales teatros de Austria, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, además de los dos principales coliseos italianos, La Scala y la Opera de Roma y en la Arena de Verona.
Para la televisión realizó "Jesús de Nazaret" (1977), en varios episodios rodados en Marruecos y Túnez, y que contó con la aprobación de la Iglesia y el rechazo del Partido Comunista italiano; "Días de destrucción" (1966), y "Fidelio" (1970) y la "Misa Solemnis" (1971), de Beethoven.
Zeffirelli, asimismo, mantuvo una gran amistad que con la soprano María Callas, a quien la dedicó la película "Callas for ever" (2002) y que confesó fue la única mujer de la que estuvo enamorado.
"No solo hemos perdido a un gran artista que honró a Italia, sino a un hombre de gran profundidad intelectual".
Silvio Berlusconi, Ex primer ministro italiano
"Embajador italiano de cine, arte y belleza. Un gran director, guionista y escenógrafo. Un gran hombre de cultura".
Giuseppe Conte, Premier italiano
"Falta de pasión"
Franco Zeffirelli publicó su autobiografía en 2003, donde acusó que "la ignorancia, la incompetencia y, sobre todo, la falta de pasión de muchos críticos son evidentes. Para algunos de ellos soy una reliquia del pasado, el representante de un estilo teatral abandonado por las nuevas generaciones de directores. El hecho de que mi trabajo siga sobreviviendo impávido, pese a su hostilidad, les irrita profundamente", detalló El País.