Creadores dicen no traicionar espíritu de "La casa de papel" en nuevo ciclo
AUDIOVISUAL. Una "justificación emocional" es el pie forzado de la tercera temporada de la serie española, que trae a nuevos personajes y estructuras narrativas, pero sin perder su esencia.
Luego que Netflix comprara la serie española "La casa de papel" -que se emitió primero por Antena 3-, ésta despegó definitivamente logrando convertirse en todo un fenómeno de audiencias, siendo la serie de habla no inglesa más vista de la plataforma en 2018. De allí que la empresa apostara por hacer una nueva temporada de la producción, la cual se estrenará completamente el próximo 19 de julio.
Según la sinopsis oficial, tras "conseguir huir con los mil millones de euros de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el Profesor recibe una llamada: uno de los miembros de la banda ha sido capturado. La única manera de rescatarlo, y proteger el paradero de los demás, es volver a reunirlos a todos para llevar a cabo un nuevo robo".
Conexión emotiva
La nueva temporada cuenta con ocho nuevos capítulos en los que, aseguran sus creadores, el mayor reto fue no decepcionar a los millones de fanáticos que tiene la serie. Para ello era esencial encontrar una buena coartada que justificara el regreso de El Profesor, Tokio, Denver y compañía.
"Abrir una serie tan bien cerrada como ésta da un poquito de vértigo, y más con lo que había pasado en todo el mundo", reconoció su creador, Álex Pina, en un encuentro que sostuvo ayer con los medios en Madrid. Ello porque abrir la producción para "hacer otro atraco sin un vínculo o justificación emocional, era un suicidio" en términos narrativos, agregó, recordando que barajaron muchas opciones y finalmente se optó por la captura de Río (Miguel Herrán) como desencadenante, y por una razón fundamental: él es el que está con Tokio (Úrsula Corberó).
"La mirada de la serie es Tokio. Ella es el primer plano de 'La casa de papel', es la narradora, y la detención de Río era a lo que la serie estaba abocada", comentó Javier Gómez Santander, coordinador de guionistas de la ficción, quien reconoció que estuvieron "semanas" dándole vueltas a cómo cristalizarían este regreso.
"Necesitábamos un enlace emocional para que el espectador no pensara 'estos han abierto la Casa de Papel porque había que abrirla'. Ese motor emocional y que el espectador no se sintiera decepcionado, es uno de los elementos con los que más autocrítica hemos trabajado", aseguró Pina.
ADN Latino
Álex Pina adelantó que en la nueva temporada se explora "nuevas vías narrativas" manteniendo intacto el ADN de "La casa de papel" como son el "entretenimiento", la "acción" y "intimidad emocional latina", todo ello envuelto con "una factura muy cuidada" y con un gran "sentido plástico de la estética".
El creador de la serie recalcó especialmente que se insistió en mantener "la identidad española, latina o mediterránea", pues reveló que "hubo muchas voces" que, dado el éxito internacional de la serie, propusieron llevarse el nuevo golpe de El Profesor y su banda fuera de España. Sin embargo se negaron, pues consideran que este lado hispano es parte del éxito de la producción.
"Adosar una mirada latina a un género de acción, que es algo más anglosajon, y dotarla de esa hipérbole emocional como si fuera un cómic en la épica en las emociones... Eso es algo latino. Hay que defender esto desde nuestro lado, no pasarse a su idioma. Eso es esencial", sostuvo. "Además, estos son los personajes que conocemos, es lo que sabemos escribir y a lo que más verdad le vamos a meter", dijo por su parte Javier Gómez Santander.
Ello, sin embargo, no implica la inexistencia de savia nueva. Es así como se suma la española de origen jordano Najwa Nimri como inspectora; mientas que el argentino Rodrigo de la Serna (Palermo), el español de origen armenio Hovik Keuchkerian (Bogotá) y el croata Luka Peros (Marsella) conforman la banda del Profesor (Álvaro Morte), la que también cuenta con otros personajes de las temporadas anteriores: la detective Raquel Murillo -encarnada por Iziar Ituño- y que ahora tiene el nombre de Lisboa y Mónica Gastambide (Esther Acebo) que pasa a llamarse Estocolmo por el síndrome.
Nuevas estructuras
Sobre los nuevos personajes, Álex Pina apuntó que "tienen ADN de 'La casa de papel'. No son elementos extraños, sino más bien dinamizadores que aportan nuevos conflictos y nuevas perspectivas", adelantando -además- novedades en la estructura temporal de la serie.
En este sentido comentó que los nuevos ocho capítulos "funcionan en un tiempo interno todavía más corto que temporadas anteriores" y se desarrollan "casi a ritmo real" pero con "una mayor fragmentación temporal" que seguirá jugando con los flashbacks o, como le gusta denominarlos a Pina, "capas de tiempo". "'La casa de papel' ha funcionado con dos capas de tiempo o incluso tres, pero aquí ampliamos a cinco para invitar al espectador a desfragmentarlas en un trabajo más activo", explicó.
En todo caso, los creadores de la serie prometieron que "ese arco narrativo no se va a dilatar o alargar innecesariamente en el tiempo por cuestiones mercantiles". "Vamos a contar lo que tengamos que contar en el menor tiempo posible. La serie tiene vocación de ser muy ágil, de ir quemando muchos hitos. Eso es parte del espíritu de 'La casa de papel' y no vamos a traicionarlo nunca", finalizó Pina.
"Vamos a contar lo que tengamos que contar en el menor tiempo posible. La serie tiene vocación de ser muy ágil, de ir quemando muchos hitos. Eso es parte del espíritu de 'La casa de papel' y no vamos a traicionar"
Álex Pina, Creador de la producción