Cristián Rodríguez F.
Más de dos semanas sin poder ser ubicados lleva una pareja de guardadores del programa Familia de Acogida (FAE) -perteneciente al Servicio Nacional de Menores (Sename)- desde que decidieron huir junto a un menor de sólo un año que tienen bajo su cuidado, tras enterarse que el Tribunal de Familia de Viña del Mar había decidido quitarles al bebé para entregárselo a otras personas.
De acuerdo a lo que informó en un principio la dirección regional del servicio, la persona guardadora, Francisco Sepúlveda, y su pareja, Sergio Durán, comenzaron a solicitar el cuidado definitivo del menor sin que éste haya sido declarado como susceptible de adopción. Sin embargo, ambos negaron lo anterior en un contacto que hicieron con el programa "Bienvenidos", de Canal 13, donde descartaron haber realizado algún trámite para conseguir adoptarlo.
En ese mismo contexto fue donde la pareja advirtió que si les quitaban al menor de iniciales E.O.C. le estarían provocando una "nueva vulneración en sus derechos", considerando que ellos lo llevan cuidando desde octubre del año pasado, cuando el bebé sólo tenía cuatro meses de edad.
Rol de cuidadores
Para la psicóloga clínica infanto-juvenil y directora del Colegio Nacional de Psicólogos, Isabel Puga, es justamente durante el primer año de vida de los niños donde se generan los principales lazos afectivos.
"En la teoría del apego se habla de figuras cuidadoras primarias y no tanto de madres, por ejemplo. Esas figuras corresponden a personas que se hacen cargo específicamente de un infante, y sus principales características son de contención, estimulación, consuelo y protección, lo que es fundamental porque todos somos seres emocionales y los menores, sobre todo, requieren de una figura de contención que sea capaz de coordinarse con las necesidades del bebé", explicó la profesional.
En esa línea, la psicóloga aseguró que las relaciones vinculares "comienzan desde el mismo nacimiento" y que incluso "a las seis semanas uno puede notar el nivel de sensibilidad y de respuesta del niño".
"Desde el nacimiento que esa relación, que le llamamos apego, resulta fundamental y permite ir construyendo la identidad y personalidad del niño", indicó la directora, quien advirtió un complejo escenario en caso de que los guardadores pierdan al menor.
Advierte complejidades
"A los nueve meses, aproximadamente, los niños son capaces de tener noción, saben reconocer a otros y tienen esa sensación de continuidad. Por lo tanto, las personas que han estado cuidando a este menor ya son sus figuras primarias porque han generado vínculos importantes, así que si le llegasen a sacar estas figuras, se le estaría provocando un daño tremendo al bebé", sostuvo.
Y agregó: "Si le quitan el vínculo afectivo que tiene, incluso se pone en riesgo la salud mental del menor. Y el escenario sería aún peor considerando que es muy probable que, si eso llega a ocurrir, a ellos también los retiren del sistema de guardadores y nunca más podrían ver al bebé".
Separación "no es ideal"
En cuanto a las complejidades que le provocaría al menor una separación de sus actuales guardadores, Puga coincidió en que "lo peor que podría pasar es que efectivamente le quiten al menor, porque se le estaría provocando una nueva vulneración en sus derechos".
"El niño ya ha generado una relación de vínculo con esas dos figuras. Acá lo que se decida tiene que ser pensando siempre en lo mejor para el bienestar del menor, y lo ideal no es precisamente andar cambiándolo de guardador a cada rato", señaló la directora.
"A los nueve meses los niños son capaces de tener noción (...) Si le quitan el vínculo afectivo que tiene, incluso se pone en riesgo su salud mental"
Isabel Puga, Directora del Colegio, de Psicólogos de Chile
Cambios en nueva Ley de Adopción
En el marco de la reforma a la Ley de Adopción, la Comisión de Políticas Públicas para la Infancia y Adolescencia del Colegio de Psicólogos hizo hincapié en que que se debe evitar la "retraumatización" de los menores que implica "cualquier cambio en su entorno". Además, advirtieron que las familias de acogidas interesadas en adoptar al menor bajo su cuidado, como ocurre ahora, "deberían ser consideradas en las mismas condiciones que los demás postulantes (...) cuando se haya establecido un vínculo afectivo entre ellos".