La sola mención de Rapa Nui nos remite a la imagen de los moais, una vegetación exuberante, playas paradisíacas, y una artesanía hecha de conchitas y plumas. Esto último, sin embargo, es lo más alejado de la realidad pues también se ocupan maderas como el makoi, piedras como basalto y obsidiana, fibras vegetales como el mahute y huesos que no sólo le entregan una identidad única al trabajo que realizan los artesanos de la isla, sino que dan cuenta de la cosmovisión del pueblo gracias a las imágenes que se utilizan como el kava kava, rongo rongo, moko y rey miro, que son algunas que se repiten en las piezas.

Un arte que, sin embargo, ha estado a punto de desaparecer no sólo por la falta de algunas materias primas -como el Toromiro, árbol extinto en la Isla hace más de 50 años-, sino también por la introducción de souvenirs que son comercializados entre los turistas, lo que ha hecho perder la relevancia y la identidad de la auténtica artesanía Rapa Nui.

De allí que en octubre del año pasado se inició la primera etapa del "Programa de transferencia, fomento y protección de la artesanía tradicional Rapa Nui", impulsado por la Seremi de las Culturas de la Región de Valparaíso y la Gobernación de Isla de Pascua, que con un presupuesto de 370 millones, aportado por el Gobierno Regional a través de un FNDR, tiene como uno de sus principales objetivos lograr el reconocimiento de esta tradición a través de conseguir la nominación de Sello de Origen.

En pro de la diferencia

Con esta meta en la mente, en las últimas semanas se han desarrollado charlas y talleres dictados por Inapi y Artesanías de Chile cuyo fin es entregar información y capacitación a los artesanos en las áreas de gestión cultural, emprendimiento y ventas. El objetivo final es que los artesanos de Rapa Nui cuenten con una organización, reglamento y una marca distintiva que permita identificar claramente lo que es la artesanía original.

La seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Constance Harvey -que hace pocos días estuvo de visita en la Isla- recalcó la importancia de contar con este sello, pues permite "diferenciarse de todo lo que está llegando de afuera, de los objetos de mala calidad que no tienen el maná que le incorpora el maestro artesano, para que los visitantes puedan distinguir una obra de calidad al resto de artesanías que se comercian, y el sello también les permitirá ser conocidos, contar con una marca y difundirla".

"La importancia que yo veo de este programa es primero hacia la isla. Uno siempre piensa que las protecciones deben servir hacia fuera, para el turista y la comercialización, pero esta protección sirve hacia adentro, porque es un refuerzo más para valorizar lo trascendental de la actividad que se ejecuta aquí desde los tiempos que llegó el primer rey a colonizar la isla", comentó Tarita Alarcón, gobernadora de Rapa Nui.

Por su parte, la coordinadora del área de Artesanía del Ministerio Bárbara Velasco, quien también visitó Rapa Nui, dijo esperar que "este sello sea el inicio de un camino más amplio, con una mirada colectiva, sobre la transmisión y puesta en valor de la cultura Rapa Nui, que permita construir mecanismos efectivos de mediación y que logre finalmente tener un impacto a nivel comercial, favoreciendo la continuidad de nuevas generaciones en el compromiso del hacer lento, con valor, memoria y ancestralidad".

Traspaso de saberes

Entre las iniciativas que se están ejecutando para potenciar el trabajo de conservación de la artesanía ancestral se encuentra que maestros artesanos trabajen con aprendices. Es así como Tomás Tuki Tepano (Sello de Excelencia de Artesanía, Unesco), la Tesoro Humano Vivo Isabel Pakarati, Jorge Eloy Tuki (Etu), Pablo Hereveri y Luis Paté están traspasando sus conocimientos y técnicas a tres aprendices cada uno con talleres semanales.

"Son pocas las personas que trabajan bien la artesanía acá, y por eso hay que seguir transmitiendo a los más pequeños, no lo podemos dejar atrás, porque si yo me muero, me llevo todo, y este es un trabajo que debe traspasar generaciones", recalcó Tomás Tuki Tepano.

El objetivo no es sólo el traspaso de técnicas, sino también de saberes y del contenido simbólico de lo que significa crear cada una de las piezas para no caer en la producción en serie. "Hay jóvenes que hacen rápido una obra para vender, por eso la forma de proyectar nuestra artesanía es que los jóvenes aprendan", apuntó Luis Paté.

"Por ejemplo -continuó- la gente que viene a ver los 15 moais de Tongariki pueden apreciar un trabajo fenomenal, pero los 15 moais no son iguales, y eso es porque hay talladores que trabajaron ahí, ya que cada moai representa la mano de un escultor y a hombres, y eso es parte del legado que dejaron nuestros ancestros y que hoy continuamos nosotros".

Pablo Hereveri contó que al igual que los otros artesanos la enseñanza vino de sus familias que le traspasaron la información que proviene de sus ancestros y que mantienen vivas las esculturas de moais tal como antaño. Hereveri partió haciendo moais kava kava, pero "para no molestar a los espíritus", optó por tallarlos en piedra basalto con herramientas diamantadas, "por lo que pueden durar mil años. Lo importante es mantener estas técnicas, porque no nos puede reemplazar un moai de molde", acotó.

Difusión por el mundo

Constance Harvey analiza que "hay poco conocimiento de la artesanía ancestral Rapa Nui, incluso un poco de confusión, y es importante para nosotros no sólo rescatar la artesanía a través de los maestros artesanos con su transferencia a los aprendices, sino que dándola a conocer tanto a nivel local, como nacional e internacional, de tal manera que vaya proliferando la cantidad de jóvenes que quieran ser artesanos y que ellos vean en esto una posibilidad de trabajo".

De allí que este proyecto -que tiene un plazo de ejecución de dos años- también considera la difusión del Sello de Origen para posicionar su marca tanto dentro como fuera de la isla, para lo cual se creará una página web y se realizará una exposición con obras que itinerará por cuatros regiones del país (Atacama, Valparaíso, Metropolitana y Araucanía), para llegar finalmente a la isla y quedar depositada en el Museo P. Sebastián Englert.

"(El sello de origen permitirá) diferenciarse de todo lo que está llegando de afuera (...) y les permitirá ser conocidos, contar con una marca y difundirla"

Constance Harvey, Seremi de las Culturas,, las Artes y el Patrimonio

"Uno siempre piensa que las protecciones deben servir hacia fuera, para el turista y la comercialización, pero esta protección sirve hacia adentro"

Tarita Alarcón, Gobernadora de Rapa Nui