Flor Arbulú

El Archipiélago Juan Fernández -compuesto por las islasRobinson Crusoe, Alejandro Selkirk y Santa Clara- podría colapsar si la residencia permanente alcanza las 1.500 personas. Así lo dio a conocer el alcalde Leopoldo González en abril pasado, solicitando un estatuto que regule el libre tránsito de personas, tal como el que rige actualmente en Rapa Nui.

En este contexto, la semana pasada el subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, asistió a la Comisión Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales invitado por el presidente de ésta, el senador de la Quinta Región Kenneth Pugh. El objetivo era que Salaberrry "expusiera cuál es el cronograma que tiene considerado".

"En la exposición nos señaló dos aspectos: primero, la necesidad de conformar la mesa técnica, que es una que involucra a varios ministerios -en su minuto faltaba dos ministerios que tenían que designar representantes, y probablemente ya deben estar designados- y lo segundo son los términos de referencia técnica que tiene que elaborar la municipalidad (...) para que, con esos elementos, poder levantar en el segundo semestre el modelo que se va a licitar", detalla Pugh.

Modelo propio

Ello porque es imposible replicar exactamente el reglamento de Rapa Nui, pues no tienen las mismas variables. Allí, comenta el senador, "tenemos el modelo de carga diseñado por la Universidad Católica de Santiago y permitió generar la ley 21.070, donde toma variables diversas, varias de ellas culturales porque hay que proteger el lenguaje y el patrimonio. En el Archipiélago Juan Fernández hay que proteger una reserva de la biósfera".

Desde esta perspectiva, el estatuto no es solamente para limitar la permanencia y circulación de las personas. El senador Kenneth Pugh asegura que lo que se busca es "cumplir con los objetivos de las Naciones Unidas al 2030 en cuanto a desarrollo sostenible que tiene tres perspectivas: la económica, o sea la isla genera sus recursos para poder subsistir; la social, obviamente la cantidad de personas que pueden haber (...); y la tercera, que es fundamental, la medioambiental".

Respecto a este último ejemplifica con el mayor depredador que existe en el Archipiélago, las denominadas "mascotas escapadas". Se trata de perros y gatos que no están en manos de sus dueños y que al no ser razas endémicas destruyen el ecosistema.

"El modelo de carga que buscamos para el Archipiélago Juan Fernández tiene que ser un poco más desarrollado y con variables dinámicas. Diría que el conocimiento, el estado del arte del desarrollo de sistemas dinámicos, es el que nos va a ayudar a comprender mucho mejor la fragilidad del Archipiélago Juan Fernández", comenta Pugh.

A raíz de todo esto, el senador adelanta que "tengo planificadas reuniones con el embajador de Ecuador" para conocer la experiencia de este país con las Islas Galápagos, cuyo modelo ya tiene 40 años de éxito, "y entregar material a la mesa técnica para que puedan generar un estándar más completo y mejor basado en la experiencia de todo lo que ocurrió en Rapa Nui, que es un modelo sencillo, y el modelo más complejo de Galápagos".

Ese modelo se licitaría el próximo año y el parlamentario espera que "pueda participar el mundo académico regional. Ojalá una o un grupo de universidades de la región se ganen esa licitación para que los conocimientos queden en el gobierno regional de Valparaíso y no tengamos que ir a Santiago a ver los ajustes del modelo".