Conectividad aérea
Rafael Bravo Villarroel , Presidente Federación Aérea de Chile
El gobierno anunció, en días recientes, un plan de modernización de 17 aeropuertos a lo largo del país, donde 15 de ellos podrían comenzar a operar vuelos internacionales. Se trata de una positiva noticia para la aviación nacional, y para el país en general, ya que ampliar y modernizar la infraestructura de estos recintos tiene distintas ventajas.
La más significativa es que esta inversión permitirá en el mediano plazo mejorar sustancialmente la conectividad aérea, al facilitar la apertura de nuevas rutas, y promover los viajes interregionales, de manera que no todos los vuelos deban pasar necesariamente por Santiago.
Esto contribuye, a su vez, a la descentralización del territorio nacional, y consolida, desde la perspectiva comercial, el modelo low cost, beneficiando con ello a millones de chilenos que hoy tienen una alternativa más asequible para transportarse vía aérea. De hecho, para los próximos años se proyecta una cifra de 30 millones de pasajeros anuales en la aviación comercial.
Existe también una dimensión menos visible, pero igual de importante en este anuncio, considerando que Chile cuenta en la actualidad con más de 300 aeródromos en todo el país, que son de vital relevancia, especialmente para una nación que tiene una geografía compleja, con múltiples zonas remotas y de difícil acceso.
En su mayoría son aeródromos locales, en los que funcionan -en muchos de ellos- los clubes aéreos, entidades que desempeñan una significativa labor para las comunidades de los territorios donde están emplazados. Por cierto, la conectividad aérea, que permite el traslado de personas entre localidades que muchas veces no tienen conexión terrestre.
Además, representan un eslabón vital en la prevención y manejo de emergencias provocadas, por ejemplo, por desastres naturales, que son de alta ocurrencia en Chile; como también en casos de evacuación, combate de incendios, transporte de víveres e insumos, de personal de rescate para enfrentar episodios críticos, traslado de órganos.
El desarrollo de estos clubes, y su infraestructura disponible, es al mismo tiempo trascendental para la formación de pilotos para la nación, en el desempeño de variadas funciones que requiere el país. Según estimaciones de la industria, al 2040, Chile requerirá al menos 5 mil nuevos pilotos de aviones comerciales, sin contemplar los que se necesitan en otras áreas.
Con todo, no debemos perder de vista lo estratégico que es para el país resguardar y mejorar estos aeródromos locales y promover el desarrollo de más clubes aéreos. Desafíos que esperamos sean asumidos como prioridad por el Estado, donde destacamos la preocupación permanente del Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Aeropuertos por el desarrollo de aeródromos locales.