"A pesar de lo que se habló, no tuve ningún operador político en esto"
La designación como nueva ministra de la Corte Suprema, ratificada por el Senado el miércoles pasado, aún mantiene a María Angélica Repetto (65) con una alegría desbordante. Los exactos dos meses que transcurrieron desde que fue designada por el Gobierno hasta que se aprobó su nominación no fueron sencillos, sobre todo por lo agitada que quedaron las aguas tras el polémico proceso que enfrentó Dobra Lusic, la primera carta del Ejecutivo para que integrara el máximo tribunal.
"Fue un proceso inesperado, diría yo, más que difícil", reconoce la magistrado, en una de sus primeras entrevistas desde que obtuviera 36 de 38 votos a favor en el Senado.
"Cuando uno inicia carrera nunca espera nada. Hace 38 años no lo pensé y no fue mi meta, porque las cosas se van dando a lo largo de los años y en el camino. Lo que sí yo creo es que cuando uno postula a un cargo como ministra, por supuesto que tiene la esperanza de que pudiera alguna vez resultar. Y las cosas se dieron", dice la magistrado, mientras vive sus últimos días en su despacho de la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
- Durante estos días usted ha resaltado que es la primera mujer de región en llegar a la Suprema. ¿Cómo se puede traducir esa característica si no es en los fallos?
- Acá hay un tema importante de género. La primera mujer que llegó a ser ministra fue en 1971, aquí en Valparaíso, siendo que esta Corte empezó en 1892. Pasó todo ese tiempo para tener a una primera mujer. Por eso creo que es importante que ahora sea una de región, porque el santiaguino tiende a tener una visión de lo que es la capital. Estando allá, da la impresión que ven a las regiones como chicas, y tenemos que tratar de agrandar esa visión.
- Más desde un aspecto institucional que jurídico.
- Sí, porque tenemos que ser capaces de transmitirle a las personas que integran la Corte Suprema lo que son las regiones y estar más cerca de ellas. No tiene que ver sólo con un tema de fallos. El Poder Judicial está integrado por personas en cada una de las regiones. Así que en el camino se irá viendo cómo uno puede contribuir a lograr eso para que exista un mayor acercamiento.
- ¿Le costó mucho la sobreexposición que significó el proceso?
- La verdad es que fue sorpresivo, porque a raíz de esta nominación surgió un procedimiento nuevo que nunca se había realizado. Más intenso, donde incluso se abrió un canal público para que las personas pudieran opinar. Al menos yo, nunca he tenido un gran perfil público, por lo tanto efectivamente es algo nuevo y donde, claro, uno está muy expuesto. Pero en estos cargos públicos pienso que va a ser así. El que tenga algo que quiera ocultar será más difícil poder hacerlo.
- ¿Se refiere a las situaciones que se exponen durante el proceso?
- Lo que pasa es que en mi caso fue una situación distinta, porque tanto se habló de que todos tenían operadores políticos, y bueno, pese a eso no tuve ningún operador en esto.
- ¿Descarta que hayan existido gestiones detrás de su nombre?
- Es que justamente lo que se le criticó a la señora Dobra es que tuviera operador político y salió también a la palestra que era habitual que muchas personas los tuvieran. Pero en mi caso no hubo ningún operador político, tanto así que al día siguiente (de que Lusic declinara su postulación) el Presidente (Piñera) me propuso a mí.
Posiciones valóricas
- ¿Le molestó que la tildaran de conservadora en un proceso donde debiesen primar las capacidades técnicas de la persona?
- ¿Usted dice eso en relación a lo del aborto libre?
- Sí, por su exposición en la comisión de Constitución del Senado.
- Mire, la verdad es que creo que cada uno puede pensar lo que quiera. Si se estima que uno por no ser partidaria del aborto libre es conservadora, me parece estupendo. Y respeto esa posición, pero no estoy de acuerdo y no la comparto, porque existe la imparcialidad del juez, que va más allá de lo que piense o crea valóricamente. La misión del juez es aplicar la ley con imparcialidad.
- ¿Cree que ha costado que el mundo político entienda eso, considerando que hasta su nominación todos los gobiernos socializaban el nombre de los candidatos para mantener equilibrios?
- Es que no sé si se haya alterado algún tipo de equilibrio. Pero como lo he dicho, nosotros no somos políticos. Estamos para hacer justicia y dictar la ley (…) La Corte Suprema tiene que estar integrada por personas idóneas, que reúnan todos los requisitos y que independiente de las posiciones que puedan tener ellos, actúen como cualquier judicial.
- ¿Pero esas posiciones no se terminan reflejando en los fallos?
- Es que, como le digo, la visión que tengo del juez y de la gran mayoría es la de la imparcialidad, que está en aplicar la ley. Y en caso de que no exista esa ley, estamos igual de obligados a pronunciarnos por el principio de la inexcusabilidad.
- En esos vacíos es donde muchas veces se ha planteado que entran en juego las ideologías.
- Es que es difícil dar una opinión porque hay que ir al caso concreto, y ahí uno tendrá que analizarlo. Uno no puede dar algo como regla general en relación a esa materia.
Crisis institucional
- Su llegada a la Suprema no se da en el mejor momento del Poder Judicial. ¿Cómo cree que la institución puede salir adelante tras la crisis en la Corte de Rancagua?
- Todos sabemos que lo que ha ocurrido allá es muy grave y las personas tienen todo el derecho a estar molestas y pensar en cómo pueden haber ocurrido estas cosas, sin perjuicio de que, como lo he dicho, aquí hay un derecho a defensa de las personas involucradas. Pero el hecho en sí es grave. Nunca nos habíamos visto envueltos en una situación con denuncias tan graves como estas, pero lo que hay que rescatar es que el Poder Judicial de inmediato tomó todas las medidas para tratar de revertir esta situación, y es lo que se ha hecho y lo que hay que hacer.
- ¿Cree que las otras cortes del país están ajenas a que ocurran situaciones como las denunciadas?
- En mis 38 años que llevo nunca he visto situaciones como las denunciadas. Creo que es algo excepcional y por eso se han tomado todas las medidas para revertirlo y dar una respuesta a algo que nos ha afectado a todos, y que aparte de grave es muy penoso.
- La crisis en Rancagua derivó en que debiese existir un nuevo sistema de nombramiento de jueces. ¿Está de acuerdo?
- Hablando de jueces y de ministros, estoy de acuerdo en que se genere una instancia diferente a la que hay ahora, por varias razones. Principalmente, para suprimir la discrecionalidad, como se ha dicho, y darle mayor transparencia, porque el Código Orgánico indica los requisitos formales que tiene que tener la persona, pero no señala cuál es el procedimiento. Así que comparto todo lo que se traduzca en una mayor transparencia y disminución de la discrecionalidad.
Sistema garantista
- ¿Qué piensa cuando los gobiernos de turno culpan a la "puerta giratoria" para justificar el aumento de la delincuencia?
- En esos casos me parece muy importante que exista un conocimiento de cómo funciona el sistema penal actual, que es muy diferente al anterior. Además, a raíz del incendio en la cárcel de San Miguel en 2010, se modificó la ley estableciendo estas penas sustitutivas, donde en muchos casos las personas pueden cumplir las penas no necesariamente estando privados de libertad.
- Allí es cuando se critica que el sistema es muy garantista.
- Si a eso se le llama que sea garantista, pienso que no está bien. Porque si los jueces están aplicando la ley en aquellos casos que se puede, están actuando de manera correcta. También hay que pensar que el fin de la pena es resocializar a la persona que ha delinquido, y si hay medios para hacerlo, bueno, hay que intentarlo. Por eso también creo que es fundamental que en este país existan los tribunales de ejecución, que tengan como objetivo revisar las situaciones de quienes ya han sido condenados.
Facultades de la corte
- ¿Cuánto espacio cree que tiene la Suprema para involucrarse en las decisiones de otro poder del Estado? Le pregunto por los recursos de protección que se acogieron por la crisis medioambiental en Quintero, donde el Gobierno criticó que la Corte no era la encargada de establecer las políticas públicas en el país.
- Todos los que hemos estado acá sabemos la gran problemática que por años arrastra la zona. Pero he dicho que no puedo criticar o celebrar las instrucciones que se dan a diferentes autoridades, que parece que es eso lo que ha acarreado polémica. Sí creo que es un fallo que analizó las actuaciones de cada una de las personas o entidades respecto de las cuales se recurrió.
- ¿Pero en definitiva la Corte tiene espacio para ir un poco más allá de sus facultades?
- Es que lo que tiene que hacer cualquier tribunal, analizar la situación que se le plantea y tomar una decisión. Uno tiene que estar frente a un caso concreto y ahí asumir qué posición va a tomar de acuerdo a los antecedentes incorporados.
"La Corte tiene que estar integrada por personas idóneas y que independiente de las posiciones que puedan tener ellos, actúen como cualquier judicial"
"La verdad, creo que cada uno puede pensar lo que quiere. Si se estima que uno por no ser partidaria del aborto libre es conservadora, me parece estupendo" "En mis 38 años que llevo nunca he visto situaciones como las denunciadas (en Rancagua). Creo que es algo excepcional y por eso se han tomado las medidas" "Estoy de acuerdo en un nuevo sistema de nombramiento de jueces y ministros para suprimir la discrecionalidad y dar mayor transparencia" "Yo soy una persona que lo único que quiere es hacer bien las cosas y su trabajo, y cumplir con esta responsabilidad y misión que me ha colocado la vida"