Europa anota nuevas marcas históricas por altas temperaturas
CLIMA. Francia, Alemania, España, Austria y Bélgica son algunos de los países que se han visto afectados por la ola de calor de esta semana.
La segunda ola de calor del verano en Europa no da tregua y ayer las temperaturas tocaron techo, con registros récord en Francia, Alemania, Bélgica y Holanda y a la espera de que el mercurio inicie un descenso hoy con la llegada de varios frentes, hasta 10 grados durante el fin de semana.
La web meteorológica europea www.meteoalarm.eu refleja avisos de nivel rojo -peligro extremo- en Bélgica, Francia, Croacia y Luxemburgo y naranja -peligro- en Alemania, Austria, Suiza, República Checa, Dinamarca, España, Italia y Holanda.
Las autoridades extremaron las medidas de emergencia en hospitales, guarderías, geriátricos y otros puntos vulnerables de numerosas ciudades europeas e insisten en sus llamados a la población para que tomen las debidas precauciones.
42 grados en paris
Tras vivir la noche más calurosa de su historia, Francia encabezó ayer de nuevo el ranking de temperaturas extremas y anotó los registros más altos hasta la fecha en diversas localidades del norte -42 grados en París, 41 en Reims y 40 en Lille- que obligaron a decretar la alerta roja en 20 departamentos.
La web Météo France recogió durante la noche una media de 21,4 grados en las 30 estaciones que toma como referencia nacional -una décima más que el nivel más elevado constatado hasta ahora- y marcas de hasta 25 grados en el parque de Montsouris y en Cognac y 24,8 en Toulouse y el aeropuerto de Charles de Gaulle.
El calor agravó además el problema de contaminación por ozono en las grandes áreas urbanas, lo que ha obligado a prohibir la circulación de cientos de miles de vehículos -los que generan más emisiones- en las áreas metropolitanas de París y Lyon, así como en Lille y Estrasburgo.
En Alemania, la ciudad de Lingen -en el centro del país- ha marcado, con 41,5 grados, un nuevo récord histórico horas después de que la localidad de Geilenkirchen -al oeste de Colonia- batiera la máxima nunca registrada en el país, al alcanzar los 40,5 grados, según el Servicio Meteorológico Alemán (DWD).
La región más afectada por las altas temperaturas comprende los estados federados del Sarre, Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, así como Baja Sajonia, subrayó el DWD, que matizó que la ausencia de sequía este año hará menos virulentos los efectos medioambientales y económicos de la ola de calor.
Bélgica y Austria
En Bélgica, el termómetro marcó hoy 40,6 grados en Kleine Brogel, al este del país y muy cerca de la frontera con Holanda, donde la provincia central de Gelderland registró 40,4 grados, por lo que ambos países baten por segunda vez en una semana sus anteriores récords históricos de temperatura.
En Austria, donde las ciudades de Salzburgo, Innsbruck y Viena alcanzaron ayer los 35 grados, la empresa ferroviaria estatal ha puesto en marcha un proyecto piloto para pintar de blanco los rieles de sus vías, con el fin de evitar los problemas causados en la infraestructura por el calor, como deformaciones o distorsiones.
Trece ciudades de Italia mantuvieron ayer la alerta roja y catorce lo estarán hoy, cuando se esperan las máximas de la ola de calor africano, que en el norte del país marca hasta diez grados por encima de la media y que comenzará a remitir el sábado, cuando se esperan lluvias y un desplome de la temperatura de hasta 15 grados.
Y en España, el intenso calor, que empieza a decaer, provocó ayer la muerte a un hombre de 85 años en Granada, debido a un golpe de calor tras una exposición prolongada al sol durante un paseo, informaron las autoridades de Andalucía (en el sur), una comunidad que registra ya tres muertes por altas temperaturas en lo que va de temporada.
Cambio climático
Los científicos dicen que conforme las emisiones de efecto invernadero siguen calentando el planeta, las olas de calor serán más fuertes y frecuentes.
Aunque es demasiado pronto para decir si esta ola de calor está relacionada con el cambio climático, un equipo de meteorólogos europeos hizo un análisis rápido de la ola de calor de junio en Europa y concluyó que el calentamiento provocado por el hombre las hacía al menos cinco veces más probables.