Cristián Rodríguez F.
De no haber sido por el artículo que aseguraba un piso mínimo cercano a los US$ 500 millones anuales para el financiamiento y mantención de las capacidades estratégicas de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), el proyecto que derogaba la Ley Reservada del Cobre habría sido aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados.
Porque para un sector del Frente Amplio -encabezados por el diputado Jorge Brito (RD), expresidente de la comisión investigadora sobre irregularidades en el Ejército-, no se justificaba que, además de establecer un mecanismo de financiamiento plurianual a cuatro años, se asegurara también un aporte basal independiente de las necesidades bélicas que tuvieran las ramas castrenses.
"Si la planificación dice que en un año se necesitan gastar US$ 400 millones, igualmente les vamos a tener que pasar US$ 500 millones, lo que no se justifica ni se condice con estas reformas", indicó Brito.
En concreto, con el nuevo sistema se considerarán, durante los primeros cuatro años, US$ 650 millones como excedentes de la derogada ley. Después, hasta el décimo año, se aprobarán US$ 500 millones como mínimo, mientras que de ahí en adelante el monto no podrá ser inferior al promedio de los últimos seis años.
Por lo mismo, ante las críticas, no sólo fue el ministro de Defensa, Alberto Espina, quien salió a responder que el piso mínimo garantizaba que las FF.AA. siguieran manteniendo "sus capacidades operativas en Chile", sino que también desde las propias instituciones -en específico la Armada- destacaron dicho aporte como "esencial" en la derogación de la cuestionada normativa.
Mínimo "fundamental"
Según reconoció el excomandante en jefe de la Armada, almirante (r) Jorge Arancibia, los US$ 500 millones que tendrán a disposición las instituciones resultan "fundamentales e indispensables" para lograr una planificación de las inversiones a mediano y largo plazo.
"A lo mejor lo del aporte basal produjo más debate, pero es fundamental y clave que exista. Por eso, me parece que esta ley tiene varias gracias, porque además de haber contado con un respaldo mayoritario en el Congreso, se estableció que el presupuesto a discutir corresponderá al de cuatro años más, lo que saca a la defensa de la contingencia", expresó el almirante (r).
En esa línea, Arancibia precisó que "la compra de capacidades estratégicas tiene que obedecer a la política de Estado, y por eso es importante que el sistema de financiamiento no siga dependiendo del valor de un commodity, sino que de un análisis político-estratégico serio".
Un posición en la que coincidió el vicelamirante (r) y actual senador por Valparaíso, Kenneth Pugh (RN), quien destacó que desde ahora el país contará con un nuevo mecanismo "estable, permanente y plurianual", para así "no pensar en las compras de estas capacidades en el extranjero, sino que habilitar la industria nacional en defensa".
Desarrollo interno
"La nueva ley que financiará las capacidades estratégicas de las FF.AA. traerá estabilidad en los flujos para poder así asegurar y mantener lo que tiene Chile hasta el momento. Y lo más importante, permitirá pensar en una industria nacional que provea de estas capacidades", sostuvo el parlamentario, valorando también que las inversiones se desprendieran de la estabilidad del mercado.
"Nos permite desconectar el financiamiento directo por la venta del cobre, por un sistema plurianual de cuatro años con un fondo de estabilización que, en el largo plazo, habilite la generación de proyectos. Por eso, esta ley le va a dar al país la estabilidad necesaria que se ha venido trabajando desde hace un tiempo", comentó el senador.
Injerencia política
Sin embargo, no todos coincidieron en que la mejor alternativa era precisamente derogar la Ley Reservada del Cobre. Según comentó a este Diario el también excomandante en jefe de la Armada, almirante (r) Rodolfo Codina, el nuevo sistema de financiamiento provocó una serie de dudas respecto a la real conciencia que existe sobre la inversión en la materia.
"Tarde o temprano esto iba a terminar porque es difícil de explicar que la defensa estuviera supeditada al valor de un metal. Pero lo que me preocupa es lo que viene, porque el nuevo financiamiento es plurianual, pero se puede ir revisando todos los años. Y si a futuro no se hace con la seriedad y la necesidad que requiere puede generan complicaciones", manifestó Codina.
El almirante (r) incluso ratificó que los temores están puestos en que los recursos a destinar quedarán sujetos a una discusión política, de la cual mantiene sus reparos.
"Chile necesita invertir en defensa y no es un invento nuestro. El país requiere tener un poder disuasivo importante. Y por eso me preocupa lo que va a venir a futuro, porque no veo a gente muy especializada en materia de defensa en el Parlamento que pueda opinar. Si funciona bien, ideal por Chile. Pero si no, a lo mejor en 30 o 40 años más va a ser el mismo Congreso el que tendrá que sacar una Ley del Cobre número dos", advirtió el excomandante en jefe.
Y si bien Codina valoró que el aporte basal propuesto por el Gobierno "es importante", también hizo hincapié en que "a futuro lo pueden cambiar con otro proyecto de ley".
"Independiente de sus altos y bajos, el cobre le daba una seguridad al Ejecutivo que ahora es distinta y que me provoca dudas. Y era inestable, pero tenía un piso mínimo. Insisto en que no era lo ideal, pero era una ley que por algo llevaba muchos años, con gobiernos de diferentes colores políticos que la mantuvieron", recalcó el excomandante en jefe.
Piso insuficiente
La posición de Codina, pese a diferir con la de los otros almirantes en retiro, encontró respaldo en la academia. Para el analista en materia de defensa, Daniel Prieto, el aporte basal de US$ 500 millones "es muy chico" dadas las necesidades que, a su juicio, tienen las FF.AA, por lo que "todo dependerá de cuánto más entregue anualmente el Congreso".
"El Ministerio de Defensa tendrá más injerencia que las Fueras Armadas respecto de lo que se quiera comprar, pero dependerá de la calidad de los equipos que estén a cargo de esta tarea. Así que todo está por verse, pero Chile necesita equiparse con sistemas de vanguardia y dominar su tecnología, especialmente incorporando la de carácter nacional, tanto para crear sistemas nuevos, como para mantener y modernizar los existentes", comentó el experto en la materia.
"Es importante que el financiamiento no siga dependiendo del valor de un commodity"
Almirante (r) Jorge Arancibia Excomandante en jefe, de la Armada
"Me preocupa el futuro, porque no veo a gente muy especializada en materia de defensa en el Parlamento que pueda opinar"
Almirante (r) Rodolfo Codina, Excomandante en jefe, de la Armada
US$ 500 millones es el mínimo que se le asignará anualmente a las FF.AA para sus capacidades estratégicas.
4 años es la proyección que irá trabajando el Congreso para garantizar inversiones a mediano y largo plazo.