Aporte tecnológico al rescate patrimonial
Nuevos procedimientos dan rapidez y precisión a la formulación de estudios para intervenir construcciones de valor histórico. Mediante escaneo láser se ha realizado un levantamiento topográfico digital del ruinoso templo San Francisco del Barón, con lo que será posible confeccionar un plano de máxima precisión y un modelo 3D que permitirán acelerar los trabajos de reconstrucción del típico edificio porteño.
La tecnología digital se está demostrando como herramienta importante en la recuperación de edificios patrimoniales. Así, mediante escaneo láser se ha realizado un levantamiento topográfico digital del ruinoso templo San Francisco del Barón, con lo que será posible confeccionar un plano de máxima precisión y un modelo 3D que permitirán acelerar los trabajos de reconstrucción del típico edificio porteño.
Este trabajo ha sido posible gracias a la donación de la empresa Leica Geosystems de un escáner láser con el que se ejecutó el levantamiento.
Destacando la operación, el senador Francisco Chahuán señaló que con este trabajo los planos de ingeniería pueden estar entregados en dos semanas, en tanto que por métodos convencionales esa tarea se prolongaría hasta por un año. Insistiendo en la celeridad, el parlamentario indicó que el levantamiento inicial, que pudo demorar tres meses, se realizó con el nuevo equipo en sólo 7 horas.
La arquitecta del Obispado de Valparaíso, Milagros Aguirre, valoró el trabajo del equipo láser, pues ahora la reconstrucción será mucho más acuciosa ya que el escáner entrega en detalle toda la situación de deterioro que afecta al edificio.
El mismo trabajo acometido en la iglesia del cerro Barón, también se hará en el deteriorado templo de los Doce Apóstoles, avenida Argentina, y en el santuario San Francisco de Curimón, edificaciones históricas severamente dañadas por el terremoto de febrero de 2010.
La Iglesia San Francisco de Barón, 1893, obra del arquitecto y sacerdote franciscano Eduardo Prevasoli, ícono del anfiteatro porteño, ha sido afectada por terremotos e incendios, el último en septiembre de 2010, cuando se había avanzado en su restauración. Queda así únicamente su estructura básica que da cuenta de la calidad de la edificación que, herida, se sigue mostrando a la ciudad y a quienes llegan al puerto por vía marítima.
Ahora, asumiendo la condición histórica e icónica del templo y su torre, se espera la reconstrucción que cuenta con un aporte del Gobierno Regional por $ 7.600 millones, a los que se sumarían recursos provenientes del Ministerio de Obras Públicas. Hay agregar a las obras la recuperación del ala norte del antiguo convento, también afectado por las llamas, siniestro que consumió mobiliario, imágenes, cuadros y valiosos libros.
Las obras de recuperación se iniciarían el próximo año con el aporte fundamental de los planos levantados con las señaladas tecnologías.
Esa tarea tecnológica es un paso importante en la restauración de los templos indicados y muestra una ruta valiosa para futuros procesos de rescate patrimonial que requieren exactitud para precisar fallas e intervenir en puntos críticos que exigen mayor atención para lograr una efectiva recuperación.