La policía de Brasil continúa ayer tras el rastro de la banda de delincuentes armados que el jueves ejecutó en pocos minutos uno de los mayores robos de la historia de Brasil sin disparar un solo tiro y escapó del aeropuerto internacional de Sao Paulo con una carga de 718 kilos de oro.
Hasta ahora la fuerza no ha conseguido localizar la carga, avaluada en cerca de 30 millones de dólares, ni a ningún miembro del grupo -de al menos diez personas- que el jueves ingresaron en la terminal de cargas del aeropuerto de Guarulhos disfrazados de policías y se llevaron el botín.
Joao Hueb, delegado del Departamento Estadual de Investigaciones Criminales (DEIC), destacó ayer el profesionalismo de la banda.
El golpe, que concluyó en la fuga del aeropuerto con el cargamento del metal precioso, comenzó a ser ejecutado el miércoles, cuando el supervisor del área de carga del aeropuerto y su familia, incluidos cuatro menores de edad, fueron tomados como rehenes -en total nueve personas-.
Con los rostros cubiertos y portando armas largas, los delincuentes llegaron al aeropuerto el jueves por la tarde, llevando consigo al funcionario como rehén.
En menos de tres minutos cargaron el oro en la caja de una de las dos camionetas clonadas que simulaban ser patrullas de la policía y escaparon.
Los criminales abandonaron los dos vehículos clonados en un galpón a unos 10 kilómetros del aeropuerto y allí se perdió su rastro. Según dijo la policía, el grupo utilizó extintores para ocultar las huellas dactilares, aunque no especificó en cuál vehículo.
La policía investiga si el grupo es el mismo que en 2018 ejecutó otro sofisticado robo en Viracopos, otro aeropuerto del estado de Sao Paulo. La terminal de carga de ese aeropuerto fue invadida por un grupo de cinco hombres armados que consiguieron robar cinco millones de dólares.
La mujer del funcionario del aeropuerto, que había sido capturada el miércoles, fue liberada sólo minutos después de la huida de los delincuentes. Durante más de 12 horas estuvo privada de su libertad y aislada de su marido, forzando al empleado a colaborar, según dijo la policía.
Además de los dos vehículos de policía falsos que llegaron al aeropuerto, los delincuentes utilizaron al menos otros tres vehículos.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, criticó a la empresa Brinks, responsable por el transporte del oro al aeropuerto, debido a que no habría notificado a las autoridades que estaba transportando una carga tan valiosa para recibir escolta.
"Fruto de esa imprudencia, una banda organizada, preparada y bien informada consiguió actuar y obtener el resultado del robo", dijo Doria. Según la policía, sin embargo, el área donde se concretó el asalto cuenta con seguridad armada definida por el protocolo del aeropuerto.
Hijo de Bolsonaro sería embajador
El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó que ya se pidió el beneplácito para que su hijo Eduardo, de 35 años, sea embajador de su país ante el Gobierno de Estados Unidos. El canciller Ernesto Araújo se mostró confiado en que el Gobierno de Donald Trump dará el visto bueno.