Alerta de la Armada ante la contaminación
La Dirección Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático advierte sobre falta de normas de calidad para las aguas marinas. En el área se ubican 5 muelles; 6 terminales marítimos; 4 termoeléctricas; un emisario submarino sanitario; una pesquera; un área de cultivo y otra de manejo; 4 caletas pesqueras y una fundición y refinería de cobre.
El informe de la Armada que fue determinante en la decisión de la Comisión de Uso del Borde Costero para rechazar la solicitud de ampliación de concesión de Oxiquim para habilitar un muelle en la bahía de Quintero, concentra importante información que es necesario tener presente ante la larga crisis que afecta al sector.
El estudio de la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático de la Armada señala la presencia de cobre, fósforo, arsénico, plomo, cadmio, nitrógeno e hidrocarburos en las aguas. Establece como origen de ello la vía atmosférica, fuentes emisoras asociadas a la descarga de residuos industriales al medio marino y la probable pérdida de materiales en los terminales marítimos.
Se documenta así una realidad que por décadas ha castigado a la bahía y concretamente a las comunas de Quintero y Puchuncaví y que amenaza también a Concón. El origen de la contaminación es "antrópico", dicho en palabras simples, responsabilidad de la actividad humana. Y los hechos lo demuestran, pues en el área se ubican 5 muelles; 6 terminales marítimos; 4 termoeléctricas; un emisario submarino sanitario; una pesquera; un área de cultivo y otra de manejo; 4 caletas pesqueras y una fundición y refinería de cobre.
Resulta inexplicable esa concentración de actividades productivas, de diverso grado de impacto, en una zona costera tan reducida, considerando que nuestro país tiene miles de kilómetros de costa.
Los efectos contaminantes en mar tierra y aire eran predecibles y también para la flora y fauna; y lo peor, para el ser humano.
Pero insistiendo en el tema del medio marítimo, el informe de la Armada hace una grave advertencia: "Actualmente no existe ninguna norma de calidad para las aguas marinas en Chile y las condiciones encontradas en la bahía de Quintero ameritan que la Autoridad Ambiental evalúe la factibilidad de desarrollar la primera norma de calidad ambiental para la protección de las aguas marinas".
Si esa norma existiera, fijando parámetros precisos, se podría reaccionar en forma inmediata y objetiva tanto ante casos de contaminación puntuales como ante proyectos que pongan en riesgo el medio marítimo.
Entretanto, el área Quintero-Puchuncaví-Concón sigue cargando una pesada mochila que sólo en este mes se expresa en 26 episodios críticos de contaminación y en el presente año en 73 vertimientos de dióxido de azufre, todo ello pese a los planes de medición y mitigación que se aplican en la zona.
La reiteración de estos casos, su prolongado y letal efecto sobre la población y ahora las alertas que plantea el diagnóstico de la Armada, hacen ineludible atender el llamado que hacen los alcaldes de las castigadas comunas de Quintero y Puchuncaví a una acción consistente y urgente del Gobierno.