Sofía Navarro Martínez

La noche del viernes, los estudiantes de la Universidad Santa María (USM) tendrían una de sus reuniones más importantes con las autoridades de la casa de estudios. Esto porque luego de 16 semanas de movilización, un grupo de cuatro alumnos anunció que de no existir una respuesta satisfactoria a cuatro puntos del petitorio, iniciarían una huelga de hambre.

Estas solicitudes se resumieron en la recalendarización propuesta por la Federación, asegurar garantías académicas, eliminar las notas mínimas y terminar con la persecución política que se podría haber dado en estas semanas de protestas.

La radical medida no logró concretarse luego que se llegara a un acuerdo entre las partes, lo que fue confirmado por la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la USM, Natalia García.

"Después de las reuniones que sostuvimos en la mañana (del viernes) con la Vicerrectoría Académica, y luego de juntarse con los directores y directoras de Departamento, nos comunicó en la noche la decisión que se había tomado, la que fue respaldada por los directores y directoras de Departamento que consisten en finalmente recalendarizarnos, esperando volver la próxima semana a clases e ir terminando el primer semestre el 13 de septiembre; mientras que el segundo semestre lo terminaríamos en enero", apuntó la dirigenta.

Votación en la semana

La vicepresidenta destacó el logro de la recalendarización, que era uno de los puntos que provocó el quiebre.

El 9 de julio se llegó a acuerdo con rectoría donde todo parecía llegar a buen puerto, pero faltaba la conversación con el vicerrector académico del establecimiento, quien no estuvo de acuerdo en la recalendarización de las evaluaciones académicas.

Días más tarde y con una buena expectativa, fueron los alumnos quienes rechazaron en las urnas el acuerdo, lo que podría producirse nuevamente en la próxima votación.

Hasta el cierre de la edición aún los estudiantes no definían la fecha de votación de la bases, aunque las opciones son el lunes o martes, en horario que la Federación de Estudiantes dará a conocer.

Preocupación

Lo que podría generar la negativa de los estudiantes tiene que ver con las notas. Natalia García asegura que "nos preocupan las calificaciones con notas mínimas que existirían en algunas asignaturas, que hasta el momento tenemos conocimiento que son más de 300", refiriéndose a alumnos con nota 0.

No es lo único, pues "también" tienen presenta la posible "criminalización y denuncias, si es que pudieran haber, hacia compañeros y compañeras que se movilizaron".

En especial porque uno de los puntos altos que tuvo la paralización de clases en la casa central de la universidad fue la vigilia que se realizó el pasado jueves en el edificio B, donde un centenar de estudiantes acampó en los pasillos del edificio. En la ocasión se sumó a las consignas solicitar la renuncia del rector de la USM, Darcy Fuenzalida.

La protesta no quedó ahí. Mediante redes sociales la presión aumentó y estudiantes viralizaron videos con la mención '#RenunciaDarcy' para pedir el paso al costado de la autoridad, lo que catalogado de 'injustificado' por parte de la universidad porteña.