Encuesta PUCV revela deterioro en la imagen de la inmigración venezolana
ESTUDIO. El 55% de los consultados piensa que se debe cerrar la frontera a nuevos migrantes o endurecer las condiciones para su entrada. Académicos llamaron a educar en la convivencia.
En el contexto de la crisis migratoria en Tacna, Perú, donde inmigrantes venezolanos acampaban a las afueras del consulado chileno esperando ingresar al país, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) realizó una encuesta para saber qué piensan los chilenos sobre la llegada de personas desde el país caribeño: un 51% señaló que no aportan al desarrollo. Sin embargo, los encuestados se mostraron dispuestos a recibir a niños y personas vulnerables.
El análisis de la casa de estudios junto a la empresa de inteligencia artificial StatKnows arrojó que el 47% de los 1.016 encuestados cree que los inmigrantes no son un aporte a la sociedad. Al ser consultados por la migración venezolana, esta cifra sube a 51%.
En contraparte, solo un 31% de los encuestados dijo pensar que la llegada de personas desde el país caribeño es buena o excelente.
Requisitos de ingreso
El Gobierno anunció el fin de la entrega de visas a ciudadanos venezolanos en el consulado chileno en Tacna y ahora los antecedentes para obtener el documento deben ser presentados en Lima.
Los requisitos de ingreso fueron otro de los aspectos analizados por la PUCV, donde un 55% cree que Chile debiera endurecerlos o cerrar la frontera, mientras que un 4% sostuvo que el Gobierno debe optar por una política de puertas abiertas; y el 16% apoyó un camino "flexible".
"Un 67% cree derechamente que Chile no debiera seguir recibiendo venezolanos, lo que muestra un rechazo significativo al inmigrante de ese país", señalaron los investigadores, agregando que "pese a las cifras en contra de la inmigración, los encuestados demostraron estar más dispuestos a recibir a personas en estado de vulnerabilidad tal y como son los niños".
Convivencia social
La migración venezolana hacia Chile no tiene precedentes históricos, sumado a la llegada de personas provenientes de otras nacionalidades, quienes alcanzan, en total, 1,2 millones. De ellos, aproximadamente 228 mil provienen del país liderado por Nicolás Maduro, que en julio registró un aumento de la inflación de 33,8%, según la Asamblea Nacional o poder Legislativo, de mayoría opositora.
Esta crisis económica y social es una de las principales razones que ha motivado a los venezolanos a dejar su país. Sin embargo, frases como "preocupémonos primero de los chilenos" fueron recurrentes durante la encuesta.
Los académicos también destacaron "el surgimiento de un sector de la población chilena que está en contra de la inmigración y que lo ve desde una perspectiva negativa. Este grupo podría verse identificado o influenciado con algunos grupos extremistas".
El investigador y doctor en comunicación Claudio Elórtegui agregó que el objetivo del trabajo fue "pensar cómo podemos mejorar nuestra convivencia social, evitando potenciales y futuros sesgos en las miradas migratorias y también en lo que puede ser la desconfianza de la figura del otro, o la desconfianza hacia algún tipo de migrante proveniente de un determinado punto. Aquí, obviamente, (surge) la necesidad de apelar a la construcción de una educación cultural en favor de la convivencia social".
Ingreso de embarazadas
El estudio también se abocó a la situación de venezolanas embarazadas que intentan ingresar a Chile, como Dayanet Pérez, de 27 años, quien ayer acampaba afuera del consulado en Tacna para obtener la visa, pese a sus 32 semanas de embarazo y los cuidados que requiere su hijo de cuatro años. El análisis de la PUCV arrojó que el 58% de los encuestados está en contra del ingreso de venezolanas embarazadas. No obstante, el 52% dijo pensar que Chile debiera tener un trato preferencial con los niños y enfermos provenientes del país caribeño, quienes permanecen en carpas en la ciudad fronteriza.
31% piensa que es buena o excelente la llegada de personas desde el país caribeño, señaló el estudio.
4% dijo que apoyaría la idea de una política de puertas abiertas por parte del Gobierno chileno.
52% respaldó el trato preferencial en la frontera hacia niños y personas enfermas que intentan ingresar.