Santiago Wanderers sumó, pero no levanta cabeza en un torneo de Primera B que cada vez asoma más complicado para las intenciones de ascenso que tienen desde principios de esta temporada los dirigidos por Miguel Ramírez.
Y es que tras ellos, previo al encuentro vivido ayer en Playa Ancha, se encontraba una poco alentadora estadística de cuatro partidos sin ganar por el torneo -sumando dos reveses más por la Copa Chile- y enfrente, un aguerrido cuadro de Deportes Puerto Montt, que con el empate sigue en los primeros puestos de la tabla.
Desde el inicio, el Decano mostraba intenciones de ir hacia adelante en pos de hacer respetar la localía, ante las más de seis mil personas que asistieron al coloso playanchino, pero fueron víctimas de su propia impericia.
Muestra de ello, a los 5', fue la aparición del venezolano Néstor Canelón, quien hizo gala de su velocidad para ganarse la banda derecha y centrar, rebasando a toda la zaga del elenco sureño. El pase rasante fue recibida en inmejorable posición por Marco Medel en el área chica, quien inexplicablemente elevó su disparo ante la mirada del portero puertomontino Daniel Castillo.
Minutos más tarde, era Francisco Alarcón quien elevó un cabezazo que pasó cerca del pórtico visitante, luego del cual el juego cayó en la inconsistencia. Ninguno de los dos equipos conseguía plasmar su juego en el gramado porteño y el encuentro se transformó en una sucesiva andanada de cargas inconclusas y pases al contrario.
De hecho, la primera gran ocasión, llegó a través desde un cerrado córner servido por Medel a los 23' y que terminó dando en el poste.
La otra opción de gol, fue la que sí consiguió desatar el regocijo de los hinchas caturros, ya que con un centro de Canelón a los 39', apareció Gustavo Lanaro, quien con un certero cabezazo pondría en ventaja a Wanderers.
Una alegría breve
Los abrazos en el entorno Wanderers no duraron mucho. Quizás en una tónica repetitiva en el campeonato, tuvieron que ver cómo la ventaja se les iba de las manos.
Sólo habían pasado cuatro minutos del inicio del segundo lapso, cuando el recién ingresado Richard Barroilhet, con una sorpresiva volea desde fuera del área, puso la igualdad en el marcador e hizo un vivo llamado a silencio a los hinchas caturros, quienes reprobaron su gesto.
El desconcierto vivido tras el gol de los sureños, se traspasó al campo de juego. De hecho, recién a los 66' se pudo plasmar una jugada que tuvo peligro de gol, pero para la visita. Fue un centro de Gonzalo Sepúlveda que el argentino Juan Cruz Monteagudo conectó, sin sorprender a un incómodo Mauricio Viana.
Con la esperanza de incrementar el rendimiento en las huestes caturras, el técnico Miguel Ramírez hizo lo propio enviando a la cancha a un recuperado Enzo Gutiérrez, quien a pesar de mostrarse más de una vez y asociarse bien con el movedizo Canelón, no consiguió entenderse con el resto de la oncena verde, que ya hacía visbles los gestos de cansancio.
Llamó la atención, de hecho, que tanto Marco Medel como el reaparecido Juan Carlos Soto -convertido en tercer central para el encuentro ante los delfines- presentaran molestias físicas que obligaron a salir reemplazado al volante a los 76' y que requirieron atención para el defensor, por calambres.
LA desesperación
De ahí en más, un libreto conocido. La desesperación por la poca capacidad de reacción de los caturros fue la tónica en Playa Ancha. Tanto Canelón como el ingresado Lionel Altamirano intentaron por arriba y de media distancia en los últimos minutos, pero no pudieron cambiar la historia.
Al final, el pitazo final de Héctor Jona dejó en evidencia dos escenarios. Un cuadro que dejaba a los visitantes festejando un punto que los dejó líderes del torneo, a la espera de lo que haga hoy Cobreloa, y a un elenco wanderino cabizbajo, fuera de zona de liguilla y con mucho que plantearse de cara al próximo duelo, ante Deportes Santa Cruz.
Ramírez: "Duele no lograr el objetivo"
La amargura era un signo visible en el semblante del DT wanderino Miguel Ramírez, quien la hizo constar luego del encuentro ante Puerto Montt. El estratega caturro no ocultó la mella en la confianza del equipo que produjo la igualdad y sostuvo que "cansa estar dando explicaciones de por qué no se gana, porque uno quiere ganar", y agregó que "duele mucho el no poder lograr los objetivos. Tenemos que buscar cómo sumar de a tres". Respecto a si la mala racha pone en duda su continuidad, el técnico repuso que "aún me siento apoyado por el club, aunque mi puesto depende de los resultados".