Estudio advierte deterioro del suelo en siete cerros porteños
VALPARAÍSO. Académico afirmó que es urgente realizar "escaneo" de muros y zócalos en edificaciones emplazadas en el área fundacional de la ciudad ante el riesgo de nuevos derrumbes.
Tras el colapso de una vivienda en el cerro Bellavista, que dejó como saldo seis víctimas fatales, han surgido una serie de antecedentes respecto al estado de los inmuebles de Valparaíso y su avanzado deterioro.
Sin embargo, advierte el magíster en Urbanisno y director del Instituto de Geografía de la PUCV, Luis Álvarez Aránguiz, para entender la situación estructural de la ciudad es clave comprender el problema "desde abajo", vale decir, desde el subsuelo, ya que "nuestro patrimonio natural (geológico-geomorfológico) también se deteriora".
A través de un estudio sistemático de los suelos de Valparaíso, sumado a las antiguas formas de edificación de muros y zócalos que se remontan a fines del siglo XIX y principios del siglo XX en los denominados cerros de primera terraza, cuya composición los hace más permeables a la acción de la atmósfera y humedad, el académico advirtió que es "urgente registrar y hacer un escaneo" de las construcciones emplazadas en los cerros fundacionales de la ciudad como son el Artillería, Arrayán, Cordillera, Concepción, Merced y Barón, que "presentan situaciones de cuidado respecto a lo sucedido en el cerro Bellavista", que también debe ser analizado.
Álvarez resaltó que "al visibilizar lo invisible del subsuelo nos estamos acercando a la acción que gatilló el siniestro y las lamentables pérdidas de vidas. No es que estemos pensando en el colapso inminente de los muros, pero el estudio sistemático explica cómo ha sido el comportamiento del subsuelo de Valparaíso".
Total ignorancia
El académico, director del Instituto de Geografía de la PUCV, resalta que existe "cierta ignorancia sobre los procesos y metabolismos a los cuales está sometido el subsuelo de Valparaíso", con dos configuraciones muy disímiles.
Por un lado, las zonas "bajas y planas", producto de grandes rellenos producidos por los aportes de quebradas, sedimentos principalmente, producto de los cursos de agua, la corriente modelo y el desarrollo del actual borde costero, a todo lo cual "le llamamos Plan, por el Plan de Remodelación del Almendral (1906-1909)".
Añade que "la otra unidad son los cerros, de granito viejo y deteriorado", cuyas terrazas datan incluso de antes del surgimiento de buena parte de la cordillera de los Andes.
El académico sostiene que "este granito de los cerros ha estado sometido a un proceso de 'intemperismo' que oxida ciertos componentes, debilitando la estructura original y comenzando el llamado proceso de 'meteorización', que desplaza los óxidos a la superficie y deja fracturada la roca, debilitándola estructuralmente".
Bajo la cota 50
Los denominados cerros de primera terraza, que no superan los 50 metros sobre el nivel del mar, "presentan los mayores problemas porque es donde se concentra toda la humedad por capilaridad del agua que viene desde más arriba. Por tal motivo, éstos presentan una mayor meteorización del subsuelo, lo cual afecta y presiona los muros, además de confinar la humedad y proyectarla a los edificios. Eso es lo que pasó en el cerro Bellavista", sostuvo en base a los estudios.
El académico aseveró que al recorrer la ciudad es "habitual encontrar muros de ese tipo en los cerros de primera terraza porque son los primeros que se poblaron y no se consideró este intemperismo. A fines del siglo XIX recién se entiende que el granito genera descomposición, pero cuando se construyeron esos muros no había tanto conocimiento sobre los metabolismos que genera el granito y, por tanto, se confinaron y no respiran estos edificios, no tienen perforaciones para exudar la humedad que se va concentrando en su interior. Si no exuda, la humedad se proyecta a la base de los edificios y ahí es donde gran parte del patrimonio de Valparaíso tiene este problema que viene desde el subsuelo".
Lluvias acumuladas
Más allá de la sequía sufrida en los últimos años, el deterioro de los suelos en los cerros antes nombrados corresponde al efecto de las lluvias acumuladas en los últimos 30 años. "Las aguas de Valparaíso que nosotros conocemos como las históricas vertientes, es agua que se acumula en el granito y, luego, exuda o sale hacia fuera a modo de vertiente o a través de las paredes. Las paredes de Valparaíso muestran harta vegetación porque por ahí sale esa humedad retenida, ya que el tránsito a través del granito es lento. La bahía de Valparaíso está hundida al norte, por ello tiene un sistema de terrazas; en cambio, hacia Laguna Verde es de puro acantilado, por eso el agua que precipitó hace 30 años sobre los 200 metros de altura se desplaza lentamente. Esa agua que se infiltra, que no es más del 6% en Valparaíso, es la que se acumula y genera los problemas. No es el agua de lluvia que escurre por los cauces", puntualizó.
El académico insiste que el riesgo se concentra en los cerros de primera terraza porque "fueron los primeros que se urbanizaron con estos muros que no son adecuados. En cambio, en la parte alta se buscó una forma de hacerlos respirar más. Por ejemplo, el camino nuevo de la avenida Alemania, si uno observa, son todos 'muros exudadores' que eliminan la humedad que está contenida en el granito".
El mayor problema, añadió el docente, es que la humedad se transmite a los muros y a los pilares, lo cual va deteriorando todo el material, "como no tiene por dónde salir se proyecta sobre las paredes y muros de las construcciones, eso se fatiga y se colapsa".
Ante el riesgo de colapso para aquellas personas que actualmente habitan en estas construcciones antiguas, el académico hace un llamado para hacer una "profunda revisión" de las propiedades.
Para tales efectos existen señales claras sobre un deterioro grave como, por ejemplo, "cuando se desprende el hormigón y aparece la enfierradura es porque hay un problema de humedad, el fierro se hincha y hace colapsar esas estructuras. En la avenida España se puede apreciar, con el problema de la brisa marina, cómo las estructuras se van deteriorando y quedan los fierros a la vista. Si estamos ante dicho escenario, es una señal de alerta. Es súper pertinente comenzar a trabajar en esos muros".
El granito tarda entre 70 y 80 años en descomponerse, lo que da una idea de aquellas obras que deben ser revisadas en profundidad en aquellos cerros de mayor riesgo.
Escanear muros
Si bien el investigador considera "irresponsable" entregar una cifra de viviendas en riesgo que podrían verse afectadas por el deterioro del subsuelo donde se emplazan, recalcó que es urgente hacer un "escaneo" de los muros "para ver en qué situación se encuentran. Hay que entender que no sólo Valparaíso se hace viejo en sus construcciones, sino que geológicamente se hace más viejo que el resto de los lugares que tienen cerros. Hay que entender que geológicamente son los primeros cerros del continente americano, incluso antes que se levantara la cordillera de los Andes: por tanto, hace millones de años que se estaba produciendo este proceso de descomposición. Ahora que los sabemos mejor, habrá que estudiarlo más".
El profesor Luis Álvarez también da indicios respecto a las causas del colapso de la vivienda a los pies del cerro Bellavista. Pese a que los propios residentes que sobrevivieron a la tragedia han culpado del hecho a una supuesta filtración de agua que pudo tener la propiedad debido a posibles fallas en la red de agua potable o alcantarillado, según los primeros indicios, todo apunta a que "el agua aflorada en la ladera del cerro Bellavista es producto de la humedad retenida por intensas precipitaciones que datan de hace 30 años".
" Un grado importante del deterioro que presentan las construcciones proviene del subsuelo. El subsuelo de Valparaíso tiene vida, tiene un metabolismo, que son reacciones químicas que lo descomponen"
Luis Álvarez, Director del Instituto de Geografía de la PUCV
Claves del colapso
Proceso
de intemperismo en los cerros de primera terraza (bajo la cota 50) es considerado "crítico".
Derrumbe
de Bellavista: se socavó sistema estructural del muro que confinó humedad y la proyectó a la arquitectura.
Los elementos
estructurantes están siendo deteriorados por un problema del subsuelo.
Patrimonio natural
de Valparaíso (geológico-geomorfológico) también se deteriora.
Ignorancia de
de los procesos y metabolismos a los cuales está sometido el subsuelo de Valparaíso.
Pese a escasez de lluvia, humedad avanza
Investigaciones del Instituto de Geografía estiman que un agua precipitada en la cota 300 de la ciudad demora entre 30 o más años en llegar al borde que nos interesa (primeras terrazas); por tanto, la humedad que hoy estamos apreciando en las estructuras del subsuelo no corresponden a la lluvia de este año, tampoco la del año pasado, es un agua que precipitó hace 30 años. "Actualmente estamos en el inicio de una megasequía, pero hace 30 años tuvimos precipitaciones abundantes y son estas las que hoy comienzan a manifestarse en las capas del subsuelo. Lo más crítico en el colapso es la pérdida estructural en el zócalo de las construcciones por la proyección de lo que sucede en el subsuelo", aseveró Álvarez.
7 cerros de Valparaíso presentan puntos críticos producto del deterioro del subsuelo, lo que se traduce en el mal estado de muros y zócalos debido a la humedad que meteoriza la roca de granito.
6 fallecidos dejó el derrumbe de una vivienda a los pies del cerro Bellavista, ocurrido el pasado martes 13 de agosto en la concurrida escalera Pasteur.
4.065 viviendas en mal estado existen en la comuna de Valparaíso, según cifras contempladas en el Censo del año 2017 realizado por el Gobierno.