El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que la crisis por los incendios de la Selva del Amazonas está "superada", pese a que los 44 mil uniformados enviados por el Gobierno, junto a numerosos aviones cisterna, continuaban trabajando en la extinción del fuego que ha consumido cientos de miles de hectáreas del mayor bosque tropical del mundo. Los líderes del G7 se comprometieron desde Francia a ayudar a combatir la catástrofe "lo más rápido posible".

"Somos una de las democracias más grandes del mundo, comprometidos con la protección del medio ambiente y respetamos la soberanía de cada país. ¡Muchas gracias a las decenas de jefes de Estado que me escucharon y nos ayudaron a superar una crisis que solo interesaba a aquellos que querían debilitar a Brasil!", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter, insistiendo en que tras la catástrofe hay una conspiración internacional contra la soberanía brasileña sobre el territorio.

Bolsonaro había formulado esta tesis la semana pasada, apuntando incluso a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como responsables del fuego, mientras se convocó a numerosas protestas en su contra por una eventualmente tardía reacción del Gobierno.

La tensión elevada por la teoría del Presidente incluso dejó pendiente la ratificación del pacto comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, países que también se han visto afectados por el fuego y el humo.

Compromiso del g7

El mandatario brasileño ayer señaló que ha buscado "desde el principio" el diálogo tanto con los líderes del G7, reunidos estos días en su cumbre anual en Francia, como con España y Chile.

El anfitrión de la cita de los países más industrializados, el Presidente francés Emmanuel Macron, señaló al respecto que "estamos todos de acuerdo para ayudar lo más rápido posible a los países afectados por estos incendios", es decir, Brasil -donde se ubica el 60% de la selva -, así como Bolivia -cuya región de la Chiquitanía se ha visto afectada por el fuego -, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela.

"Nuestros equipos están tomando contacto con todos los países de la Amazonia, para que podamos concretar nuestros compromisos con medios técnicos y financieros", detalló el mandatario francés.

Macron rechazó además las críticas sobre una eventual intromisión en asuntos soberanos de otros países, y recordó que Francia es "uno de los nueve países amazónicos" a causa de Guayana, territorio galo de ultramar.

"La importancia de la Amazonia para estos países como para la comunidad internacional es tal -en términos de biodiversidad, oxígeno y lucha contra el calentamiento climático- que debemos proceder a una reforestación", señaló Macron, comprometiendo la ayuda de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, además de Chile y España, países invitados a la cumbre.

Esta unidad, sin embargo, desapareció al momento de hablar sobre Irán, cuyo canciller, Mohamed Javad Zarif visitó la cumbre sin previo aviso -invitado por Francia-, donde los líderes debatían sobre cómo enfrentar las ambiciones nucleares de Teherán, donde uno de los principales opositores es EE.UU.

Un alto funcionario francés dijo a Associated Press que Macron le informó personalmente al Presidente Donald Trump acerca de la invitación a Zarif, tras hablar a solas sobre Irán. El canciller asiático, en paralelo, se reunió con diplomáticos de Francia, Alemania y Gran Bretaña.

Zarif llegó en un momento en el que surgieron diferencias entre los líderes del G7 en torno a cómo manejar el asunto del programa nuclear iraní, debido a que Macron dijo el sábado que los líderes acordaron que él podía ejercer como portavoz del G7 ante Irán. Trump negó haber acordado nada, y Macron se vio obligado a minimizar su papel y reconocer el estatus de Trump como "el Presidente de la mayor potencia del mundo".