"Ha sido un proceso súper lento y doloroso, pero me siento un piloto mucho más fuerte"
Siete largos meses han transcurrido desde que Pablo Quintanilla se fracturó el tobillo de su pierna izquierda mientras corría a alta velocidad por el desierto peruano en el cierre del Dakar 2019.
El recuerdo de esa dura caída permanece imborrable, al igual que el dolor. "Quintafondo" ha tenido que aprender a manejar una molestia a ratos insoportable, que va y viene, pero que de igual forma no le ha privado de volver a retomar su pasión por las motos. Al quinto mes el piloto viñamarino se puso una vez más sobre dos ruedas, aunque se lo ha tenido que tomar con calma y paciencia.
"Todavía tengo el pie hecho bolsa", reconoce mientras lucha por poner su tobillo en una cubeta con hielo tras volver del gimnasio. "Si no lo hago altiro se me hincha mucho", se queja, explicando que después de cada entrenamiento, independiente si es sobre la moto o no, tiene que realizar una serie de ejercicios y aplicar frío, evitando a toda costa los analgésicos e inflamatorios para cuidar el estómago, ya que por largo tiempo han sido sus fieles compañeros.
Pero a Quintanilla se le nota entusiasmado, como cuando un niño recibe el juguete que siempre soñó. Y es que esta semana volverá a la alta competencia para participar en el Atacama Rally, la tercera fecha del Campeonato del Mundo de Rally Cross Country.
"Me encantaría estar en mejor forma físicamente, ya sea de la lesión y en cuanto a preparación, pero estoy súper contento y con muchas ganas de volver al desierto a correr", sostiene el corredor del Team Husqvarna, detallando que recién lleva tres semanas entrenando relativamente bien, con sesiones más constantes e intensas.
- ¿Y el dolor ha estado presente en todo momento?
- La verdad es que sí. Ha sido desde que me operé súper doloroso. Cada vez que forzo un poco el tobillo, ya sea con ejercicios, arriba de la moto o caminando mucho, se me resiente inmediatamente, me empieza a doler, se me infla, pierdo movilidad. Y eso es generalmente todos los días. Estas últimas tres semanas lo que más he estado trabajando es la parte técnica sobre la moto, pero me limita el dolor y cuando forcejeo el pie. Estoy acompañando este entrenamiento con mucha bicicleta de ruta y de cerro, y ejercicios específicos para fortalecer ciertas zonas, pero arriba de la moto no ando todos los días porque no me da el pie, aunque mínimo lo hago tres veces a la semana.
- El Atacama Rally consta de cinco etapas, va a tener que aguantar como nunca pudo practicar en los entrenamientos.
- Sí, por supuesto, pero estando en carrera es diferente. La intensidad es distinta a un entrenamiento, la concentración, la tolerancia al dolor. Aparte que voy con mi grupo médico, que son las personas con las cuales he hecho la rehabilitación, que conocen muy bien no tan solo la lesión, sino que cómo responde mi cuerpo, cuál es mi tolerancia al dolor, cuáles son los puntos que me molestan más, qué es lo que hay que atacar inmediatamente después de andar en moto. Pero tengo claro que durante la carrera me va a doler, y me va a doler harto.
- ¿Hace cerca de un mes estuvo entrenando en Atacama junto a José Ignacio Cornejo, fue muy compleja la experiencia?
- No fue tan fácil porque estaba recién subiéndome a la moto y fue bien doloroso. Los entrenamientos que hacía en ese momento eran de 30 minutos, mientras que allá los entrenamientos diarios fueron de tres, cuatro y hasta cinco horas seguidas, entonces se me resintió mucho el pie, me dolió harto, y estaba con un poco menos de movilidad, por lo que andaba más incómodo arriba de la moto. Además, era la primera vez que me metía al desierto después del accidente, entonces viene todo un tema de confianza que hay que recuperar, de 'feeling' con la moto, con el terreno y las trayectorias, con leer bien la ruta, los cortes y las piedras.
- Entonces sirvió justamente para eso, para soltarse y tomar confianza después del accidente en el Dakar.
- Esa era la idea, empezar a agarrar de a poco 'feeling' con el desierto y con la velocidad también, porque entrenando acá en la región no puedes alcanzar grandes velocidades, pero en el norte vas en desierto abierto muy rápido, a 150 o 160 km/h. Fue un poco volver a estar en el desierto a altas velocidades para dejar el fantasma de la caída atrás y partir de nuevo.
- ¿Ad portas de una nueva competencia, cómo se siente?
- Me siento súper bien. Semana a semana he ido avanzando, me voy sintiendo más cómodo, más suelto arriba de la moto, con mejor 'feeling', mejor manejo. He tenido que ir cambiando algunas posiciones arriba de la moto, que por las limitaciones que tengo con el pie no las puedo hacer como las hacía antes. Me hubiese gustado tener más horas de moto y de entrenamiento para esta carrera, pero independiente de eso me siento bien, muy motivado, tengo muchas ganas de correr.
- Igual debe asumir que es una lesión compleja y que es difícil pensar inmediatamente en un podio.
- Es una carrera para reencantarme con las motos y el desierto, es volver a estar en ritmo de carrera, con el estrés de competencia, con la tensión, pero no estoy buscando un resultado. Como todas las carreras voy a dar mi cien por ciento, y si veo la posibilidad de estar sobre el podio me la voy a jugar, y si veo una posibilidad de ganar la carrera también lo voy a hacer. Independiente del lugar, voy a dar lo mejor de mí, voy a salir a disfrutar, empezar de a poco a alcanzar el nivel que tenía.
- ¿Cómo ha manejado esa ansiedad por volver a una carrera, no debe haber sido fácil ver desde la casa la Ruta de la Seda?
- Estar mirando las carreras desde el sillón de la casa no es muy agradable, siempre es más rico estar en acción. Pero es parte de la pega también. Es un deporte de alto riesgo, los accidentes están y hay que tomárselos de la mejor manera, hay que aprender de los errores, de los momentos difíciles. Pienso y siento que finalmente este tipo de situaciones nos arman como personas y deportistas. Si bien ha sido un proceso súper lento, complejo y doloroso, hoy me siento un piloto mucho más fuerte de lo que era antes, y también ha sido un proceso de aprendizaje súper grande, arriba y abajo de la moto. Siempre hago una autocrítica buscando los errores, pero lo que más rescato son las cosas buenas.
"El Atacama Rally es una carrera para reencantarme con las motos y el desierto, con el estrés de competencia, con la tensión, pero no estoy buscando un resultado".
El calendario hasta el Dakar 2020
Tras el Atacama Rally, Quintanilla viajará a España para entrenar con el Team Husqvarna, y luego competirá en Marruecos en la última fecha del Campeonato del Mundo. "Ahí ya debería estar con un poco más de ritmo, horas de moto y mejor físico", afirma "Quintafondo", quien después tendrá dos sesiones más con el equipo en noviembre y diciembre antes del Dakar 2020, que se correrá en Arabia Saudita del 5 al 17 de enero.
3 de septiembre arranca la etapa 1 del Atacama Rally, que se extenderá hasta el Sábado 7.
10 ediciones cumple la carrera, con una ruta de 1.685 kilómetros, 1.346 km. de velocidad pura en el desierto.