Cristián Rojas M.
La Provincia de Petorca es una de las primeras que comenzó a ser afectada por una sequía que este año la tiene con un déficit de un 80% de precipitaciones, pero el alcalde de la comuna del mismo nombre, Gustavo Valdenegro, hace hincapié en que la crisis hídrica que la afecta no se debe únicamente a la escasez de lluvias.
Campesinos que antes cultivaban sus propias tierras, hoy deben conformarse con trabajar en empleos "con malas condiciones, mala paga" en los cerros que antiguamente estaban poblados de cactus y hoy lucen verdes con las plantaciones de paltos, sistema que afectó los recursos hídricos del valle donde antes sembraban y cosechaban diversas frutas, verduras y hortalizas los habitantes de Petorca, Chincolco, Pedegua, Cabildo y La Ligua, muchos de los cuales hoy reciben, de camiones aljibe, una cuota de 50 litros de agua por persona al día, mientras que cada palto consume más de eso diariamente.
Dichos campesinos y la gente del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima) han acusado que los grandes productores se apropian, además, de agua de manera ilegal, tesis avalada por Valdenegro, quien afirma que cuentan con más derechos de agua "que lo que realmente pueden exhibir como propiedad".
- ¿Cuánto ha incidido en este escenario el fenómeno de las plantaciones de paltas en las laderas de los cerros, que surgió hace un par de décadas?
- Por supuesto que incide mucho el hecho de haber plantado sin ninguna normativa, sin ninguna regulación. El territorio no va a soportar el ritmo que llevamos y se lo hemos hecho ver a todas las autoridades. Hace una semana estuve con el ministro de Agricultura, a quien le indiqué lo mismo, que acá hay una sobreplantación de paltos y cítricos que nos va a llevar a una sobreexplotación de un recurso que no existe, y eso sucede porque no hay normativa que regule y limite, efectivamente, este tipo de plantaciones.
- Los pequeños agricultores tradicionales de la zona reclaman que sólo ellos se ven afectados por la sequía, puesto que las laderas de los cerros lucen verdes y la producción de paltas se incrementa...
- Claro, porque los derechos de agua están en manos de los grandes productores y en este momento tienen más derechos de agua que los que realmente existen, que lo que realmente pueden exhibir como propiedad. Aquí, a toda costa, ellos defienden sus plantaciones, que es lo único verde que hay acá. Hoy día se nos agregó el problema de la ganadería, la muerte de miles de animales caprinos, bovinos, caballares y otros animales que por falta de agua están muriendo. Además que este año estamos con casi un 80% de déficit de precipitaciones, lo que ha producido que el ganado caprino haya tenido muchos abortos de sus crías y esto nos lleva a tener un problema económico grave de los ganaderos.
- Los productores de palta argumentan que dan trabajo a la gente de la zona. ¿Es así?
- Mire, aquí siempre dijo que había llegado el oro verde, pero el oro verde en realidad nos enterró. De ser un territorio con un río constante, todo el año, pasamos a no tener río. Cuando ellos dicen "nosotros entregamos trabajo", en realidad es un trabajo tremendamente precario, con malas condiciones, mala paga, que dura uno o dos meses, por lo tanto, no es un aporte. En el fondo, yo no estoy en desacuerdo con las paltas y los cítricos, pero todo tiene que tener una medida, un límite, no pueden llegar y depredar absolutamente todo, especialmente los cerros, que son terrenos de séptima categoría, que no tienen derecho de agua, son secanos y que los han convertido, gracias al dinero que tienen y la tecnología que pueden comprar, en vergeles, pero para ellos, que ni siquiera tributan en Petorca, la Municipalidad no recibe ningún tipo de patente o impuesto que puedan generar ellos, es decir, lo que se llevan no se condice con lo que dejan acá.
- ¿Cuál es el panorama que ve a futuro?
- No quiero ser pitoniso, pero si seguimos a este ritmo, que ellos plantan, plantan y plantan y dicen que no falta agua y están haciendo pozos a 80 o 150 metros, va a llegar un momento en que el recurso hídrico se va a terminar, o va a escasear tanto que ni ellos mismos van a tener agua con qué regar sus campos. ¿Y qué van a hacer?, ¿cuál va a ser la decisión que van a tomar? Irse. Si ya se están yendo a la Sexta y a la Séptima Región y ¿qué nos van a dejar a nosotros? Lo que deja toda industria, como la minería, que deja contaminación relaves, basura, el ecosistema roto. Ellos van a dejar lo mismo, van a dejar cerros depredados, erosionados, no nos van a dejar flora ni fauna, porque como no tienen regulación, arrasan con todo. Entonces, yo creo que aquí debiera haber una limitación. Yo acepto que existan plantaciones de paltos, pero en la medida que el territorio pueda soportar y poniendo el énfasis en que el agua primero debe ser para el consumo humano, porque es un derecho humano, y después para las plantaciones.
- En ese sentido, ¿cómo es la distribución del agua en Petorca?
- Aquí es al revés, es paradojal, porque un palto o un cítrico consume un poco más de 100 litros al día y a la gente, por una resolución del Ministerio del Interior, en camiones aljibe se les da 50 litros al día por persona. No hay ninguna justicia en eso.
- ¿Espera entonces una reforma al Código de Aguas que se haga cargo de ese tema?
- Pero por supuesto que sí y tiene que ser una cosa rápida, no puede ser que estemos 10 años más discutiendo este tema. Las cosas que no se hicieron ayer se tienen que hacer hoy, porque mañana va a ser tarde. Y además, a través de alguna normativa se debe regular y proteger el territorio, no solamente Petorca. Yo lucho por este territorio, por mi comuna, pero el otro día el alcalde de Llay Llay también estaba reclamando por lo mismo. Ese exceso, esa sobreplantación de paltos que nos va a dejar sin agua yo creo que no solamente al valle nuestro, sino que a todos los valles donde vayan a plantar este tipo de cultivos.
"(En la crisis hídrica "incide mucho el hecho de haber plantado sin ninguna normativa, sin ninguna regulación. El territorio no va a soportar el ritmo que llevamos" "Yo no estoy en desacuerdo con las paltas y los cítricos, pero todo tiene que tener una medida, un límite, no pueden llegar y depredar absolutamente todo"
"Cuando ellos dicen 'nosotros entregamos trabajo', en realidad es un trabajo tremendamente precario, con malas condiciones, mala paga, que dura uno o dos meses"