La industria argentina ya comenzó a sentir los cambios en su sistema de pagos tras la modificación de la política del dólar impulsada por el Presidente Mauricio Macri a inicios de mes, donde se estableció que la compra de la divisa será regulada por el Banco Central, así como la transferencia de capitales desde y hacia el exterior, junto con la prohibición a las empresas de atesorar dólares. Producto de esto, ayer una inmobiliaria afirmó que no pudo pagar sus obligaciones en el exterior por US$ 135 millones.

IRSA, una firma argentina dueña de centros comerciales y edificios de oficinas, señaló a diario Clarín que esta semana solo pudo pagar US$ 35 millones de los US$ 135 millones que debe a sus inversionistas extranjeros, a raíz de que el capital de la empresa está depositado en Argentina.

"Los intereses y los fondos de reembolso permanecerán impagos hasta que haya una alternativa disponible", señalaron representantes de la compañía.

El riesgo de no poder pagar las deudas se extiende a otras compañías, señaló el medio trasandino, ya que "en los próximos días vencen también obligaciones negociables de YPF, Banco Hipotecario, Arcor, y bonos nacionales y provinciales, como los de Neuquén, Chubut, Mendoza, ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Salta".

"no hay rebote"

El propio Macri, tras el anuncio de la medida el pasado 1 de septiembre, admitió que no era de su mayor gusto, debido a que intensificar las restricciones al dólar es algo que contradice los principios liberales que lo llevaron a la Casa Rosada. Por esto, el Mandatario calificó la medida de "transitoria", luego de la hecatombe que sufrió el mercado argentino tras su derrota en las primarias presidenciales.

En paralelo, uno de los asesores financieros del candidato peronista Alberto Fernández y exviceministro de Economía del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner -quien va por la vicepresidencia-, Emmanuel Álvarez, en un encuentro de inversores al que asistió Clarín dijo que Macri quiere revertir la crisis bajando las restricciones a la divisa, para que no caigan las reservas del Banco Central.

El mercado evidenció su rechazo al regreso del peronismo al poder mediante la caída de las inversiones al día siguiente de las primarias. Sin embargo, a juicio de Álvarez, las medidas más temidas ya fueron tomadas por Macri: "Devaluó, puso control de capitales, reperfiló la deuda y congeló las tarifas. (...) No hay rebote a la vuelta de la esquina para la economía argentina".

"La reestructuración de la deuda (pública) va a estar a cargo del FMI", agregó el economista, es decir, del Fondo Monetario Internacional, organismo al que el país trasandino pidió un préstamo récord de US$ 56.000 millones, monto que sería otorgado de forma gradual. Sin embargo, esta semana el propio FMI puso en duda la continuidad del compromiso a causa de la contingencia.

"El verdadero riesgo es el Fondo y no el futuro Gobierno", puntualizó Álvarez.

Ayuda social

El candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, Miguel Pichetto, ayer se refirió a la ayuda social en el país trasandino, luego de que el viernes se levantara una toma en el centro de la capital, Buenos Aires, tras aprobarse en la Cámara de Diputados el decreto de emergencia alimentaria.

"Ningún país de América pone la cantidad impresionante de recursos para los sectores más carenciados que destina este Gobierno para la seguridad social", afirmó Pichetto en Radio Mitre. "Si esta situación se acentúa, se va a consolidar la estructura de pobreza y se convierte en una práctica inviable".

A juicio del actual senador, los planes sociales "no pueden ser para siempre", motivo por el que "es necesario reestructurar" la ayuda social "para alivianar la carga impositiva sobre los sectores medios".

"Cuando Alberto Fernández pidió no salir a la calle, estos sectores (los sindicatos de trabajadores) responden que la calle es suya. Pareciera que la pobreza les da legitimidad para hacer cualquier cosa. El Estado tiene que ayudar, tener una mirada humanística, pero no permitir esto", dijo Pichetto.