Arabia dice que espera análisis de ataques, pero que está lista para responder a Irán
GOLFO PÉRSICO. EE.UU. envió tropas a la región, en medio de tensiones por el atentado a la mayor planta petrolera del mundo, mientras que expertos internacionales trabajan en determinar las motivaciones y responsables del bombardeo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Yubeir, dijo ayer que su Gobierno está a la espera los resultados de la investigación sobre los ataques contra sus refinerías la pasada semana, presuntamente realizados por Irán. Concluidas aquellas pesquisas, el Ejecutivo decidirá qué acción tomar, afirmó el secretario de Estado, aunque Estados Unidos ya envió militares a la zona en conflicto.
"Estamos en contacto constante con nuestros amigos en todo el mundo y estamos examinando las medidas a tomar, pero esperamos las conclusiones de las investigaciones actuales sobre el ataque, especialmente el origen y la fuente del ataque", señaló Al Yubeir, agregando que, "en cualquier caso, estamos preparados y tomaremos las acciones necesarias para manejar el asunto".
Las autoridades árabes llevan a cabo una investigación con participación de expertos internacionales y de la ONU, sobre el ataque con drones y misiles el pasado 14 de septiembre contra dos plantas de la petrolera Aramco, que conllevó la paralización de la mitad de la producción de crudo de aquel país, golpeando los mercados energéticos a nivel global.
El canciller también se refirió al envío de tropas estadounidenses para aumentar la seguridad en la región: "Los últimos retos que confrontamos nos piden aumentar la cooperación de seguridad entre el reino (árabe) y sus aliados y socios para garantizar que no haya ningún obstáculo para la economía internacional".
Al Yubeir insistió en que "el mundo debe tomar la responsabilidad de proteger la seguridad y la estabilidad de la región, e impedir a Irán participar en actos hostiles", porque es necesario, a juicio del diplomático, proteger la navegación en el Golfo Pérsico y el Mar Arábigo, tarea a la que se han unido varios países, ya que esa es la principal ruta de los combustibles de Oriente a Occidente.
"Esperamos que este mecanismo contribuirá a garantizar la libertad de navegación en el Golfo Pérsico, para que los barcos y suministros petroleros no sufran complicación alguna por Irán y también para proteger la seguridad de los suministros petroleros internacionales", agregó el secretario de Estado.
Sospechas
Según las autoridades árabes, en el ataque se utilizaron 18 drones y siete misiles crucero (tres de los cuales no llegaron a impactar) de fabricación iraní, concluyendo que Teherán estuvo detrás del ataque y no los rebeldes hutíes de Yemen, quienes reclamaron la acción de forma inmediata.
El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, concordó el viernes en que Irán produjo los drones y los misiles crucero utilizados contra la refinería: "El ataque del 14 de septiembre contra instalaciones petroleras saudíes representa un incremento drástico en la agresión iraní", mientras que, a su juicio, la Casa Blanca ha mostrado "gran moderación" al decidir no lanzar un ataque inmediato.
Esta sería la segunda vez en los últimos meses que el Presidente Donald Trump desiste de una acción militar contra Irán, la cual muchos asesores en el Pentágono temen que pueda desatar una nueva guerra en Medio Oriente. En junio, después de que Irán derribó un dron de reconocimiento estadounidense, en un principio Trump respaldó un ataque militar en represalia, pero luego lo canceló abruptamente porque dijo que habría provocado la muerte de miles de iraníes.
Esta semana, el Mandatario dejó la puerta abierta para una respuesta posterior, y dijo que la gente pensó que él atacaría a Irán "en dos segundos", pero indicó que cuenta con "mucho tiempo".
"campo de batalla"
En respuesta a estas declaraciones, el comandante en jefe del cuerpo militar de élite iraní, Hosein Salamí, afirmó que "quien quiera que su territorio se convierta en el principal campo de batalla (es decir, el que ataque a Irán), adelante".
Salamí recalcó que el contraataque de Irán "no será limitado", ya que su Ejército está preparado "ante cualquier escenario. (...) Nunca permitiremos que la guerra alcance nuestro territorio. (...) No pararemos hasta la destrucción del agresor y no dejaremos ningún lugar seguro", agregó el uniformado en la inauguración de una exposición de restos de drones estadounidenses derribados por Irán.
"Defensa aérea y de misiles"
El jefe del Pentágono, Mark Esper, tras el envío de efectivos estadounidenses a Arabia Saudí, explicó que la medida es un primer paso y no descartaba nuevas decisiones. En tanto, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Joseph Dunford, indicó a Associated Press que el operativo no involucrará a miles de soldados de Estados Unidos. Los uniformados, según Esper, "se centrarán principalmente en la defensa aérea y de misiles" de Arabia Saudí y Emiratos Árabes. "Creemos que por ahora esto será suficiente", concluyó.
14 de septiembre una decena de drones dejó caer numerosos proyectiles sobre una planta petrolera.
1 exposición de restos de drones estadounidenses derribados fue inaugurada en Irán.