"Me parecería un error no incorporar a la Ley de Presupuesto la reforma tributaria, aun cuando esté en tramitación"
Cuando se acerca el plazo fatal que tiene el Gobierno para ingresar la Ley de Presupuesto, el próximo 30 de septiembre, el senador UDI y miembro de las Comisiones de Hacienda y de la Especial Mixta de Presupuestos, Juan Antonio Coloma, adelanta cuáles son, a su juicio, los criterios con los que se debe abordar esta materia.
- ¿Cómo ve el presupuesto 2020? ¿Tiene alguna aprensión o exigencia especial?
- Siempre los presupuestos son complejos y opinables. Siempre hay que tener capacidad de innovar y mover el tablero con responsabilidad en términos de no afectar los equilibrios macro que en el país son un activo importante, pero creo que en este caso en particular hay algunos desafíos interesantes de evaluar: por un lado, facilitar temas sensibles en Chile y estos tienen que ver con políticas públicas y espero que podamos priorizar en buena forma esa tarea, pero también los temas vinculados a la modernidad. Temas como el cambio climático con lo que significa, por ejemplo, en materia de sequía para los sectores agrícolas que requieren un tratamiento especial; todo lo que sea la Comisión Nacional de Riego o lo que sea inversión en ciencia y tecnología en función de abordar de mejor manera estos desafíos que apuntan en el sentido de lo que yo esperaría.
- El comité de senadores del PDC le está pidiendo a Hacienda que no incorpore ingresos de la reforma tributaria a la Ley de Presupuesto.
- Eso me parece un error, porque si hay una ley que está en tramitación, sea que suponga egresos, sea que suponga gastos, tiene que ser incorporado a lo que es un presupuesto. Lo contrario significaría que si se aprueba la reforma tributaria, quiere decir que no se van a considerar los efectos al año siguiente. Y en el caso de la reforma previsional, hay una reforma de pensiones que no está aprobada y lo razonable es considerar los eventuales gastos que su posible aprobación suponga. Por eso, me parece que lo correcto es considerarlo. Me parecería incorrecto no considerar los eventuales ingresos que se generen de una ley como tampoco desconsiderar los eventuales gastos que otras legislaciones también supondrían.
- Los senadores falangistas señalan que, desde la lógica de la responsabilidad fiscal, no les parece que sea una buena práctica que se incorporen en la estimación de los recursos fiscales la recaudación de un proyecto que no es ley.
- No, yo tengo una visión completamente al revés. Esa lógica obligaría a que tampoco se consideren los eventuales gastos si la ley no está tramitada. Entonces, yo quiero preguntar si es razonable o no considerar los eventuales gastos que en pensiones se van a generar en función de la ley. Y es obvio que hay que incorporarlos. Y es una ley que está en tramitación y hay que tener la misma política con eventuales ingresos. No lo entendería de una manera distinta.
- ¿La propuesta DC no le parece plausible?
- Como todo en la vida, uno puede tener opiniones. Si son proyectos ingresados por el Estado que suponen gasto, hay que incorporarlos al igual que si fueran ingresos.
- ¿Lo mismo ocurre en el caso de los recursos para que los futuros gobernadores regionales puedan funcionar?
- Eso tiene que ver con cómo va a evolucionar la ley de transferencia de competencias. Si hay transferencias ingresadas que suponen gastos o suponen transferencias, hay que incorporarlas. Hay que tener una misma regla. Cuando se tienen las reglas claras todo es más fácil. Y tal como me parece razonable considerar los eventuales ingresos, también eventuales egresos. Así no nos equivocamos. Me parecería ilógico actuar con un estilo para unos y con otro para otros.
- ¿En inversión regional vienen más glosas específicas o se incorporarán al presupuesto mismo?
- Hay cosas que cuando son gastos permanentes deben ir en el presupuesto y otras más específicas respecto a inversiones regionales, como por ejemplo un hospital, que deben incorporarse como glosa. En esto hay que ser flexible porque lo que importa es que se apunte a una mayor descentralización creciente respecto de las innovaciones. Con la misma confianza, no creo que hoy día el tema de los gobernadores regionales vaya por buen camino. Yo planteé en la sala una legislación diferente; haber primero aprobado las facultades y no creer que lo único relevante es la forma de elegir y no lo que esa persona tiene que ir a hacer. Y así estamos en el peor de los mundos: en medio de un escenario eleccionario latente para un año más y donde todavía no se sabe cuáles son las facultades, la autonomía real y los recursos que van a tener.
- ¿Comparte lo expresado por la timonel de su partido de que se armó un Frankenstein en una suerte de regionalización a la chilena?
- Creo que no quedó diseñado de la manera que debió haber sido.
- El expresidente de la comisión presidencial por la regionalización y la descentralización, Esteban Valenzuela, indicó que el Presidente Piñera cometió un error garrafal al poner a la UDI en la Subsecretaría de Desarrollo Regional porque es un partido que no cree en el proceso.
- No comparto sus dichos. La Subdere tiene un profundo sentido regionalizador. Ha trabajado fuera de cualquier sesgo político. Felipe Salaberry ha sido un baluarte en los procesos que se le han pedido, ha tenido un ministerio ordenado y proactivo. No soy de los que dictan cátedra, pero sí me doy cuenta cuando alguien comete errores.
- Desde el mundo empresarial señalan que no manejar en forma conjunta la reforma previsional y la rebaja de la jornada laboral es un suicidio.
- No, creo que son temas diferentes. Uno es lo previsional y un cambio en las reglas de ahorro futuro y eso es distinto al tema de la jornada laboral. El problema laboral del futuro es que el 60% de los trabajos que tendrán los jóvenes ni siquiera han sido revisados. Eso obliga a crear condiciones de flexibilidad. Darle la espalda al futuro y creer que el tema se resuelve simplemente con rebajar un horario rígido es una mala señal. Me preocupa que un titular en el diario valga mucho más que ver los problemas de verdad que debe enfrentar el Chile que viene.
- ¿Cómo se manejó desde el Gobierno?
- Se desdibujaron los objetivos. Pero el Gobierno, que ha manejado bien muchos temas, aún tiene tiempo para enmendar el rumbo.
- Bachelet confirmó que no será candidata una vez más y ya surgen los posibles liderazgos en la ex Nueva Mayoría. En la vereda del frente Lavín parece ser el más fuerte. ¿Qué le parece?
- No soy partidario de presidencializar la agenda política. No le hace bien a Chile, no le hace bien al Gobierno y tampoco le hace bien a la oposición. Este gobierno no lleva ni la mitad de su mandato y hay muchas cosas por hacer. Uno debería concentrar sus esfuerzos justamente en tratar de que el país vaya resolviendo de la mejor manera posible los desafíos. Hoy pareciera que lo más relevante es quién va a ser candidato y empiezan a pegarse codazos entre ellos. Eso me parece una mala fórmula de enfrentar las políticas públicas. Adelantar la lógica presidencial es quizás uno de los frutos más perversos de este sistema presidencial de cuatro años al que yo, al menos, me opuse, no obstante que las políticas públicas de cuatro años son complejas. Si le agregamos esta especie de obsesión nacional por estar en campaña presidencial, le hace difícil a cualquier gobierno tener políticas públicas relevantes en el tiempo.
"La Subdere tiene un profundo sentido regionalizador. Ha trabajado fuera de cualquier sesgo político. Felipe Salaberry ha sido un baluarte en los procesos que se le han pedido, ha tenido un ministerio ordenado y proactivo"