Poco a poco, la porteña Ámbar Figueroa comienza a escribir su camino en el fútbol femenino nacional y a sus 11 años ahora suma experiencia con la selección chilena Sub 15.
La jugadora de Santiago Wanderers ya estaba en la mira de la Roja juvenil cuando estuvo a préstamo en Universidad de Chile en 2018 y conoció al director técnico que la sumó a las nóminas del combinado nacional, donde buscan adecuarse a una idea de juego pensando en el futuro.
Carolay Rollino, madre de Ámbar, cuenta que cuando estuvo jugando en la capital la contactaron para ir a la selección, incluso sin ser parte de las pruebas masivas, pero ella prefirió sumarse a éstas para compartir con sus compañeras y no saltarse pasos.
Desde agosto de este año comenzó a viajar los jueves para entrenar con la selección chilena Sub 15, pero la rutina no es fácil: se levanta temprano al colegio, luego la retiran cerca del mediodía y en auto emprenden rumbo a la capital junto a sus padres.
En Quilín tiene toda una tarde de fútbol. Comienza con una rutina de gimnasio, después continúa con la preparación física en cancha y terminan jugando una hora.
"Es cansador, porque al otro día tengo que ir a clases. De todas maneras me ayudan bastante con el tema del fútbol, me dan plazos para estudiar y doy las pruebas aparte", relata la propia jugadora.
Sobre la preparación, dice que es muy distinto lo que hacen en la Roja juvenil respecto a lo que vive en Wanderers. "Tienen más experiencia en el fútbol femenino, entonces ha sido mejor para mí estar ahí. Hay mucha diferencia", señala Figueroa.
"Los profesores están muy metidos y quieren que nosotras lleguemos a algo grande como un Mundial. Se ve un proceso con dedicación y esfuerzo para obtener logros", continúa.
Para cerrar, su madre indica que los entrenadores están felices con ella: "están contentos con el trabajo que está haciendo. Dicen que hay buen potencial para más adelante".
"Los profesores están muy metidos y quieren que nosotras lleguemos a algo grande como un Mundial"
Ámbar Figueroa, Jugadora de S. Wanderers
11 años tiene Ámbar Figueroa, una de las grandes promesas del fútbol femenino de Santiago Wanderers.