Los alcances de la política de segunda división que se desarrolla en Valparaíso parecen haber conquistado una nueva cima tras la burda operación de filtraciones a la prensa ocurrida durante el pasado día lunes. Primero, y como ya es habitual en esta Región, se conoció un preinforme de la Contraloría Regional que advierte ciertas observaciones en el desempeño de los concejales Claudio Reyes y Daniel Morales respecto de la problemática muestra del catalán Antoni Gaudí, llevada a cabo este año en dependencias del Parque Cultural de Valparaíso y organizada, de forma bastante desprolija, por el Colegio de Arquitectos local liderado por Claudio Carrasco. Ambos, Reyes y Morales, cabe precisar, están enfrentados con Sharp.
Básicamente, los mencionados concejales pecaron de una candidez supina, dejándose llevar por el irresponsable entusiasmo del Colegio y por un par de asociados españoles (el curador Pedro Figuerola y la firma intermediaria Pol Leku S.L.) que terminaron acusando al Colegio, al Parque e incluso al municipio de no haber cumplido con obligaciones contractuales y de pagos. Uno de ellos se dirigió al presidente del directorio del PCdV, Roberto Barría, pidiendo ayuda, como también al alcalde Sharp.
Cuento corto, todo terminó en la prensa y el Colegio pretendió desentenderse con la infantil frase: "Es un problema entre españoles, en España". Tras ello se conocieron mails del propio presidente del Colegio quejándose por la calidad de la muestra, la que -dicho en privado por auspiciadores y autoridades de Gobierno- estuvo infinitamente lejos de cumplir con las expectativas.
Entonces, tras la citada filtración del preinforme sobre Reyes y Morales en torno a potenciales conflictos de interés, votos en función del Colegio y viajes con viáticos municipales para los mismos efectos, vuelve a aparecer una información sabida y con excedidas pretensiones de escándalo público, como es que el director de comunicaciones municipal, Paulo Gómez, trabajó en la empresa Extend Comunicaciones, de las hermanas Velasco, hijas del emblemático líder DC y exministro del Interior de Bachelet 1, Belisario Velasco. En ese escenario, se le acusa de ser "lobbista" de empresas como Mall Plaza, SQM o Puerto Ventanas, a las cuales se les imputa una demonización que no viene al caso ni tampoco es justa.
Resumiendo, lo de Reyes y Morales lo deberá determinar la Contraloría y ellos tendrán todo el espacio para hacer sus descargos. Compararlo con lo de Gómez -quien cometió el "pecado" de trabajar para una empresa privada de tremendo éxito- es mezclar peras con manzanas.
Al final de cuentas, sólo pierde Valparaíso. Y eso que no hemos hablado de la ordinariez de los WhatsApp de la lista comunal de la DC, aquellos en los que cambiaban operaciones en hospitales públicos por "votitos" en la próxima interna.