Era un Clásico lleno de emociones, expectativas y antes que cualquier cosa, morbo. Y tanto Colo Colo como la Universidad de Chile estuvieron a la altura, con un encuentro en el estadio Monumental que terminó con un agónico 3-2 para los albos, que estiraron su racha a 19 años sin perder en Macul ante los azules.

De hecho, las emociones en el Clásico comenzaron temprano, cuando a los 10', una infantil mano en el área del argentino Iván Rossi derivó en un penal que Gonzalo Espinoza no dudó en convertir, ante el estupor de las más de 40 mil personas que repletaron el estadio.

Y el desasosiego en las líneas albas no cesó, ya que Colo Colo entregó el dominio del bajón a una "U" que tuvo incluso el 2-0 en los pies del uruguayo Leonardo Fernández, quien no pudo aprovechar la ocasión y terminó desviando su disparo.

Ya en el segundo tiempo, fue el cuadro laico el que pudo estirar las cifras a sólo 10 segundos de iniciado el complemento. Sin embargo, a los 50' fue el volante albo Gabriel Suazo quien se abrió paso en el área azul y despachó un violento tiro que dejó sin opción al meta Fernando de Paul.

El empate envalentonó a los albos, que recuperaron el balón y se dedicaron a asediar el pórtico visitante. A los 63', llegaría el momento clave. Tras una grave falla de la zaga azul, Pablo Mouche habilitó a un Esteban Paredes que en el centro del área definió para lograr ante su clásico rival el gol número 216 de su carrera profesional, y así batir el récord de Francisco "Chamaco" Valdés para convertirse en el goleador histórico del fútbol chileno.

Minutos después de la conquista del ariete albo, el técnico del cacique Mario Salas dispuso la salida de un contundido Paredes, quien inmediatamente después de salir de la cancha fue testigo del gol del empate universitario, con una violenta volea de Ángelo Henríquez desde fuera del área que dejó sin opción alguna al arquero local Brayan Cortés.

Los minutos finales del encuentro encontraron a dos equipos que, por cansancio y por el intenso trajín, comenzaron a mostrar un juego de roce y poco vistoso. A los 88', el volante azul Camilo Moya se ganó la tarjeta roja por doble amonestación.

Sin embargo, ya en los descuentos llegó el infortunio definitivo para la "U". A los 4' de agregado y tras un córner, el argentino Julio Barroso esquivó la marca de la zaga azul y puso el 3-2 definitivo que desató la algarabía de la parcialidad local.

Emociones encontradas

Tras la consecución del récord, el atacante albo Esteban Paredes describió la jornada de Clásico como "un sinfín de emociones", y agregó que "quiero agradecerle a mis compañeros, porque hay mucha gente, hay mucho jugador, compañeros que estuvieron al lado mío. A fin de año voy a decidir acerca del retiro".

En la vereda opuesta, Universidad de Chile quedó complicada en la tabla por la derrota y por el triunfo 3-1 de Deportes Antofagasta ante O'Higgins, al que se agregó el empate 1-1 entre Universidad de Concepción y Unión Española, que estrecha aún más la lucha por no perder la categoría.

Al respecto, el DT azul Hernán Caputto señaló que "estamos con bronca después del resultado, a mi gusto inmerecido independiente de que estábamos con un jugador menos. Propusimos, hicimos las opciones, buscando el arco rival, lo encontramos y bueno, duele por la manera de perder en el último minuto", y añadió que "estar en la zona de descenso es complicado para nosotros, aún queda torneo, pero nos tenemos que dar cuenta que a nosotros se nos pasa".

"Quiero agradecer a mis compañeros, porque hay mucha gente, mucho jugador que estuvo al lado mío".

Esteban Paredes, Delantero de Colo Colo

"Estamos con bronca después de este resultado, a mi gusto inmerecido. Duele perder al último minuto".

Hernán Caputto, DT de Universidad de Chile

Un gran paso para alejarse definitivamente del sótano de la tabla de posiciones, puede dar Everton hoy en el norte cuando -a partir de las 12:30 horas- enfrente a Deportes Iquique en un duelo de equipos comprometidos con la posibilidad de descender.

El cuadro de la Ciudad Jardín llega en buen pie al encuentro de la mano de Javier Torrente, que ya guió a los viñamarinos a una victoria importante en su presentación frente al Campanil. Su adversario, en cambio viene de una dura derrota (0-4) ante Unión Española.

Y muy conscientes de la importancia que tiene el pleito, los jugadores oro y cielo advirtieron que lo enfrentarán como una verdadera final para dejar atrás la preocupación de la Primera B.

"De ahora en adelante todos los partidos van a ser complicados para nosotros, todos van a ser una final y tenemos que tener paciencia y seguir por el camino de los triunfos porque los vamos a necesitar", comentó Walter González, al analizar la cita de hoy en Cavancha.

El héroe de la victoria ante la Universidad de Concepción por la cuenta mínima no se confía de la última caída de su adversario. Al contrario, sabe que ese puede ser un acicate para los "dragones" ante lo cual la concentración es clave.

"Ellos vienen de caer por 4-0 y creo que jugando de local van a salir a buscar el partido, nosotros tenemos que manejar el balón con mucha paciencia y aprovechar los espacios que nos puedan dejar atrás", dijo el delantero que espera seguir en racha en el extremo norte del país.

"La confianza es lo fundamental acá, fueron meses muy complicados en lo personal, ya que no estaba teniendo partidos seguidos pero siempre uno tiene que estar preparado para la hora que lo llama el técnico y por suerte yo estaba bien y pude convertir", subrayó el guaraní.

Por su parte, Benjamín Berríos también reconoce la relevancia del juego de este mediodía, sabiendo que una nueva victoria puede cambiar la perspectiva de Everton en el torneo, reviviendo la posibilidad de disputar una copa internacional la próxima temporada.

"Nuestro primer objetivo es ganar el partido frente a Iquique (...) lo afrontamos como una verdadera final, hay que ir a ganar allá pero es difícil porque enfrentamos a un rival que viene herido ya que acaba de recibir cuatro goles y eso lo vuelve el doble de peligroso", subrayó.