"La DC debe conversar con el PPD y el PS, porque si van solos, podría ser el último clavo en el ataúd"
"Fue un error que el PS asumiera el liderazgo en la acusación constitucional", advierte desde Milán el analista político y académico Kenneth Bunker, al evaluar el escenario que atraviesa la oposición luego que se cayera el libelo, tras lo cual la oposición "retrocedió un paso".
- ¿Por qué un retroceso?
- Se produjo un retroceso respecto del trabajo de coordinación que se venía dando, o al menos esa era la ilusión que existía, porque las diferencias entre el Frente Amplio, la DC y la convergencia progresista son muy notorias. Ellos son facciones distintas que compiten por el mismo electorado y no se han podido poner de acuerdo. Por eso la acusación constitucional era una instancia especial donde pudieron hacer un poco más de fuerza, pero lamentablemente les salió el tiro por la culata. O no se contaron los votos o simplemente se decidió seguir adelante igual sin los votos para lograr un impacto mediático.
- Sin embargo, en parte de la oposición sacan cuentas alegres y señalan que tras la acusación salieron fortalecidos porque finalmente lograron alinear a la DC…
- En un escenario fragmentado como está hoy el Congreso, cualquier grupo pequeño pueden ser, incluso, más importante que los grandes porque son los que definen el rumbo de las votaciones. Entonces, lo que ha quedado claro es que son los independientes los que han demostrado tener mucho poder siendo pocos, aunque se comportan más desordenados que antes frente a determinadas elecciones. Hay un grupo de independientes que no se entiende dónde votan porque Alinco, Auth y Walker son votos que la oposición no esperaba perder. Eso habla también de lo desordenada que está la oposición.
- Lo que beneficia las opciones del Gobierno porque son votos volubles y manejables.
- El fracaso de la acusación constitucional es importante en varios sentidos. Primero porque muestra que la ministra de Educación lo está haciendo bien o si no lo está haciendo tan bien, no hay ningún mérito para sacarla de su cargo y queda la sensación que todo esto era un show de la oposición. La votación la reafirma en su cargo y es difícil que haya otra acusación en su contra porque los votos no están. Entonces, el que más saca cuentas alegres aquí es el Gobierno.
- ¿En que condición queda el PS que hizo de punta de lanza en este proceso, aun cuando desde sus mismas filas recomendaron no asumir ese liderazgo tan frontal?
- Es bastante difícil saber qué va a pasar o hacer pronósticos electorales con el PS. Para ellos este ha sido un año muy complicado que empezó con lo que pasó en la comuna de San Ramón y las acusaciones de narcopartido. Creo que Elizalde lo ha hecho bien, pero no ha logrado tener la cohesión de todo el partido tras de sí y por eso cualquier derrota se siente más fuerte. Lo mejor hubiera sido dejar al Frente Amplio que tomara las riendas de la acusación constitucional porque ellos pueden tomar apuestas más arriesgadas. El PS no tiene esa necesidad. En la última elección fueron los únicos ganadores de la centroizquierda. No lo necesitaban y tampoco ganaban mucho. Entonces, en ese sentido, se puede interpretar como un error de liderazgo el tomar una decisión que paga poco.
- ¿Será difícil para el PS sacarse el estigma de la derrota?
- Es que no se entiende bien cuál es el peso del PS. Uno podría decir que Elizalde iba a caer después del narcopartido, y no cayó. Y los socialistas pueden jugar un rol importante en la coordinación de toda la oposición para las elecciones municipales y de gobernadores; siguen siendo el partido más grande de la izquierda en el Congreso y a pesar de los problemas que han enfrentado tienen mucho a su favor: siguen siendo un partido súper institucionalizado.
- ¿Al final la acusación constitucional fue una mala estrategia?
- Un paso hacia atrás para la oposición. Mostraron que siguen igual de fragmentados. Lo que tiene que pasar para que tengan éxito electoral es ponerse de acuerdo en lo programático para saber dónde se van a parar en las elecciones legislativas y presidenciales. El llamado a cumplir ese rol y a iniciar la conversación debiese ser el PS y extender una invitación al Frente Amplio para que se pongan a conversar y ver la factibilidad de tener algún tipo de estrategia para las elecciones municipales, porque si el Gobierno no baja del 35% de aprobación en las encuestas y la oposición sigue fragmentada y va en listas distintas, el Gobierno va a ganar esa elección y sentará las bases para que les vaya bien en las presidenciales y legislativas de 2021. El oficialismo está mejor que la oposición hoy, hace un año y probablemente en un año más. Podría ganar en casi todas la comunas. Por eso, si el Gobierno se mantiene unido y la oposición sigue disgregada, el Gobierno va a arrasar.
- El Frente Amplio ya estableció una hoja de ruta municipal donde se abre a pactos específicos...
- Ellos quieren tener todos los beneficios sin pagar ningún costo. Ellos no son un partido que pueda poner candidatos en todos las comunas del país, que son 345, y lo que están diciendo es vamos a competir donde nos interesa y en el resto no vamos a llevar, así que lleven ustedes. Pero obviamente tienen que sentarse a conversar en la mesa y si no lo hacen y después gana Lavín o Kathy Barriga, van a tener que asumir responsabilidades.
- ¿Ve un acercamiento entre la convergencia progresista y el PDC?
- No sé. Existe un ADN concertacionista que viene de antes y creo que el PDC está arrepentido de haberse salido de la coalición de centroizquierda. Ellos deben tener una conversación con el PPD y el PS, porque si van solos, podría ser el último clavo en el ataúd.
"Si el Gobierno no baja del 35% de aprobación en las encuestas, la oposición sigue fragmentada y va en listas distintas, el oficialismo va a arrasar en las municipales y en las presidenciales"
"En un escenario fragmentado como está hoy el Congreso, cualquier grupo pequeño pueden ser, incluso, más importante que los grandes porque son los que definen el rumbo de las votaciones"