Bastante revuelo han levantado las declaraciones del cantante y pastor evangélico brasileño avecindado en Argentina, Marcos Brunet, durante una prédica en el encuentro Intimidad Con El Amado (ICEL) de fines de julio de este año en la ciudad de Buenos Aires.
Allí, en un delirante video que fue el manjar del fin de semana entre los opositores a la administración de la alcaldesa Virginia Reginato, Brunet contó 1) haber estado "tirado en el piso, junto al equipo de la alcaldía, adorando", cuando Reginato le entregó "las llaves de la ciudad"; 2) que la jefa de gabinete, María Angélica Maldonado -la polémica "Manam"-, estaría siendo "discipulada", al igual que gran parte del equipo municipal, lo que habría redundado en ciertas estrategias celestiales por las cuales consiguieron pagar en nueve meses una deuda de diez años, "con diseños que Dios les dio".
Según Brunet, 3) la asesora también habría quitado una mesa y un sillón, para instalar un altar de adoración "que traerá el reino de Dios a la ciudad". Asimismo, siempre por sugerencia del Señor, la jefa comunal habría cambiado el eslogan de Viña del Mar "Ciudad Bella" por "Ciudad de Dios", aun cuando -como es sabido- en febrero de este año se presentó otro completamente distinto: "#ViveViña".
Los nexos -al menos los públicos- hacen alusión a más de una visita a Brunet a la Iglesia Cristo Tu Única Esperanza (CTUE) de calle Valparaíso, entre Peñablanca y Batuco, a pocas cuadras del Terminal de Buses-, donde ha participado de los cultos junto al pastor Chaparro y ha sido fotografiado sin mayor problema. Sin embargo, tanto en Brasil como en Argentina, movimientos y ceremonias en las que ha estado han sido fuertemente cuestionados por su rechazo tajante a temas tan sensibles como la homosexualidad o el derecho al aborto.
Básicamente, en Viña, la batuta de acusaciones públicas la lleva la concejala DC Laura Giannici -histórica amiga de Reginato- al pedir investigar a la Dirección de Control Interno un eventual uso de fondos municipales en actividades religiosas privadas. Asimismo, se critica el préstamo gratuito de la Quinta Vergara para el evento "Chile a una sola voz" (anunciado por Brunet en el video) del 7 de diciembre. El municipio desmiente lo primero en estas mismas páginas.
Con todo, y ante los evidentes casos de crispación a nivel nacional de los últimos días, no parece sano, prudente ni legal condenar a nadie por profesar una fe o un culto específicos, sin mayores pruebas de nada. Hasta el minuto, las críticas pasadas a Viña del Mar han sido fundadas, enmarcadas dentro de la lógica democrática de un municipio e incluso varias de ellas reconocidas por la alcaldesa, quien se ha dicho dispuesta a subsanarlas. No caigamos en una caza de brujas.