Varias tareas pendientes dejó la fecha FIFA para la Selección Chilena. Si el partido ante Colombia ya había sembrado una cuota de incertidumbre, lo mostrado ayer ante Guinea simplemente encendió las alarmas a falta de cinco meses del inicio de las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.

Fue un triunfo por 3-2 que dejó más dudas que certezas. Y es que ante un seleccionado africano que se ubica en el puesto 74 de la clasificación de la FIFA, y que además no contó con algunos de sus jugadores más importantes, la Roja mostró serias falencias en la elaboración de juego, pero también en defensa.

Desde el pitazo inicial Chile manejó el balón a su antojo, apoyándose en la salida limpia de Erick Pulgar y en la apertura de cancha brindada por Mauricio Isla y Alfonso Parot. Pero ante un rival replegado, que con muchos ripios intentaba aplicar salidas explosivas, el elenco dirigido por Reinaldo Rueda ofreció una circulación de pelota cansina, de movimientos muy lentos, poca intensidad y sorpresa.

Por intermedio de su capitán Arturo Vidal, siempre el más incisivo, Chile avisó a los 13'. Luego, Pulgar conectó un envío de César Pinares y estrelló la pelota en el palo, mientras que a los 18' Felipe Mora exigió la respuesta del meta rival. Eso y poco más de la Roja.

Con escasos argumentos, los africanos resistían ante la insistencia nacional. Chile abría la cancha, pero casi nunca pudo penetrar con profundidad por las bandas. A ratos se veía a un equipo sin alma, sin su identidad. La ausencia de jugadores clave como Alexis Sánchez, Gary Medel y Eduardo Vargas se notaba en demasía.

Y cuando Claudio Bravo era un espectador más del encuentro, llegó el baldazo de agua fría. En un cambio de frente que parecía intrascendente, la pelota volvió al medio e Ibrahima Conté clavó el 1-0. Un equipo mediocre, con pocas armas, en su primera llegada fue punzante. Vidal intentó levantar al equipo y empujó siempre apoyado por un Pinares que sigue sacando bonos para ser alternativa.

Rueda cambió a los laterales en el entretiempo, pero Chile no despertaba. La posesión unilateral era estéril, y con pocas ideas en ofensiva, Mora fue un permanente náufrago.

Con un rival bien metido atrás, costó resolver. Hasta que llegó el empate. Sobre los 65', una insistencia de Pinares terminó con un remate de Pulgar, el arquero dio rebote y apareció Jean Meneses para el 1-1.

A partir de ahí, y con nuevas modificaciones, Chile se paró con tres hombres atrás y tomó mayor peso ofensivo, incluso con dos centrodelanteros. Y así Mora marcó su primer gol con la Roja tras un centro de Óscar Opazo, y minutos después Vidal anotó de penal el 3-1.

Pero desnudando otra vez las falencias defensivas, Guinea golpeó de nuevo a los 80', y ya en los descuentos Bravo evitó la catástrofe. Así se selló una victoria alarmante, en la que la Roja contó con más del 70% de la posesión de balón, pero muchas veces sin encontrar la llave para destrabar la cerradura.

La franqueza de rueda

Intentando dejar atrás el pasado para aterrizar el presente, Reinaldo Rueda fue contundente en su análisis. "Hay que tener el concepto equilibrado sobre lo que se tiene este momento en Chile o vivir del pasado, de algo que fue, pero que ya no es", comentó el colombiano, agregando que "asumir el momento que vivimos y no vivir del recuerdo, saber que es importante respetar la historia, pero que tenemos una nueva generación con algunos referentes que sobreviven. Por ahí va a pasar la construcción del fútbol chileno".

Y mientras Vidal expresó que "son difíciles estos partidos. Siempre que se piensa que hay equipos inferiores, se termina demostrando que son complicados. No hay que mirar en menos a los rivales", Bravo enfatizó que "a veces se nos perdió la brújula, pero la sensación importante es la que tenemos que tener en Clasificatorias. Ahí los ensayos y los malos momentos no tienen que ocurrir".

"Hay que tener el concepto equilibrado sobre lo que se tiene este momento en Chile o vivir del pasado"

Reinaldo Rueda, DT de Chile