Everton suma tres puntos y comienza a dejar atrás la pesadilla del descenso
FÚTBOL. Los viñamarinos derrotaron por 2-1 a Curicó Unido en un duelo que concluyó con incidentes en los minutos finales. El equipo de Torrente suma 29 puntos en la tabla.
No había duda que Everton tenía ayer en la tarde-noche de Sausalito un sólo objetivo: los dirigidos por Javier Torrente debían ganar sí o sí a Curicó Unido para comenzar a asegurar su permanencia en Primera División la próxima temporada.
Y los viñamarinos cumplieron. No fue fácil, quizás por los mismos temores locales y un par de malas decisiones del juez Eduardo Gamboa, sin embargo, se sacó adelante la obligación en el recinto de subida Padre Hurtado gracias a los goles de Benjamín Berríos cuando el reloj anotaba los 67 minutos de juego y de Maximiliano Cerato, quien mediante lanzamiento penal (74') definió un duelo que tuvo el descuento albirrojo también desde los doce pasos, con un tiro colocado de Diego Vera en el primer minuto de descuento.
Un triunfo que le permite a los oro y cielo alcanzar los 29 puntos en la tabla de posiciones e instalarse en la 11a posición de la tabla, a la espera de lo que será la visita del próximo lunes a Universidad de Chile en el estadio Nacional, logrando incluso entusiasmarse con una posibilidad en Copa Sudamericana ya que ahora son sólo cinco puntos los que separan a Everton de Audax Italiano, conjunto que hoy con 34 puntos ocupa el último cupo nacional para torneos internacionales.
Tres puntos clave
El trámite del partido siempre estuvo marcado por el protagonismo del local, especialmente en los primeros 45 minutos. En el lapso inicial los viñamarinos aprovecharon de buena manera la desprolijidad defensiva de un Curicó Unido que daba demasiadas ventajas.
Pero los de Javier Torrente se mostraron ansiosos. La obligación de ganar le pasaba la cuenta al momento de definir y por ello es que se fueron al descanso con una pobre igualdad sin goles ante la molestia de la tribuna.
Para el segundo tiempo los del Maule quisieron arriesgar algo más, sin embargo, cuando mejor se acomodaban en Sausalito llegaron los goles locales, aprovechando otra vez los errores en la retaguardia de los dirigidos por Hugo Vilches.
Benjamín Berríos y un penal de Maximiliano Cerato instalaron la tranquilidad en Viña del Mar, más aún cuando el elenco curicano quedaba con 10 hombres tras la expulsión de Felipe Saavedra.
Pero nada se le da fácil a los de Viña del Mar. Primero, Gonzalo Freitas vio la segunda amarilla a los 88' por un torpe golpe a Vargas, debido a lo que se perderá el partido del lunes ante la "U". Luego, Eduardo Gamboa cobró un penal inexistente a los 91' y llegó el descuento en los pies de Diego Vera.
Tras ello, el inexplicable descontrol de los más experimentados del plantel oro y cielo: Campestrini se enfrascó en duras discusiones con los rivales camino al vestuario debido a la efusiva celebración del arquero evertoniano, Cerato siguió reclamando por el penal que le cobraron, mientras que Cristián Zamora, preparador de arqueros de los viñamarinos, era expulsado por participar de los incidentes.
Así, una jornada que asomaba como tranquila terminó inesperadamente en medio de un ambiente caldeado.
Torrente: "Quedé muy satisfecho"
Más allá que no sea un entrenador especialmente expresivo, era evidente que Javier Torrente estaba satisfecho con lo que acababa de ocurrir en la cancha de Sausalito. "Quedé muy satisfecho con el andar de Everton ante Curicó... fuimos dominadores y merecedores de una victoria que se ensució producto de algunas incorrecciones (del árbitro)", sostuvo el DT rosarino, advirtiendo que "es el momento para pensar en positivo y saber que de a poco nos estamos pareciendo a lo que todos queremos para este equipo en la parte final de la competencia".
2-1 superó anoche Universidad de Chile a Deportes Iquique. Con este resultado, los azules dejaron la zona de descenso.
21 horas del próximo lunes, los viñamarinos visitarán a Universidad de Chile en la cancha del estadio Nacional.