Moreno y el agua: "En el caso de las ciudades, no veo necesario el racionamiento este año"
-¿Cuán grave es la sequía?
-Estamos enfrentando una sequía que es histórica. No tenemos registro de una sequía comparable a esta y, además, es algo que se viene dando hace tiempo. Llevamos muchos años en que viene disminuyendo la cantidad de lluvia, que es la causa principal: tenemos una pluviometría mucho más baja. Adicionalmente, este año ha sido el año más seco que hayamos tenido. Ha subido la temperatura también. Por lo tanto, tenemos menos nieve en la cordillera, la cantidad de agua en los embalses es mucho más baja que lo que históricamente han tenido. Estamos en una situación compleja para todos los tipos de uso de agua.
-¿Cuál es el panorama visto a través de las declaraciones de zonas de catástrofe, emergencia agrícola o decreto de escasez?
-Esos tres mecanismos son los que tiene el Estado para poder ir en ayuda de las personas que sufren una situación como esta. El decreto de escasez, que lo hace el Ministerio de Obras Públicas, permite poder intervenir, dada la disminución de la cantidad de agua, en la distribución del agua, que normalmente se hace de acuerdo a los derechos que tiene cada persona, pero cuando hay un decreto de escasez la Dirección General de Aguas puede intervenir y privilegiar, por ejemplo, el consumo humano, o privilegiar ciertos cultivos o ciertos usos agrícolas que son más importantes de mantener. El decreto de emergencia agrícola le permite al Ministerio de Agricultura ir en ayuda de los pequeños agricultores o ganaderos en situaciones complejas como las que se están viviendo. Y el decreto de catástrofe, que hoy día solo está vigente en Coquimbo y Valparaíso, es para cuando la situación es tan seria que causa un problema social y hay que tomar medidas distintas.
-Hay agrupaciones y empresas que piden declarar cuencas como las de los ríos Maipo o Mapocho bajo alguna de esas figuras…
-Efectivamente, lo que se ha solicitado son decretos de escasez para la cuenca del río Maipo y del río Mapocho. Ambas han sido concedidas. La escasez para la zona alta del Mapocho: Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, que es el lugar donde se distribuye el agua del río. El Mapocho hoy día está con un déficit de 83% respecto del caudal histórico. Tenemos muy poca agua: 1,4 metros cúbicos por segundo en el mes de septiembre; el promedio histórico es ocho metros cúbicos por segundo. Debemos tener disponible la herramienta de poder modificar la distribución, si fuese necesario.
-¿Y qué indican las cifras sobre déficit de cauces, de lluvias, de acumulación de nieve y embalses?
-Lo que indican es que estamos frente a la sequía más grande de la que tengamos registro. Nosotros hacemos una proyección en base al caudal que tiene en agosto o septiembre, más la nieve que hay, de cuánto van a ser los caudales hacia adelante, lo que se muestra, en promedio, si uno mira todas las cuencas (esto hay que mirarlo en cada cuenca, porque las características de cada una son distintas) es que hay un déficit de un 54% en los caudales que estimamos para esta temporada primavera y verano, considerando los primeros meses del año que viene.
-¿Todos los índices son críticos?
-Las situaciones más críticas están en la zona de Valparaíso, una parte de Santiago, Coquimbo. Tenemos distintas situaciones, pero todas tienen una afectación grande.
-¿Cómo funcionarán y han llegado a algunas conclusiones en la Mesa Nacional de Agua y en las Mesas Regionales?
-Son dos situaciones distintas. Lo importante es tener el diagnóstico correcto. Nuestro diagnóstico es que tenemos que enfrentar una emergencia y en eso hay que actuar rápido y ágilmente, lo que significa que hay que trabajar caso a caso, lugar por lugar, región por región, APR por APR (programas de Agua Potable Rural) y, obviamente, cuenca por cuenca. Por lo tanto, hemos creado estas mesas regionales que encabezan los intendentes, en que está todo el gobierno regional y la comunidad de esa zona, los parlamentarios, los regantes, la gente que está en el tema de los APR, todos lo que tienen algo que decir y entre todos ver cómo enfrentar este momento difícil. Pero al mirar el mediano y largo plazo, la situación es diferente. Ahí necesitamos tener el diagnóstico adecuado y no pensar que se va a vivir siempre de emergencia en emergencia. Tenemos que tomar las medidas para que en el futuro no tengamos tales emergencias o que ellas sean muy aisladas. Ahí, hay que ver si esta situación es permanente o es algo transitorio.
-¿De esa situación se ocuparía la Mesa Nacional?
-Así es. Si uno mira hacia atrás, las lluvias y aguas han ido bajando persistentemente. Esperamos, ojalá, no tener el 2020 un año como este, pero no vamos a volver a los promedios históricos. Todos los estudios científicos muestran que la zona central de Chile va a seguir siendo afectada por sequía, aumento de temperatura y disminución de la lluvia. Tenemos que tomar medidas permanentes. Va a haber agua, pero hay que ir a buscarla a otros lugares, hay que cuidarla mucho más, hay que intentar reusarla, hay que almacenar el agua del invierno, hay que buscar nuevas tecnologías. Todo eso requiere inversión. Hay que determinar cuáles son las políticas hacia adelante, cuáles son las obras y la infraestructura necesarias para esta nueva condición, frente a un cambio climático que ha sido muy rápido.
-¿Cuáles son las medidas para enfrentar la emergencia y cuáles son las medidas a un plazo mediano o largo respecto del agua?
-Para enfrentar la emergencia es que hemos creado una comisión de ministros (seis ministerios) con todos los organismos del Estado que tienen que ver con el tema del agua y esto se replica en las regiones a cargo de los intendentes. Lo que estamos haciendo es primero tener la información. Hay tres sectores que son afectados. Primero, el agua potable de las ciudades, que proviene de los ríos y de pozos que están siendo afectados. Hemos hecho una investigación lugar por lugar, sanitaria por sanitaria, y el resultado de eso es que no vamos a tener problemas en las ciudades durante esta primavera y verano, pues se han tomado medidas para lograrlo en algunos casos. Pero en el mediano plazo en las ciudades, si esta sequía continúa, sí tendríamos problemas y habría que hacer las obras necesarias para que en los años venideros no haya problemas.
-¿Cuál son los otros dos sectores afectados?
-El segundo sector afectado, es el agua potable en los campos. El agua potable rural es muy diferente al agua potable urbana, es mucho más frágil. Es un sistema más pequeño, que está a cargo de los propios vecinos, no tienen las mismas capacidades, ni recursos económicos o profesionales. En muchos de esos casos, sí tenemos problemas. Lo que hemos hecho es un catastro con todos los APR que existen en la zona entre Atacama y el Maule, donde tenemos solamente en el caso de los construidos por el MOP, como 1.100 servicios, de los cuales 88 tienen problemas de abastecimiento de agua, porque no tienen o es irregular o insuficiente. Eso significa un número de casi 90 mil personas que tienen dificultades. Por último, el tercer sector afectado también es rural. Hay otro grupo de sistemas de agua potable rural que no son hechos por el MOP, sino por la municipalidad o por la Subsecretaría de Desarrollo Regional o por alguna iniciativa privada. De esos ya tenemos catastrados como 300 sistemas y aproximadamente un tercio de ellos tienen problemas. Representan del orden de 50 mil personas. Si los sumamos , tenemos alrededor de 140 mil personas en los campos con dificultades, que requieren ser supervisadas para abastecimiento adecuado.
-Es decir, usted asegura el abastecimiento de agua potable para las ciudades de Chile, pero en un horizonte restringido: este año.
-Así es.
-¿El racionamiento es una posibilidad si la cosa sigue así de mal?
-En el caso de las ciudades, no es necesario. Lo que es necesario en ellas, sin perjuicio que siempre hay que cuidar el agua, y lo más importante, es hacer las obras que se necesitan en cada una de ellas y para eso cada sanitaria está trabajando junto a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, de modo de determinar cuáles son las obras necesarias en cada caso para que en los próximos años también tengamos seguridad de abastecimiento.
-¿Hay ciudades o zonas que estén en condiciones mucho peores que otras? Mencionaba usted Coquimbo y Valparaíso…
-En el sistema de agua potable rural, que es el más afectado, la gran mayoría está en la zona de Valparaíso, con 57 sistemas de APR en problemas. Están concentrados en el sector de Petorca y Aconcagua. Y le sigue Santiago, con 12 sistemas que están justamente pegados a la zona de Valparaíso, en Chacabuco y Melipilla.
Patricio Tapia
redaccion@mediosregionales.cl
Se han decretado zonas de catástrofe, hay cifras críticas de déficit en los cauces de los ríos, las lluvias, la acumulación de nieve y agua en los embalses. La sequía ha supuesto una emergencia que afecta gravemente a zonas importantes de Chile. El Presidente Piñera lo considera una "terremoto silencioso" y creó una Mesa Nacional de Agua, además de mesas regionales para abordar el tema. Un rol protagónico tiene el Ministerio de Obras Públicas y su titular, el ministro Alfredo Moreno, se refiere a la situación, su diagnóstico, las medidas para abordarla y posibles soluciones.