"Es muy parecido a lo de mi país... hay un yugo del que la gente quiere escapar"
Genio y figura. El venezolano Néstor Canelón se sumó como refuerzo de Santiago Wanderers a mediados de temporada proveniente del Caracas FC para rápidamente ganarse el cariño de los hinchas porteños y liderar la segunda parte de un torneo de Primera B que tiene a los caturros como los más serios candidatos a lograr el ascenso a Primera División y cumplir el anhelado sueño de sus fanáticos en Valparaíso.
Al delantero "llanero" se le escucha contento como parte del vestuario que dirige Miguel Ramírez, aunque no oculta su sorpresa por haber vivido tan de cerca el inesperado y violento estallido social de la última semana en la región y buena parte del país.
Canelón habla de todo. De Santiago Wanderers, Venezuela, Chile y su familia, no dejando de reír al recordar que en el primer día de trabajo en el Complejo Deportivo Mantagua ya había sido bautizado como "Maluma", más allá que el cantante sea colombiano.
"Me encontré con un grupo en donde no hay malas caras y en donde todos son felices", sostiene el atacante, insistiendo en que "antes de llegar nadie me advirtió que los chilenos eran tan buenos para el hueveo".
"He aprendido muchas palabras.... jajajajaja.... yo antes decía 'joder' y ahora digo 'hueveo', por lo que cuando converso con mi familia hay veces que ya ni me entienden", asume con simpatía, aunque admitiendo que hasta el momento lo más difícil de su paso por el Decano ha sido la lejanía de quienes dejó atrás en la capital venezolana.
- Hace un tiempo manifestó públicamente su decepción al no haber logrado, en ese momento, que su pareja pudiera venir a Chile para acompañarlo. ¿Se solucionó de buena forma el tema?
- No. Hicimos todo lo posible, pero finalmente no le dieron la visa que necesitaba. Estoy muy agradecido de todas las gestiones que se hicieron para ayudarme, especialmente de la gente del club, pero no se pudo hacer más y ya estoy resignado respecto de esa posibilidad. Es una pena y la verdad es que nunca entendí mucho la decisión de no entregarle el documento que necesitaba para ingresar y quedarse en Chile, pero lamentablemente así son las cosas y ya nada más se puede hacer.
- Me imagino que estar solo en un país que no es el suyo es complicado, y una determinación de este tipo complica aún más las cosas.
- Así es. Es un sacrificio extra que uno debe hacer, sin embargo, jugar al fútbol fuera de Venezuela siempre fue uno de mis objetivos y hay que ponerle el hombro a este tipo de situaciones. En su momento tuve opciones de ir a Colombia, Ecuador y Uruguay, sin embargo, Dios me puso a Santiago Wanderers y a Chile en mi camino y estoy feliz por ello. Ahora estoy cien por ciento concentrado en alcanzar el ascenso a la Primera División y en darle esa alegría a la gente.
- Quedan sólo tres partidos para celebrar un ascenso que en Valparaíso se ha vuelto una obsesión.
- Es cierto, queda muy poco y el logro del objetivo depende sólo de nosotros. Sin embargo, nadie está confiado. Desde hace un tiempo todos en el camarín hemos dicho, cada vez que nos han preguntado, que vamos partido a partido y ello se mantendrá hasta la última jornada. En Santiago Wanderers nadie se siente campeón ni mucho menos.
- Sin embargo, lo cierto es que en las últimas fechas han logrado sacar diferencias respecto de sus rivales directos. ¿Llegan mejor que el resto a la definición del torneo?
- No lo sé. Como te digo, en Santiago Wanderers nadie se confía ni mira en menos a nadie. Llegamos a la definición en un buen momento futbolístico y eso es importante, pero este torneo ha dejado en claro que nada es seguro. No ha sido fácil llegar a esta instancia. Eso sí, esperamos no desperdiciar esa oportunidad.
- Usted llegó para suplir a Reiner Castro, un venezolano que dejó huella en muy poco tiempo en Santiago Wanderers.
- Desde el primer día supe del cariño y respeto que Reiner (Castro) se había ganado de parte de los hinchas y yo feliz por ello. Pero yo no vine a reemplazarlo. Yo llegué a Valparaíso para ayudar a que Wanderers y su gente puedan cumplir el sueño de volver a Primera. En eso estamos y es lo que hoy me quita el sueño.
- Un cariño que usted heredó.
- Yo estoy muy agradecido de todos los hinchas de Santiago Wanderers y, en general, de toda la gente. Estando lejos de casa quizás las personas no se imaginan lo importante que es un grito de aliento. Santiago Wanderers tiene una hinchada única y que te llega al corazón, y no dudo que siempre sea así por el bien de todos los que hoy vestimos estos colores.
- Le tocó vivir una semana muy intensa para Chile, Valparaíso y las ciudades de nuestra región. ¿Le sorprendió ver el nivel de protestas y descontento que se vio en las calles?
- Lo que se está viviendo es muy lamentable por las familias y especialmente por los niños. Lo que me ha tocado ver es tristemente muy parecido a lo de mi país. Hay un yugo del que la gente quiere escapar. Quiero entregarle todo mi apoyo a las personas que reclaman por las injusticias de manera pacífica. Yo no conozco los orígenes de las movilizaciones acá en Chile, pero me imagino que a nivel sudamericano todas son muy parecidas. Hay un cansancio por la clase política y un constante aprovechamiento para con la gente más humilde, aquella que se levanta muy temprano para trabajar y llevar el dinero que necesita su hogar.
- Me imagino que no esperaba encontrarse en Chile con este tipo de manifestaciones.
- No sé si no me las esperaba porque llevo muy poco tiempo en el país, pero ciertamente que las injusticias son lamentablemente una constante en varios países del continente. La gente tiene todo el derecho a manifestarse y demostrar su descontento, aunque claro, hay formas y formas de ser escuchados.
- Lo de Venezuela es un caos desde hace un buen tiempo.
- Lo que estamos viviendo en nuestro país no se lo doy a nadie en materia social ni política... sólo eso le puedo decir de un país tan maravilloso y hermoso, como Chile, pero que tristemente está sufriendo demasiado.
- ¿Se proyecta en Chile?
- Puede ser, aunque antes de pensar en cualquier cosa mi mente está totalmente abocada en el logro del objetivo con Santiago Wanderers. Estaría feliz de seguir acá, pero hay un montón de factores que se deben evaluar.
Recorriendo las calles del Puerto
Tras su arribo a Chile para firmar como refuerzo de Santiago Wanderers, Néstor Canelón vivió durante dos semanas en el hotel Diego de Almagro en el centro de Valparaíso. Días en que mezcló sus idas a Mantagua para entrenar y conocer a sus nuevos compañeros, pero también para recorrer las calles del Puerto. "Lo primero que me llamó la atención es que en Valparaíso todo tiene algo que ver con Wanderers, ya sea una insignia, una bandera o la persona que atendía era hincha del club", cuenta el venezolano.
"Yo sí vine con una opción de compra"
Fue en estas mismas páginas que Néstor Canelón leyó a Yescenia Rodríguez, abogada de Dynamo Sport Agency, empresa que maneja su carrera como futbolista, explicar que la llegada del delantero a Santiago Wanderers se trataba de un préstamo sin opción de compra. "La verdad es que a ella no la conozco... Dynamo es la empresa que me representa, pero ella estuvo mal", sostiene, añadiendo que "por ahí era primera vez que la entrevistaban y se equivocó en dar la información porque yo sí vine a Wanderers con una opción de compra", aunque de inmediato aclara que desconoce los montos. "No es el momento para tratar un tema de este tipo, pero en el minuto que corresponda, Santiago Wanderers tendrá la opción de comprar mi pase", asegura Canelón.
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