"Lo que pasó en Valparaíso no es una pasada de cuenta a Sharp por ser del FA"
La ciudad de Valparaíso vivió su semana más traumática desde el retorno a la democracia. Así lo daban cuenta ayer decenas de locales comerciales del plan, donde sus dueños instalaban planchas de acero para evitar ser saqueados o que grupos de vándalos, sin explicación que parezca razonable, simplemente los quemasen y pasar a engrosar las millonarias pérdidas al patrimonio porteño y un duro golpe a la economía local.
Al intendente Jorge Martínez (RN), sin siquiera imaginarlo cuando asumió el cargo, en marzo de 2018, le correspondió encabezar la región en sus horas más críticas desde la época de Dictadura, con un Estado de Emergencia en curso que cumple ochos días. Un estallido social y fuertes demandas ciudadanas por cambios estructurales potentes pusieron en jaque al Gobierno, con jornadas de manifestaciones que también derivaron en un pillaje que dejaron a la capital regional como la más afectada.
Tras las primeras medidas de La Moneda y otras en curso, junto a un inminente cambio de gabinete, donde incluso se especula con su posible salida, el intendente analiza el movimiento ciudadano espontáneo y la forma en que se debe abordar en la región. Martínez asegura que la destrucción de la ciudad lo afectó en lo más profundo y se hizo todo lo posible por protegerla, pese a las duras críticas respecto a la efectividad de las fuerzas militares en las calles.
-¿Cómo explica la destrucción que sufrió Valparaíso?
-En el plano personal, es lo que más quiero en la vida. Soy Hijo Ilustre de Valparaíso y, si bien las fuerzas estaban al mando del jefe de la Defensa, me consta cómo la prioridad es Valparaíso, es lejos la ciudad que tuvo la mayor presencia de efectivos. Los Carabineros no tuvieron descanso ni oportunidad de turnarse, estaban 24/7 en todos los puntos de la ciudad. Había que estar pendiente de 20 o 30 puntos a la vez y, efectivamente, eso afectó mucho la capacidad de controlar. Si usted compara las manifestaciones masivas, el viernes en Viña del Mar marchó mucho más gente que en Valparaíso y no hubo ningún destrozo, porque los vándalos no salieron; en cambio en Valparaíso, donde marchó menos de la mitad de gente que en Viña, hubo mucho más destrozos, porque hay muchos más delincuentes y vándalos que se organizaron para saquear y robar. Mi gran dolor esta semana es lo que ha ocurrido en la ciudad de Valparaíso y requiere tener conversaciones muy profundas con la comunidad, con las organizaciones sociales, con todos los actores líderes de opinión de la comuna por qué en Valparaíso pasan estas cosas de volúmenes tan grandes, tan numerosa y concertada, de gente que lo que quería era quemarla y destruirla. La mano no ha sido distinta con Valparaíso, lo que pasó en Valparaíso no es una pasada de cuenta al alcalde Sharp por ser del Frente Amplio.
-La ciudad ya arrastraba una decadencia sostenida, ¿será posible en este Gobierno recuperarla?
-Hay dos grandes tareas en Chile hoy día: primero, reconocer y no eludir lo que está ocurriendo. Este es un movimiento histórico nunca visto en Chile, donde la ciudadanía, sin liderazgos, sin partidos políticos, ha expresado su voz en forma fuerte, clara y contundente, y ante eso tenemos que concentrar nuestras energías. En la región, dos grandes ejes: primero la reconstrucción social, por eso he convocado y estamos coordinando a partir del lunes con los actores sociales, para tener reuniones regionales y ver dónde están nuestros grandes dolores regionales. Sabemos que hay temas que trascienden a la región y son macro (pensiones, sueldo mínimo, salud, deudas), pero saber cuáles son nuestros dolores regionales, aquellos aspectos que en la región no nos permiten vivir en condiciones de dignidad mínima. La segunda gran tarea no es sólo la reconstrucción del espacio físico, pero por sobre todo recuperar el empleo. Durante esta semana se destruyeron muchas fuentes de trabajo, en una región que no se caracteriza por tener altas tasas de empleo esto afecta muchísimo. Lo hablé con el Presidente Piñera y tiene muy claro que por donde hay que partir es la ciudad de Valparaíso, que ha sido la más golpeada en la región y donde vamos a tener que hacer los mayores esfuerzos para apoyar a su comercio, al turismo y la recuperación integral de una ciudad que debemos cuidar. Evitar que grupos que son minoritarios, pero no por ello poca gente ni desorganizados, sigan intentando destruirla.
-El senador Chahuán señaló que a este Gobierno le faltó conexión con la realidad, ¿concuerda con esta crítica?
-Decir que sólo a este Gobierno le ha faltado una lectura de los temas sociales es un poco restrictivo. Es una lectura que hay que hacer respecto a los últimos 30 años, en un país que bajó su tasa de pobreza en cerca de un 50% a un 3% en pobreza dura, un 18% en pobreza multidimensional, que creció y que hoy tiene una tremenda clase media de más de un 60% de la población, pero que está al límite, es la que se ha sentido más golpeada en todo este proceso de crecimiento del país. Decir que a este gobierno le faltó esa lectura es una mirada muy estrecha, le faltó a todos los gobiernos en los últimos 30 años y a todo el mundo político en los últimos 30 años.
- En esta semana de crisis, ¿se ha sentido solo al mando del Gobierno Regional? Dio la impresión de que la región estuvo paralizada.
-No, para nada. Hay que entender que en un Estado de Excepción Constitucional como este, quien toma el mando del orden y la seguridad es el jefe de la Defensa, almirante De la Maza, de quien debo reconocer su prudencia, inteligencia y capacidad de trabajo. Un reconocimiento a todos los funcionarios públicos que han venido a trabajar. Sobre los equipos de gobierno, los directores de servicio, seremis, gobernadores, todos han estado en sus puestos de trabajo aportando desde su área en esta emergencia. Algunos gobernadores incluso han estado sitiados, amenazados de incendio, y se han mantenido en sus puestos de trabajo para poder coordinar la ayuda y dar cuenta al mando de la zona de las realidades en cada territorio. La distribución de fuerzas se hizo en toda la región.
-¿Llegó el momento de hacer cambios en el gabinete regional, darle otra mirada a lo que pretende la región de aquí en adelante?
-Creo que ahora comenzamos a vivir circunstancias nuevas que van a requerir actores nuevos. El Presidente le ha pedido al gabinete que le presente la renuncia, lo ha dicho claramente, se necesitan otras personas, con otras competencias para enfrentar el desafío social que la ciudadanía ha dejado claro. Una vez que tengamos claras las medidas y los nuevos ministerios, evaluaremos si, ante esas nuevas necesidades, se requieren nuevos actores. Eso me incluye a mí por cierto, todos debemos tener la grandeza, si se requieren cambios, de dar un paso al costado para que lleguen otras personas que puedan tener competencias más apropiadas.
-¿Está en riesgo el Gobierno de Piñera? ¿Si no incorpora nuevos actores podría terminar mucho peor?
-El Presidente ha sido sumamente claro en esta materia. Primero ha pedido perdón; segundo, ha reconocido que las urgencias sociales deben estar en primer lugar y con mayor velocidad. Esto implica una acción de todos los poderes del Estado. Quien quiera sacar beneficios políticos hace una lectura errónea, se ha visto un movimiento ciudadano auténtico, despolitizado, que ha presentado una queja clara y precisa respecto a mayor equidad.
-¿Es una maniobra arriesgada levantar el toque de queda?
-Toda decisión implica riesgos, la decisión se funda en lo que ha señalado el Presidente Piñera, que espera y confía en retornar a la normalidad constitucional en un plazo muy breve. De no mediar problemas mayores, deberíamos estar mañana (hoy), en la medianoche, poniendo término al Estado de Emergencia y retornar el lunes a la normalidad.
"Mi gran dolor esta semana es lo que ha ocurrido en Valparaíso y requiere tener conversaciones muy profundas con la comunidad, con las organizaciones sociales, con todos los actores"
"Lo hablé con el Presidente Piñera y tiene muy claro que por donde hay que partir es la ciudad de Valparaíso, que ha sido la más golpeada en la región y donde vamos a tener que hacer los mayores esfuerzos" "Una vez que tengamos claras las medidas y los nuevos ministerios evaluaremos si, ante esas nuevas necesidades, se requieren nuevos actores. Eso me incluye a mí por cierto"