El inexplicado retraso en la visita a Chile de la publicitada misión de observadores de Derechos Humanos de la ONU, previsto en principio para el pasado lunes, debiera arribar durante la presente semana a verificar en terreno las numerosas denuncias en contra de agentes estatales -principalmente, Carabineros y Fuerzas Armadas- durante los ya casi doce días acontecidos tras el inicio de las protestas, manifestaciones, marchas, desmanes y actos de violencia que han ocurrido a lo largo de todo el país.
De la misma manera, ya se encuentra en el país una enviada de la ONG Amnistía Internacional (de larga relación con Chile en los complejos años ochenta), quien ya aseveró que, al menos en Santiago, ha visto "indicios de graves violaciones a los derechos humanos, de uso excesivo de la fuerza, de posibles actos de tortura, de posibles detenciones arbitrarias, pero lo más importante, es que lo vemos a un nivel masivo, y lo vemos durante una cantidad de tiempo muy mantenido, con consecuencias muy graves para la población", según dijo.
El nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, ratificó, apenas asumido, su más absoluto compromiso con la defensa de los DD.HH. "La justicia tiene que ser imparcial y los derechos de todos tienen que ser respetados sagradamente", aseveró.
A nivel regional, el director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Fernando Martínez, asegura hoy a este Diario que la mayor cantidad de casos están relacionados con el uso excesivo de la fuerza, torturas y apremios ilegítimos. Asimismo, dice haber visto obstaculizado su trabajo fiscalizador en la Segunda Comisaría de Valparaíso y en la Comisaría de Quilpué, entre otros cuarteles, donde no se les permitió el ingreso o se les demoró innecesariamente. Por último, el director también destaca que ha tenido comunicación constante con el Jefe de la V Zona, general Hugo Zenteno, y los prefectos y comandantes encargados de DD.HH., así como con la Defensoría Penal Pública y la Fiscalía.
Por su parte, el alcalde porteño Jorge Sharp, quien inicialmente se manifestó en contra del Estado de Emergencia y la presencia de militares, para luego criticar a los mismos por no ser capaces de detener los saqueos y la destrucción de la ciudad, solicitó a los emisarios de la ONU una audiencia para exponer el caso de Valparaíso.
La defensa más absoluta y sin límite alguno de los Derechos Humanos requiere de la investigación de todas y cada una de las denuncias hechas. Por lo mismo, el cuidado que se debe tener en ello es también tremendamente importante para no afectar la credibilidad de los mismos. La delicadeza de cada testimonio pende precisamente de este punto.