Sistema democrático
Es curioso que en tiempos turbulentos para la democracia en nuestro país, surjan voces asociadas a derrocar a un Presidente electo según las normas de la institucionalidad vigente. ¿Acaso esas personas piensan ser merecedoras del favor de la ciudadanía para ocupar puestos de liderazgo en el ámbito político? Se equivocan, pues ya han dado muestras de su carencia absoluta de representación de las personas que aún creemos en la democracia como sistema de vida en común dentro de una sociedad.
Aquellos que de una u otra forma han legitimado el accionar violento y vandálico que ha destrozado a nuestro querido país -sí, querido país por millones y odiado por unos pocos- no lograrán su malévolo propósito.
Jaime Barrientos Proboste
Responsabilidad política
Mientras se continúa destruyendo el centro comercial de Valparaíso, en el Congreso los diputados debaten una acusación constitucional contra un exministro. Mientras el país retrocede en su economía y se atenta contra valores ancestrales, los diputados discuten para imponer sus argumentos partidistas. Mientras un furgón de Carabineros es sobrepasado por una horda de vándalos, como sucedió en El Belloto, los parlamentarios se empeñan en denostar a un exministro que ya cesó sus funciones. Simplemente una vergüenza, indignante. No basta con que rebajen sus honorarios, deben renunciar de inmediato por grave abandono de sus deberes.
Eduardo Bastías Guzmán
Alto costo
Todos opinamos y creemos tener la verdad; sin embargo, a la luz de los hechos y al ver la magnitud de actos vandálicos que no concluyen, pese a llevar más de 40 días con la misma tole tole y a pesar de las reformas habidas, sólo me resta pensar que nos encontramos en un desgobierno, sin seguridad ni prevención del delito, y la caída que llevamos es libre hasta que algo o alguien lo pare. El costo ha sido inmenso en todo ámbito y se trata de llevar una vida bajo una aparente calma y normalidad, pero en medio de una ciudad bombardeada.
René A. Zapata Valiente
Ambigüedad
¿Hasta cuándo tendremos que leer portadas en que los miembros del Frente Amplio, como el diputado Jorge Brito de RD, no son capaces de ponerse los pantalones y decir con todas sus letras ¡Basta de violencia! ¿A qué le temen?
Lo que ocurrió estos días de "paro nacional" en Valparaíso es nefasto, es delincuencia pura y dura, pero estos políticos acomodaticios y timoratos no son capaces de ser claros, tajantes, con lo que validan la violencia. Su condescendencia los hace cómplices. Y luego cuando el Gobierno hace lo que todo gobierno del mundo occidental hace (Francia, Bélgica, Alemania), que es poner militares para proteger infraestructura y servicios básicos durante periodos críticos para toda la población, aparecen estos políticos con sendas declaraciones ambivalentes y populistas que suenan bien a sus graderías, intentando boicotear la medida.
No me explico cómo siendo tan jóvenes sean tan mezquinos, tan manipuladores, tan doble estándar y, sobre todo, tan egoístas, porque está claro que desde su burguesía no andan ni en metro, ni en transporte público, ni compran en un supermercado "A Cuenta" ni sobreviven gracias a una pyme. ¿No nos merecemos más que esto los chilenos?
Daniel Green
Derecho a voto
Cuando era estudiante de humanidades (actual enseñanza media) obedecíamos y respetábamos a nuestros profesores, no sabíamos de tomas de colegios y mucho menos de destruirlos.
Los mayores nos alentaban a ser responsables, diciéndonos que éramos el futuro de la patria. Hoy, que pertenezco a la cuarta edad, si me cruzo en la calle con algunos adolescentes siento temor y dudo si serán parte de la pesadilla del momento, corriendo a la cabeza de los que están demoliendo el país.
En estas circunstancias, darles derechos a voto para las elecciones populares de autoridades es altamente inconveniente para la reconstrucción nacional que Chile necesita.
Eduardo Parra Bartet
Bancos
Mientras el país se debate en el afligimiento y la desesperanza económica de todo tipo, los bancos y afines mantienen alzadas sus banderas y observan el panorama como algo ajeno, que no les atañe. No he visto iniciativas solidarias importantes y significativas, como bajar la tasa de interés de las tarjetas de crédito y de débito o desplegar campañas para renegociar y refundir deudas, otorgar más plazos para pagos, aumentar cupos de sobregiro, etc., para ayudar a sus clientes deudores, lo cual pueden hacer muy fácilmente, y de oficio, como se dice.
Los bancos anualmente registran muy buenos resultados y, sin peligro de que se desestabilicen, pueden perfectamente destinar un monto al riesgo de perder algo en esto, pero ganándose el agradecimiento y la fidelidad de sus clientes.
Guillermo Díaz Orellana