"Este es el minuto para gastar; no sé si todos los ahorros, pero sí parte de esos bonos soberanos en la agenda social profunda que necesitamos"
"No sé si es trauma o excusa", sentencia el timonel de RN, Mario Desbordes, al analizar el rechazo que ha generado en parte de la oposición el anuncio de La Moneda de enviar un proyecto que autorice la presencia de militares en zonas críticas y el hecho de que estarán exentos de responsabilidad penal. A su juicio a los partidos opositores les cuesta avanzar en materia de orden y seguridad.
El legislador, a quien se le considera el gran articulador del oficialismo en la búsqueda de una salida a la crisis que atraviesa el país desde hace seis semanas, reconoce que tener una buena relación con la oposición ha facilitado las cosas, pero remarca que "yo he sido uno más de los que han trabajado durante este mes".
-¿Cómo define el rol de RN en medio de este escenario tan complejo?
-Hemos actuado desde la convicción y hemos dicho y hecho lo que nos parece correcto, sin calculadora y corriendo riesgos porque también hay algunos en mi sector que nos han acusado de enarbolar banderas de izquierda. Mire, un ejemplo, más de la mitad de la bancada de RN viene de liceos con número, incluido yo, y la otra mitad no. Entonces convivimos distintas visiones del país y de la sociedad; por eso, quizás, podemos tener conexiones más transversales de cómo hay que conectarse con la sociedad. Cuando uno habla de pensiones habla desde la perspectiva de lo que le pasa a su familia, en el tema de la educación desde lo que se ha vivido, lo mismo en temas de salud porque cuando uno habla de planes universales lo hace desde las necesidades que uno ha detectado en su gente.
-Han pasado seis semanas desde el estallido social del 18 de octubre y la violencia no decrece. Se han suscrito acuerdos y tanto oposición como oficialismo están haciendo esfuerzos. ¿Qué lectura hace de esto?
-Lo primero, hay que separar a los violentos de los manifestantes pacíficos. La gran mayoría son pacíficos y tienen demandas que deben ser abordadas de manera profunda y definitiva, mientras que los violentos no quieren que se solucione nada; ellos buscan que caiga la democracia y que termine la sociedad que conocemos. Con ellos no va a haber ninguna posibilidad de diálogo y hacia ellos no están orientadas las reformas.
-Pero más que antisistémicos lo que se ve en los saqueos e incendios es lumpen al que se le está asociando al narcotráfico
-Hay una mezcla de quienes quieren derribar la democracia. Por una parte troskistas y guevaristas con añoranzas sesenteras; también hay grupos anarquistas y lumpen. Todos han sumado esfuerzos para salir a destruir.
-¿Cómo se enfrenta esta mezcla tan heterogénea?
-Hay que actuar en cuatro frentes en paralelo y con reformas sociales. Primero hay que sacar una reforma previsional y otra de salud, y aunque por un lado en los medicamentos algo se ha avanzado, se necesita otra reforma al sistema de salud mismo; segundo, hay que resolver el problema del CAE; tercero, las reformas para el orden público y cuarto, establecer una agenda profunda contra los abusos.
Seguridad
-¿Cómo ha visto el avance de la agenda de seguridad?
-Ha sido lento el avance de la agenda de seguridad; yo lamento que la oposición esté bloqueando proyectos que son urgentes para la ciudadanía. Se puede avanzar perfectamente en reformas sociales, en las distintas iniciativas tendientes a satisfacer las demandas de la calle y también en esta otra, porque son comisiones distintas y podemos trabajar todas juntas, pero no ha habido una buena disposición de la mayoría de la oposición. Espero que eso vaya cambiando.
-¿Fecha límite?
-Dentro de la próxima semana, con las urgencias que puso el Ejecutivo, espero que podamos tener aprobada buena parte de la agenda.
-¿Qué le diría a una parte del empresariado que ha estado un poco ausente en esta crisis y que no ha salido a dar respuestas?
-Les diría que sigan a Alfonso Swett, que ha sido un liderazgo positivo en momentos difíciles, que escuchen el llamado de Andrónico Luksic y otros grandes empresarios a que tengan una actitud distinta, y les recomendaría un libro para esta semana, no para el verano: "Salvando al capitalismo de los capitalistas", de Luigi Zingales.
-El Presidente quiere que el Congreso apruebe el proyecto que autoriza a los militares a resguardar la infraestructura crítica. En la oposición genera resistencia la cláusula que los exime de responsabilidad penal.
-Pero se trata de eximirlos de responsabilidad penal sólo en el espacio que deben resguardar y si se da bajo ciertos presupuestos. Es lo mismo que pasa si alguien entra a mi casa a robar y allí existe una legítima defensa y por el solo hecho de estar en mi domicilio, existen normas especiales. Esto es lo que se busca.
-El diputado Manuel Monsalve (PS) insiste en que el Presidente puede hacerlo en menor tiempo declarando estado de excepción sin tener que pasar por el Congreso y establecer lo que considera una amnistía previa. Por eso piensa que lo que busca el proyecto es incorporar esta cláusula que considera una condición que están poniendo las propias FF.AA.
-Primero, es necesario modificar la legislación; segundo, es evidente que las FF.AA., para comenzar a tener un rol distinto al que tienen ahora y de forma permanente, requieren ciertas certezas; tercero, hay que construir una norma nueva que permita que las FF.AA. hagan custodia de espacios sensibles para la ciudadanía de lugares estratégicos como lo hacen en Europa.
-O sea ¿no le parece una cláusula divisora, compleja?
-Todo lo contrario. Hay que apoyarla con fuerza y a los que les molesta -porque nos hablan de la dictadura que terminó hace 30 años- me parece que están en un error.
-¿La centroizquierda tiene un trauma quizás?
-No sé si a esta altura es un trauma o una excusa. Entiendo el trauma de la presencia de FF.AA. en el control del orden público, pero estamos hablando de cuidar lugares específicos desde los cuales no se van a mover. No estamos hablando de militares enfrentando a manifestantes en las calles sino que de militares haciendo un trabajo muy específico en un lugar acotado. Si fuera en las calles entendería el trauma.
-¿Qué llamado le haría a la oposición?
-A la oposición le cuesta mucho avanzar en materia de seguridad pública y este tipo de normas. Yo lo lamento harto porque es una demanda que nos hace la ciudadanía de manera permanente y ahora la gente nos está exigiendo que restablezcamos el orden público de manera urgente. ¿Cómo se hace? Mejorando la legislación, mejorando las normas que sancionan los saqueos, sancionando a las personas que están cometiendo desórdenes graves. Hay una propuesta de los diputados Fuenzalida, Walker y Calisto que pretende llevar a Chile a estándares españoles los que se establecieron después de la crisis de los indignados, una crisis muy menor si se compara con lo que está pasando en el país. Bueno, los españoles tuvieron que adaptar y modernizar la legislación. Se trata de normas que ayudan a combatir mejor la violencia. Pero en paralelo hay que avanzar en las otras reformas. Lo que está claro es que no se pueden solucionar todos los problemas al mismo tiempo porque el Estado tiene capacidades limitadas. Sí creo que en las cuatro reformas que mencioné no deberíamos ahorrar. Por eso me preocupan aquellos que sólo llaman a cuidar la billetera fiscal. Eso es irresponsable porque si no abordamos las demandas sociales ahora será peor; la propia OCDE advirtió al Gobierno que todo esto estaba afectando el crecimiento.
Bonos soberanos
-Se cuestiona el monto asignado hasta ahora para las demandas que bordea los mil 600 millones. Hay parlamentarios que piden entre seis mil y ocho mil millones. Señalan que Bachelet, sin crisis, estableció ese monto para sus reformas.
-Claramente hay que hacer un esfuerzo mayor. En lo que se anunció no está incorporado el plan universal de salud o el CAE que cuesta mil millones de dólares más. Hay que acoger las reformas luego, allegar ingresos permanentes, revisar las exenciones y ver cómo aumentar el royalty minero para tener ingresos permanentes para gastos que también serán permanentes.
-¿Se debería recurrir a los bonos soberanos?
-Es indispensable recurrir a ellos al menos para situaciones más urgentes como es el caso de los deudores del CAE que suman cerca de 800 mil. Un ministro me dijo molesto que si acaso yo era tan irresponsable para proponer que nos gastáramos los ahorros del país, y le contesté que es evidente que uno ahorra para casos de emergencia y si alguien duda que estamos en una crisis profunda no sé, me sorprende. Este es el minuto para gastar, no sé si todos los ahorros, pero sí parte de esos ahorros. Además que Chile todavía tiene margen de endeudamiento. Somos de los países menos endeudados en términos fiscales de toda la OCDE. Lo que ahorremos hoy en estas áreas, no en todas, en estas áreas que mencioné, va a tener costos mucho más caros para el país a futuro.
-¿En qué sentido?
-Me asusta la tesis de algunos de que esto va a decantar solo y que hay que esperar que la gente se canse y se aburra porque sólo seguirán los violentos. Yo digo olvídense de los violentos, enfrentémoslos con fuerza, pero que no se olviden del millón y medio que marchó porque esa gente va a volver a marchar en seis meses más y ahí ya no vamos a ser los interlocutores y vamos a perder la posibilidad de ser nosotros los que encabecemos estas reformas.
Interpretaciones
-A pocos días de que se firmara el acuerdo constitucional se produjo una polémica por la interpretación. ¿Está en riesgo?
-No. No hay ningún riesgo. Estamos viendo si podemos agregarle algunas cosas. RN ha planteado que pudiéramos permitir que los independientes postulen en listas, que se puedan unir varios independientes para que sea más competitiva su postulación, pero la oposición nos ha condicionado eso a otras cosas en las que no hemos podido llegar a consenso dentro de la coalición. Eso no significa que esté en riesgo el acuerdo original que sigue adelante, es un buen acuerdo y por eso no veo por dónde podría fallar este proceso. Lo importante ahora es que la ciudadanía diga que sí o no a una nueva constitución en el plebiscito y que elija el órgano que la va a hacer. Y que ojalá entremedio haya instancias de participación ciudadana para que la gente pueda opinar qué es lo que quiere. Luego nuestro electorado tendrá que arremangarse la camisa, ponerse las pilas e ir a votar masivamente si queremos que nuestras ideas esté representadas en la nueva constitución.
-La UDI ha señalado que está dispuesta a hacer un esfuerzo más para darle garantías a los independientes…
-Mire, todos hemos cedido. No me gusta la pose de algunos de que han cedido tanto. Desde ese punto de vista pareciera que los demás estuviéramos felices con lo que está pasando o que no hubiéramos cedido nada. Nosotros también hemos cedido sin hacer ese énfasis de que "por Dios que nos ha costado" porque entendemos que es necesario para el país. No nos ha dolido el alma porque sabemos que Chile lo necesita. Hay que leer un poco lo que está pasando en la calle para entender que las concesiones que hemos hecho son necesarias. Por eso el llamado permanente a los que estamos en política es a salirnos de la trinchera, dejar de lado los dogmas para avanzar en reformas que son urgentes. La gente no entiende por qué aún no tenemos las reformas terminadas; los que estamos en política no podemos escondernos detrás de los carabineros y pretender que sean ellos los que terminen con la crisis. La crisis no se va a terminar con la labor de Carabineros. La tenemos que solucionar quienes estamos en política y por los carabineros, a los que yo quiero tanto, hay que apurarnos porque pucha que lo están pasando mal. Además agregar a quienes han sido víctimas de agentes del Estado que habrá que investigar y sancionar. Yo me refiero al 99,9% de los carabineros que han actuado dentro del Estado de derecho.
-¿Comparte la tesis de Andrés Allamand de que si la nueva constitución no se aprueba con dos tercios seguirá rigiendo la del 80?
-Fue una frase que no comparto y que se dijo en un mal momento. Los dos tercios son para buscar acuerdos, no para bloquear. El constitucionalista Fernando Atria, exsocialista, sostiene que los dos tercios les permitirá dejar a ellos cosas fuera de la constitución. Si ese es el espíritu con el que nos vamos a enfrentar en la convención constituyente, no llegaremos a ninguna parte. Yo también podría bloquearle todo a la oposición; y al revés, lo que hago es un llamado a que los dos tercios los invite a ponerse de acuerdo y no a bloquearse mutuamente. Si nos bloqueemos unos a otros no habrá nueva constitución y en ese contexto podría seguir rigiendo la actual. Si bloqueamos una parte en aquello que no se acuerde, es imposible que rija la antigua constitución porque el propio acuerdo dice que una vez promulgada la nueva, se deroga de inmediato la actual.
-Nadie discute que se están haciendo esfuerzos y avances. ¿Cuál es su principal temor?
-Que transversalmente hay personas que no comprenden la profundidad de la crisis, que es necesario actuar con urgencia, gente que cree que esto se puede administrar y que no es para tanto como para ceder en sus posiciones duras. Bueno, mi temor es que todo eso impida responder y que no estemos a la altura de las circunstancias.
-Ha sido muy crítico con el Gobierno. ¿Cómo ha visto al Presidente?
-Él ha hecho grandes esfuerzos, está gobernando el país en momentos en que a ningún Presidente en los últimos 30 años le había tocado. No sé sí en el siglo XX hubo crisis tan graves; quizás la de la Unidad Popular o alguna de los años 20 ó 30. Él ha sido el gran artífice de llamarnos a ponernos de acuerdo; tuvo el coraje de no volver a decretar estado de emergencia arriesgándolo todo para que hubiera una ventana de tiempo que permitiera un acuerdo constitucional,que se logró. Sin su llamado esto no hubiera sido posible.
"No me gusta la pose de algunos de que han cedido tanto. Nosotros también hemos cedido sin hacer ese énfasis de que 'por Dios que nos ha costado' porque entendemos que es necesario para el país. No nos ha dolido el alma ceder porque sabemos que Chile lo necesita"
"Hay que separar a los violentos de los manifestantes pacíficos cuyas demandas deben ser abordadas de manera profunda y definitiva, mientras que los violentos no quieren que se solucione nada. Hacia ellos no están orientadas las reformas" "Me asusta la tesis de algunos de que esto va a decantar solo y que hay que esperar que la gente se canse porque sólo seguirán los violentos. Yo digo olvídense de los violentos, enfrentémoslos con fuerza, pero que no se olviden del millón y medio que marchó porque esa gente va a volver a marchar" "Me preocupan aquellos que sólo llaman a cuidar la billetera fiscal. Eso es irresponsable porque si no abordamos las demandas sociales ahora, será peor; la propia OCDE advirtió al Gobierno que todo esto estaba afectando el crecimiento" "A los empresarios les diría que sigan a Alfonso Swett, que ha sido un liderazgo positivo en momentos difíciles, que escuchen el llamado de Andrónico Luksic y otros grandes empresarios a que tengan una actitud distinta"