Correo
El momento es ahora
Qué simple resulta hacer diagnósticos de la crisis, pero qué difícil ha sido generar propuestas concretas, de solución efectiva, para salir de ella. El desafío de gobernar no sólo involucra a los actores políticos, sino que también al conjunto de la sociedad civil. De la misma manera que le exigimos a nuestra clase política, nosotros, la ciudadanía, no podemos ni debemos seguir estando de brazos cruzados. Debemos, necesariamente, pasar a la acción y ser protagonistas para aportar al restablecimiento del orden social, velando siempre y en todo momento por la continuidad y respeto hacia nuestro Estado de derecho. El tiempo se agota, la crisis se extiende, la paciencia se agota. El momento es ahora.
Rodrigo Durán Guzmán
Comparaciones
Se ha vuelto recurrente estos días escuchar afirmaciones del tipo "te importan más los supermercados que las vidas del pueblo", comparaciones de fenómenos absolutamente distintos que buscan invalidar una causa por no adecuarse a los parámetros de moral de quienes afirman lo contrario.
Aquello supone una falacia de falsa equivalencia. Preocuparse por los abusos y, al mismo tiempo, condenar la violencia en las calles no son actitudes excluyentes. Por el contrario, obedecen a un mínimo de respeto por la dignidad humana en todas sus formas.
Si de verdad te importan las vidas del pueblo, con mayor razón deberás preocuparte por la destrucción de la propiedad pública y privada, porque eso que muchos llaman "daños colaterales necesarios", para muchos chilenos significan su trabajo, calidad de vida, oportunidades y seguridad. A menos, claro está, que se busque desestabilizar al país y empobrecer a los trabajadores para hacer un mezquino punto político. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Bárbara Haas Fundación para el Progreso
Orden público
Salus populi suprema lex est era el primer principio del Derecho Público Romano usado para justificar ciertas medidas que violentan las normas habituales y que infringen incluso el orden constitucional establecido.
Siendo el orden público el deber primerísimo del Estado -y que antecede a todos los demás-, en circunstancias que los ciudadanos de nuestra patria están en la más completa indefensión ante las hordas de subversivos, delincuentes y terroristas que asuelan el territorio, saqueando, destruyendo, incendiando, obstruyendo el tránsito y atemorizando a la población; lo que aparte de vulnerar los derechos humanos de millones de chilenos puede provocar la desestabilización del Estado y la ruina definitiva de Chile, es preciso que las autoridades competentes repriman con severidad extrema el vandalismo y el pillaje.
A quienes ejercen la violencia ilegítima al ejecutar tales actos vandálicos no se les puede contener con buenas palabras o con exhortaciones a la paz. La única forma de poner fin a esta lacra social es mediante un decidido ejercicio de la violencia física legítima, de la cual el Estado tiene el monopolio.
Adolfo Paúl Latorre
Distinción
El alcalde Jorge Sharp intenta distinguir entre saqueador y manifestante diciendo que el primero incendia. Es necesaria esa distinción, pero el jefe comunal también debe ser claro respecto a los sujetos que hacen barricadas. ¿Cree que son manifestantes o delincuentes saqueadores? Esa ambigüedad es visible en su discurso.
Lo cierto es que el que hace barricadas las hace de cosas saqueadas y detrás del saqueo y la quema de cosas hay víctimas, hay personas cuyo sustento depende de esos negocios porque trabajan ahí o son proveedores. Lo que queman son sus proyectos de vida, sus expectativas. Dañan su dignidad.
Jorge Gómez Arismendi
Reforma previsional
La reforma previsional tiene un antes y un después de la crisis social, y un cambio relevante es que parte de cotización adicional -a cargo del empleador- será destinada a reparto. En temas de previsión, hablar de reparto no es sinónimo de solidaridad, pero si se hace una distribución correcta de dicha cotización, entonces sí podemos hablar de solidaridad y de mejores pensiones.
Dos herramientas complementarias mejoran de manera directa las actuales y futuras pensiones. La primera es el seguro de longevidad, el cual mejora inmediatamente las pensiones en un 20%, según expertos, al acotar los años de pago de pensión, y segundo, extender el bono por años cotizados a los actuales pensionados, lo cual premia a quienes cotizaron y que ahora están pensionados.
Con ambas propuestas, el reparto tradicional toma un concepto de solidaridad real, pues por un lado se mejoran todas las pensiones con el seguro de longevidad, y adicional a eso también aquellas menores a 25 UF, pues el bono por años cotizados focaliza el beneficio.
También es el momento de aumentar la edad de referencia de pensión, por impopular que sea, pero estamos en un momento en que todos debemos ceder por mejores pensiones.
Eduardo Jerez Sanhueza