"No es que el PH tenga la verdad proclamada, pero en el FA dejó de haber esa construcción conjunta"
Como la crónica de una muerte anunciada. Así se entiende la decisión del Partido Humanista (PH) de salirse del Frente Amplio (FA) y que a juicio de uno de sus fundadores, el diputado Tomás Hirsch, se explica a partir de una excesiva parlamentarización y de un distanciamiento de los movimientos sociales. El legislador, quien el miércoles tuvo un fuerte encuentro con Ramón Barros (UDI) -quien le habría propinado un golpe en la Sala y sobre el que señala que "más que diputado, este tipo es un prepotente y violento patrón de fundo"-, sostiene que el FA perdió capacidad de reflexión.
- ¿Se siente defraudado del FA?
- Más que defraudado, aquí hay un proceso. Cuando conformamos el FA lo hicimos para construir una coalición política y social que fuera una opción diferente al clásico duopolio, que estuviera claramente alineado con las demandas sociales del país y creo que la respuesta que tuvimos reflejó que hubo una sintonía. Un millón y tanto de votos para nuestra candidata presidencial, 20 diputados y un senador -mucho más de lo que en ese momento pensábamos- habla de la resonancia que había entre el FA y el movimiento social. Eso con el tiempo se fue perdiendo, pero el FA cumplió un rol fundamental: con esta coalición el Congreso cambió.
- A su juicio, ¿qué pasó?
- Se produjo una excesiva parlamentarización, un distanciamiento del movimiento social. Se generaron decisiones cada vez más fragmentadas de las distintas orgánicas.
- ¿En qué sentido?
- Llegamos a marzo de este año y después de tener a una DC que había votado constantemente con el Gobierno, parte del FA apoya que la presidencia de la Cámara sea para un democratacristiano. Luego viene una separación de los comités parlamentarios, donde nos dejan afuera junto al Partido Ecologista Verde. Por eso nos vimos obligados a formar un nuevo comité, invitando a otros independientes para poder completar el número requerido. A partir de ahí se forma un grupo de WhatsApp de los 15 diputados restantes, deja de haber coordinación y durante todo este año no hubo ninguna coordinación, análisis político ni reflexión conjunta como FA. Así y todo, las relaciones personales han sido buenas. Y como ha estado todo muy parlamentarizado, la mesa nacional del FA ha estado ausente, con dificultad para coordinar y eso se refleja en la falta de un proyecto político conjunto. Además, se empieza a hablar, especialmente desde RD, de los que están por la gobernabilidad y los testimoniales y que estos últimos tendrán que ver si quieren o no pertenecer a la coalición.
- ¿Le complicó que los denominaran testimoniales?
- Me parece que estar sólo con la mirada de la gobernabilidad distancia de lo que es tu proyecto de transformación estructural y social. Luego, tres partidos de seis que hay en el Congreso, deciden participar en el acuerdo constitucional. O sea, una mayoría no participa, pero se atribuye como que el FA se sumó al acuerdo.
- ¿Hubo un impasse o algo así como la gota que rebalsó el vaso?
- Bueno, la votación incompresible e inaceptable que visa una ley del Gobierno que criminaliza la protesta. Sin embargo, no nos vamos por eso; esto ha sido todo un proceso.
- Se aprobó la idea de legislar la ley antisaqueos porque las indicaciones que penalizan conductas en las manifestaciones se rechazaron, incluida la oposición de la ex Nueva Mayoría...
- No quiero entrar en detalles, pero insisto, no nos fuimos por esa votación. Lo nuestro tiene que ver con que comprendemos a los partidos y a las coaliciones en función de ponernos al servicio del movimiento social. Y es allí donde esperamos seguir trabajando. Obviamente, con Jorge Sharp y su alcaldía ciudadana y, por qué no, con partidos del FA. No creo que tengamos que hacer una grieta y separar aguas, aunque claramente ya no formamos parte de esta coalición. No hay una coincidencia, iba a decir de proyecto, porque más bien hay una ausencia de proyecto. Hay una dilución.
- A su juicio, ¿el FA cayó en las mismas estrategias que criticaba de la vieja política?
- Escuché demasiadas veces la palabra gobernabilidad y demasiada preocupación por cuál iba a ser el titular de mañana de diarios nacionales.
- Gael Yeomans, de Convergencia Social, sostiene que para hacer las transformaciones hay que estar en el Congreso, tener proyectos y tener los votos. ¿Comparte ese punto?
- Sí, lo comparto, por algo estoy aquí, en el Congreso, pero al servicio de la construcción territorial o lo que se conoce como tejido social. Y para eso hay que trabajar simultáneamente con los movimientos sociales. La forma en que votemos es importante, lo mismo que la coordinación.
- El PH ha conformado y se ha salido de muchas alianzas y coaliciones. ¿Son los outsider de la política?
- No. Efectivamente, desde que formamos el partido, en 1984, hemos sido críticos de la forma tradicional de hacer política, pero siempre hemos creído que esto se hace con otros. Formamos la Concertación, la Nueva Izquierda, el Juntos Podemos y luego el FA. No es que creamos que tenemos una verdad anunciada y proclamada. Creemos que tenemos una mirada, un aporte, que se construye con otros. Lamentablemente, en el FA dejó de haber esa construcción conjunta.
- ¿Cómo definiría al PH?
- Para nosotros es importante la coherencia en la política y eso es estar siempre del lado de los sectores que han sido más postergados. Cuando todos hablaban del éxito del modelo, nosotros tirábamos la constitución a la basura. En mi campaña presidencial del 2005 el lema fue terminar con las AFP. Para nosotros no tiene ninguna sorpresa el movimiento social y no sentimos que tenemos que hacer la autocrítica que hace todo el sistema político, porque hemos estado permanentemente denunciando el modelo por su inhumanidad. Siempre se nos descalificó y eso nos llevaba a distanciarnos de coaliciones que terminaban más bien pactando cuotas de poder, en vez de propiciar una revolución no violenta que transforme la estructura del poder.
- ¿Qué viene para adelante?
- Eso tiene que definirlo el equipo coordinador nacional del cual no formo parte, discutirse en los equipos de base y refrendar una posición. En lo personal, no creo que sea salirse de una coalición, como es el FA, para entrar a otra. Hay que dejar que el tiempo pase, procesar la situación, vincularnos con los movimientos sociales y creo que nuestro camino es ponernos al servicio de esos movimientos que son muy diversos.
- ¿Revolución Democrática (RD), que es el partido que tiene mayor cantidad de diputados, hegemonizó al FA?
- Cada orgánica tiene que hacer su propia evaluación. A pesar de todo este momento que vivimos, no voy a juzgar, criticar ni recomendar nada a nadie. Sin personalizar a ningún partido, creo que esta coalición hace rato perdió la capacidad de reflexión y de construir acuerdos consensuados. Eso pasa cuando no se valora la diversidad, pero Chile ha cambiado y requiere nuevas respuestas.
- Finalmente, se aprobó la acusación constitucional con Andrés Chadwick, pero la del Presidente Piñera se rechazó en la forma y no pasó al fondo.
- Era fundamental que se aprobara la acusación contra Chadwick; lo contrario habría sido impresentable. La aprobación de esta acusación certifica su responsabilidad política, pero creo que el responsable de las violaciones a los DD.HH. de los últimos 50 días es el Presidente Piñera. Por eso fue lamentable que parte de la oposición votara a favor de la cuestión previa y que el libelo se cayera en la primera etapa.
"No nos coordinábamos, no había reflexión y se empezó a hablar, especialmente desde RD, de los que están por la gobernabilidad y los testimoniales y que estos últimos tendrían que ver si querían o no pertenecer a la coalición".
"Para nosotros no tiene ninguna sorpresa el movimiento social y no sentimos que tenemos que hacer la autocrítica que hace todo el sistema político, porque siempre hemos estado denunciando el modelo".