Agencia AP
Dos días después de la asunción del peronista Alberto Fernández como Presidente, el exmandatario boliviano Evo Morales llegó a Argentina y solicitó residir como refugiado político.
"Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina para seguir luchando por los más humildes y para unir a la Patria Grande. Estoy fuerte y animado. Agradezco a México y Argentina por todo su apoyo y solidaridad", publicó Morales en su cuenta de Twitter.
El exgobernante boliviano, quien dejó el poder el 10 de noviembre en medio de protestas sociales y presionado por la falta de apoyo de la policía y las fuerzas armadas, arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza procedente de Cuba, donde estuvo en los últimos días por una consulta médica. Previamente estuvo asilado en México con el apoyo del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En Argentina, Morales residirá junto a sus dos hijos, que llegaron a Buenos Aires el 23 de noviembre tras permanecer en la embajada de México en La Paz. Junto al exmandatario arribaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, el excanciller Diego Pary Rodríguez, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el exembajador de Bolivia ante la OEA José Alberto Gonzáles, quienes también hicieron el trámite para ser aceptados como refugiados.
"Se siente mejor acá"
El canciller argentino, Felipe Solá, indicó que no se sabe aún dónde residirá Morales. "Lo va a tener que comunicar en el pedido oficial de refugio... él se siente mejor acá que en México, que está lejos, y sus dos hijos están acá", dijo y explicó que un refugiado "tiene temores fundados de ser perseguido por distintos motivos" y requiere de la protección que no tiene en su país. "Si no nos ocupábamos de él rápidamente corría peligro su vida", subrayó Solá e indicó que el exmandatario "viene para quedarse".
La llegada de Morales y sus acompañantes se mantuvo en la mayor reserva. Es esperable que los recién llegados consigan la condición de refugiados dada la cercanía de Morales con Fernández, uno de los dirigentes de centroizquierda de la región que más le ha expresado su apoyo.
"Para nosotros en Bolivia hay un gobierno de facto", sostuvo Solá y puntualizó que se apuesta a la pronta celebración de elecciones en ese país.
Morales renunció cercado por las protestas en rechazo al supuesto fraude en las elecciones del 20 de octubre en las que buscaba su reelección para un cuarto mandato. El exmandatario ha negado que hubiera irregularidades pese a que una auditoría de la OEA detectó manipulación y falsificación de las actas electorales para favorecer al exgobernante.
No puede realizar declaraciones políticas
El canciller argentino, Felipe Solá, dijo que Morales debe asumir "el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina". El gobierno de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, acusa al líder indígena de sedición y terrorismo, tras un mes de convulsión social en el país andino que dejó al menos 32 muertos. La canciller boliviana, Karen Longaric, expresó ayer que espera que el gobierno argentino "cumpla las normas internacionales referidas al asilo o refugio político... no queremos que ocurra como en México, donde Evo Morales tenía micrófono abierto y una palestra".