Había satisfacción en las huestes de Santiago Wanderers luego del ascenso a la Primera División. Una satisfacción que, sin dudas, pesó en la dirigencia porteña para renovar el vínculo con el estratega.

De hecho, el presidente de Santiago Wanderers, Rafael González, manifestó tras confirmar que Miguel Ramírez sería el escogido para el desafío caturro en la serie de honor que "estamos muy agradecidos por el desempeño alcanzado por Miguel durante la campaña 2019, por cuanto logramos no solo el ascenso, sino que también obtuvimos un primer lugar que nos llevó a tener el campeonato", y agregó que "en base a esos antecedentes y al trabajo que se ha estado realizando por el cuerpo técnico, es que consideramos que era la persona más adecuada para continuar con el proceso para el próximo año".

En los próximos días, tanto la dirigencia de la escuadra de Valparaíso como el cuerpo técnico se reunirán con el fin de definir la conformación del plantel profesional, señalando que esperan avanzar pronto en aquel campo.

Santiago Wanderers ya tiene a su entrenador para lo que será el retorno del Decano a la Primera División en la temporada 2020. Tras una semana de conversaciones, Miguel Ramírez extendió su vínculo con los porteños y junto al cuerpo técnico que viene de conseguir el título de campeón en la "B" asumirá el desafío que significa el reencuentro con la Serie de Honor del fútbol chileno.

Tras la confirmación del acuerdo por parte de la sociedad anónima que concesiona a los caturros, el DT reconoce estar "contento", recordando que en todo momento señaló que su anhelo era continuar el proyecto iniciado hace un año y medio en Valparaíso.

Explicando que el nuevo vínculo con Santiago Wanderers es por una temporada, y que el retorno al trabajo está contemplado para el 26 de diciembre en Mantagua, Ramírez asegura que "estoy feliz, porque es la institución en la que quiero estar y trabajar, porque siento que en Valparaíso tengo todas las armas para desarrollar de buena manera el proyecto que tenemos como cuerpo técnico".

- El pasado jueves Rafael González anticipaba que esperaba cerrar este fin de semana las conversaciones con usted y confirmar la extensión de su vínculo como entrenador de Santiago Wanderers...

- Fue un plazo que ambos nos pusimos. La verdad es que cuando ambas partes tienen una buena disposición y tienen el mismo objetivo, las cosas se hacen muy sencillas.

- ¿Dudó en algún momento respecto de su permanencia en el club porteño?

- No, porque todos queríamos seguir. Hay temas que evidentemente se deben conversar, como el presupuestario, los proyectos deportivos, los objetivos o la conformación del nuevo plantel, pero en este caso todo se dio de manera bastante expedita.

- ¿Cuál será el objetivo para la temporada 2020 en el retorno a la Primera División?

- Lo primero será consolidar a Santiago Wanderers en la Primera División y, por su puesto, luego buscar acceder a un torneo internacional. Yo soy un entrenador que no me conformo con sólo participar. Yo quiero triunfos deportivos. Nos costó mucho volver a Primera y no quiero que la institución desperdicie esta oportunidad. No quiero que Wanderers sea un "equipo ascensor".

- Ahora viene la tarea de conformar el nuevo plantel. ¿Cuánto puede afectar en ello la desventaja económica con que el Decano retorna a la División de Honor respecto de sus rivales?

- Seguramente afectará, porque si uno la proyecta en el año se trata de una cantidad muy importante de dinero. Sin embargo, la idea es apostar todos por el ingenio para sumar recursos para la conformación del nuevo camarín. Respecto de refuerzos, no puedo adelantar nada, porque recién ahora vamos a avanzar en las conversaciones con algunos jugadores.

- En el 2019 se hizo un esfuerzo y la temporada arrancó con el plantel completo. ¿La idea es la misma para el 2020?

- Es muy difícil. Para todos sería lo ideal, sin embargo, la realidad del país es muy distinta a la de hace un año atrás. Los plazos son más cortos y si bien espero contar con gran parte del plantel en el regreso al trabajo, tener el plantel completo es muy difícil.

- Me parece que dentro de los hinchas había prácticamente unanimidad respecto de su continuidad. ¿Cuánto pesó en su decisión de continuar la buena relación que tiene con la afición wanderina?

- Pesó, y mucho. El respeto y el cariño con que la gente de Wanderers nos ha tratado nos ha permitido desarrollarnos a todos en materia profesional y personal. Yo le he tomado mucho cariño al club y todo lo que le rodea. Wanderers es una institución inmensa.

- ¿Pensó en el momento de su arribo hace un año y medio la cercanía que terminaría teniendo con la gente de Valparaíso?

- Yo soy un hombre que vivo y respiro fútbol, por lo que siempre supe de la historia de Santiago Wanderers, de sus alegrías y tristezas, de la exigencia de los hinchas y el esfuerzo de la gente. Siempre supe que íbamos a caer parados, porque la forma de ver el fútbol que tiene este cuerpo técnico es muy similar a la de los porteños y todos nos íbamos a sentir muy representados. Lo que viene ahora no será sencillo, pero estoy seguro que vamos a caminar juntos.

"La realidad del país es muy distinta a la de hace un año atrás, y si bien espero contar con gran parte del plantel en el regreso al trabajo, tener al equipo completo es muy difícil"