La primera línea
Gonzalo García Cañete , Investigador de Fundación Piensa
Jóvenes apasionados que "luchando contra el sistema" se arman de antenas satelitales y las adoptan para tomarlas bien. Son los escudos imaginarios de la batalla de Termópilas, aquella emulada por la película 300. Aquellos que van a la delantera de las manifestaciones para hacerle frente a Carabineros, son los héroes, son la primera línea. ¿Qué? ¿Son los héroes? Espera un poco. Recuerdo, cuando venía de Viña del Mar, después de una actividad a la cual me habían invitado. Merval estaba sin funcionamiento ese día, así que tomé una micro de vuelta al puerto. Me bajé, como siempre lo hago, en la estación Barón, de ahí cruce a la Avda. Errázuriz para enfilar por la Avda. Argentina.
Ese día el ambiente estaba enrarecido, se notaba que había habido un enfrentamiento entre carabineros y manifestantes, entre ellos, la primera línea. Siempre hay manifestaciones por ahí, entre las calles Chacabuco y Pedro Montt. La cercanía al Congreso Nacional hace de ese lugar una zona de protestas.
Lo que era distinto a otras manifestaciones es que en ese día fue destruido el mobiliario urbano nuevo. Éste había sido inaugurado hace unos meses atrás, en la zona donde paran los colectivos amarillos que te llevan a Casablanca y otros lugares cercanos a Valparaíso. Las bancas, pesados concretos que tenían un corte minimalista, habían terminado de barricadas en ambos lados. La miniplaza desapareció en un par de horas. Algunos focos de luminarias y basureros también fueron destruidos. Ni hablar de los semáforos. También quedaron, algunos, buenos para nada.
Novedosamente, en la Sexta Encuesta de Calidad de Vida de Fundación Piensa, el equipamiento urbano es la dimensión que está más mal en los indicadores, en el índice general de las ocho dimensiones está en último lugar en una escala de cero a mil. Sin embargo, a pesar de la mala noticia que significaba estar ahí, el equipamiento urbano había mejorado 15 puntos en comparación con el año pasado. En concreto, había pasado de 225 puntos a 240 puntos. Esta mejora, palpable para la ciudadanía, es la que se volvió a foja cero después del 18 de octubre.
Nuestros parques y plazas, nuestras señaléticas viales, nuestras bancas, luminarias y paraderos de micro fueron "vandalizados" a tal nivel que todos los municipios deberán reponer muchas cosas para retomar las seguridades perdidas en material vial y de bienestar. Mal que fue causado por unos pocos y romantizados manifestantes con el nombre de "primera línea", aquellos individualistas salvajes que no comprenden el bien común.
Por otro lado. El dañado, como siempre, será aquel que no es la primera línea. Son los que llamaré la última línea. Nuestra tercera edad, que a sus pasos ya no puede caminar segura con sus bastones por veredas rotas, por paraderos donde no pueden sentarse a descansar y que, además, tristemente ya no tiene seguridad vial por las calles. Nuestros abuelos y abuelas que, saqueadas en su dignidad, sigue siendo desolada. Ya no por los mismos, sino que por fanáticos religiosos que hacen de la violencia una oda homérica de la cual no tienen ningún parentesco. No más violencia para la tercera edad, recuperemos los espacios públicos y el equipamiento urbano para todos.