A nueve meses de cerrar sus puertas, el histórico Lawn Tennis Club se niega a morir
DEPORTES. Luego que el Valparaíso Sporting pusiera fin al comodato del terreno en que se ubicaban sus dependencias, el Club Inglés busca un nuevo hogar.
El pasado 14 de marzo, Werner Lewysohn entregó las llaves de las dependencias del histórico Lawn Tennis Club de Viña del Mar (Club Inglés) a los abogados del Valparaíso Sporting. Era el momento de cerrar definitivamente las puertas de la institución más antigua de tenis a nivel sudamericano (fundada en 1882).
A poco más de nueve meses de aquella jornada, es el mismo Lewysohn quien admite que "las cosas no han sido sencillas", explicando que al momento de la finalización del comodato la entidad tenía un centenar de socios que debieron buscar otros clubes para que los cobijaran en torno a la pasión por el deporte blanco.
"No tenemos un lugar físico. Perdimos las diez canchas que teníamos y si hoy alguien va al sector en donde nos emplazábamos hasta hace nueve meses atrás, se podrá dar cuenta que el terreno está intacto y que el Valparaíso Sporting lo único que hizo fue instalar dos containers sobre un par de canchas", lamenta el dirigente, añadiendo que "pese a que el tenis es el deporte que más éxitos le ha entregado a nuestro país, con un número uno del ATP y medallas olímpicas, en el último tiempo la zona ha perdido varios campos de juego", recordando que a las del Inglés se deben sumar cuatro que el Club Español rehabilitó para las disciplinas de paddle y futbolito, y un par más del ex Centro Javiera Carrera (actual Club de Campo "Don Elías").
Respecto de lo que viene, el mandamás de la institución de colonia asume que "el futuro se ve complicado... la cosa está difícil, vamos a necesitar mucha fuerza, ganas, voluntad y dinero para sacar esto adelante y recuperar lo que alguna vez tuvimos", mientras aclara que de todas formas, la historia, los trofeos y los recuerdos que hablan de los años más exitosos de la institución "están muy bien resguardados".
Poca amistad
Werner Lewysohn reconoce que una de las situaciones que más le dolió al momento de cerrar de manera definitiva las puertas del histórico Club Inglés fue la forma "poco amistosa y con cero empatía" con que fueron tratados por parte del directorio del Valparaíso Sporting Club, entidad que puso fin al comodato que ambas partes habían firmado en 1953.
"Yo me fui tranquilo por todo lo que intentamos hacer, pero también triste por saber que algunos de los que nos expulsaron del lugar alguna vez fueron socios de la institución", sostiene, sumando a ello que en una primera instancia el ofrecimiento de parte del Sporting involucraba una compensación económica en función de una tasación pericial teniendo en cuenta las modificaciones realizadas en las dependencias.
Pero esas buenas intenciones quedaron en nada, ya que la sociedad propietaria de los terrenos se desdijo y expresó su voluntad de recuperar la parcela sin ninguna indemnización a cambio: "Ello nos complicó al máximo porque nuestra idea es encontrar un nuevo terreno, ojalá en Viña del Mar, pero sin los dineros con los que nos iban a indemnizar todo se hizo muy difícil".
Lewysohn califica lo que fue la relación con la dirigencia del Valparaíso Sporting como "poco llevadera", admitiendo que "los tres últimos años fueron especialmente difíciles".
"Me hubiese gustado que las llaves del recinto hubiesen sido recibidas por algún directivo de la institución y no sólo por un abogado de Sporting, para al menos dar muestras de que existía algún respeto o cariño con el club de tenis más antiguo en Sudamérica", concluyó.
"Yo me fui tranquilo por todo lo que intentamos hacer, pero también triste por saber que algunos de los que nos expulsaron del lugar alguna vez fueron socios de la institución".
Werner Lewysohn, Presidente del Lawn Tennis Club de Viña del Mar
Un socio en el primer Wimbledon
El lawn Tennis Club de Viña del Mar es la institución de tenis más antigua de Sudamérica (1882). Con una historia enorme y centenaria, el Club muestra con orgullo haber contado como socio a jugadores como Alfredo Stewart Jackson, quien participó en el primer torneo de Wimbledon, en 1877. Intrínsecamente ligado a los orígenes del tenis chileno, sus canchas también acogieron importantes torneos nacionales e internacionales, transformándose en uno de los orgullos de la Ciudad Jardín.
137 años de historia tiene el Lawn Tennis Club de Viña del Mar, institución que hoy vive su momento más duro.