Paolo Navia S.

Durante años se han convertido en la cara visible de los cerros Concepción y Alegre. Sin embargo, y pese a su nutrida carta gastronómica y servicios vanguardistas, los diversos restaurantes y hoteles boutique emplazados en los principales cerros turísticos de la Ciudad Puerto han debido saber reinventarse de cara a la época estival luego de vivir importantes pérdidas económicas a raíz del estallido social que se inició en nuestro país a partir del 18 de octubre.

Con un pasado aristocrático, del cual heredó amplios jardines y una línea arquitectónica admirada en el mundo entero, Valparaíso siempre se ha posicionado como una de las principales ciudades para visitar en Chile, tanto por turistas nacionales como extranjeros.

Sin embargo, y pese a su reputación bohemia, arquitectónica y cultural, durante las últimas semanas la Ciudad Puerto ha debido saber sortear una baja considerable en materia turística, una de sus principales vocaciones, la cual a punta de esfuerzo y de un creciente mercado han posicionado a Valparaíso como uno de los principales exponentes nacionales a nivel gastronómico y también hotelero, con instalaciones de primer nivel, principalmente en los cerros Alegre y Concepción.

Complejo escenario que durante los meses de octubre y noviembre, con toque de queda incluido, propició una baja de hasta un 70% en materia de turistas, siendo los visitantes extranjeros el único segmento que mantuvo sus reservas.

Situación que no se repitió entre los turistas nacionales, quienes debido a la estigmatización que se ha generado en Valparaíso como una de las ciudades más golpeadas por el estallido social, cancelaron en gran medida las reservas de cara a las fiestas de fin de año.

Contexto que, en definitiva, generó un ambiente de incertidumbre entre los empresarios gastronómicos, quienes a pesar de las mermas económicas debido a la baja de público, debieron seguir pagando las cotizaciones y sueldos de sus empleados.

Eso, sumado a la cancelación de los preparativos de cara a la época veraniega, sindicada como la más provechosa del año en materia económica, provocaron el inesperado cierre de una cantidad no menor de locales en Valparaíso.

Industria gastronómica

Ante esto, y pese a dicho contexto, restaurantes de la talla de "Fauna" e "Internado" se niegan a cerrar sus puertas de manera definitiva, y aprovechando las últimas semanas de "normalidad" en Valparaíso, han iniciado un trabajo mancomunado con el objetivo de sacar réditos positivos de cara al verano porteño, el cual se avizora como complejo.

"Durante el estallido social tuvimos una baja importante de público, y si bien durante las semanas que estuvimos con toque de queda seguimos funcionando, no fue una tarea fácil. Sin embargo, nuestra consigna siempre fue seguir dándole a la batalla para no dejar morir la industria gastronómica, pues es nuestra fuente de trabajo, nuestra pasión, y en definitiva, es lo que nos mueve", declaró Gisella Caselli, chef ejecutiva de los restaurantes "Fauna" e "Internado", ambos emplazados en el corazón del Paseo Dimalow en cerro Alegre.

En este sentido, y en relación a la situación que actualmente vive Valparaíso en materia económica y turística, Casellí no esquiva la responsabilidad que significa liderar dos de los restaurantes más exitosos de la Ciudad Puerto, asumiendo que su trabajo es cierto grado es un reflejo, y a la vez una inspiración, para el resto de los locales ubicados en el tradicional cerro Alegre.

Por ende, su visión es solo una: reinventarse, y para aquello, han iniciado un trabajo vinculado con cambios en las cartas gastronómicas y en los servicios que diariamente ofrecen al público local, nacional y extranjero.

"Nosotros tenemos que dar un poco el ejemplo en el sentido de mantenernos vivos y no echarnos a morir, y en definitiva, reinventarse, lo que hemos ido haciendo desde que pasó todo esto en cuanto al servicio, a la comida que ofrecemos y a los horarios", explicó la chef, agregando que "durante las primeras semanas del estallido social tuvimos una carta muy acotada de acorde a lo que teníamos para servir, ya que no todos los proveedores estaban entregando los productos, y por lo mismo, tuvimos que pasar por un proceso de adaptación para mantenernos activos y vigentes con nuestro público local, pues nuestra idea siempre ha sido no dejar morir el turismo en Valparaíso".

A su vez, y a raíz de la contingencia que vivió Valparaíso, Caselli comentó que "creamos nuevos menús, nuevas ideas y sugerencias del chef, por ejemplo, trabajando con productos de rango más bajo para que los precios fueran más amigables y atractivos, y la verdad es que fuimos pasando por un proceso de nuevas propuestas en todo sentido".

"Precios más atractivos"

Análisis que fue compartido por Felipe Araya, gerente del hotel boutique "Casa Vander", también emplazado en el Paseo Dimalow de cerro Alegre.

En este punto, y sobre el nuevo escenario que han debido asumir los empresarios turísticos y gastronómicos de Valparaíso, Araya dio como ejemplo el 90% de ocupación que mantenía el hotel el año pasado a esta misma fecha. Número que bajó considerablemente tras el estallido social, ya que actualmente solamente cuenta con un 30% de reservas.

"Nosotros hemos seguido trabajando y tratando de mantener todo como era antes, pero el estallido social nos tomó por sorpresa, ya que no lo veíamos venir y además se generó durante los preparativos para la temporada alta en donde uno normalmente realiza algunas inversiones, lo que nos dejó un poco más débiles, pero con mucho esfuerzo y trabajo estamos de a poco saliendo adelante", manifestó el gerente del hotel boutique "Casa Vander".

En tanto, y sobre las estrategias que se han generado de cara a la época estival con la intención de solventar las mermas económicas, Araya declaró que "tuvimos que hacer nuevas promociones con precios más atractivos, además de invertir un poco más en publicidad ya que ahora a la gente hay que salir a buscarla y para eso nos asociamos con diferentes agencias de viaje para poder llenar la capacidad del hotel de cara a la celebración de fin de año, la cual contará con diversos servicios y precios muy atractivos".

Dar seguridad a turistas

Finalmente, quien también entregó su opinión respecto al tema fue María Paz Bravo, dueña del restaurante "Vinilo" y del "Bar del Pisco", ambos ubicados en Almirante Montt.

En este punto, la empresaria gastronómica fue clara para expresar se debe comenzar a entregar seguridad a los turistas de cara al verano para así aumentar las ventas y reservas.

"El momento que más nos afectó fue cuando esto estalló en octubre, ahí cambió la cosa de manera radical y la afluencia de público bajó por la cantidad de desorden que había en la ciudad, pero ahora todo está más fluido, pues el verano cambia el estado de ánimo de las personas, y por lo mismo, hay que entregarle seguridad al turista y proyectar eventos para la época estival", expresó de manera enfática Bravo, agregando que "en un principio el turista santiaguino se mostró un tanto asustado, pero el boca a boca es muy importante y ya se sabe que acá en cerro Alegre es seguro".

"Tuvimos que hacer nuevas promociones con precios más atractivos, además de invertir un poco más en publicidad ya que ahora a la gente hay que salir a buscarla y para eso nos asociamos con agencias de viaje".

Felipe Araya, Gerente hotel boutique, "Casa Vander"

"Nosotros tenemos que dar el ejemplo, mantenernos vivos y no echarnos a morir. En definitiva, reinventarse, pues no podemos dejar morir la industria gastronómica en Valparaíso".

Gisella Caselli, Chef ejecutiva de los restaurantes "Fauna" e "Internado"

"Ahora todo está más fluido, pues el verano cambia el estado de ánimo de las personas, y por lo mismo, hay que entregarle seguridad al turista y proyectar eventos para la época estival".

María Paz Bravo, Dueña del restaurante, "Vinilo" y del "Bar de Pisco"